—¿Quién eres?
Preguntó el peli-naranja a su viejo amigo Tord. Realmente a Tord le habría dolido escuchar tal pregunta, puesto a que el de sudadera roja lo recordaba, un agradable recuerdo la verdad, parecía ser el más apegado con Matt, antes de su ida, claro.
—¡Soy yo!...¿Tord?
Tord dijo ocultando que no le importó el "¿quien eres" del contrario detrás de una sonrisa quizás algo preocupada esperando a que aunque sea el de ojos azules pudiese reconocer el nombre. Lastimosamente eso no fue así, se le veía más confundido aún, Matt trataba de pretender que se acordaba aunque sea un poco de el, pero su lenguaje corporal, aquella mirada algo incómoda al no saber que hacer lo delataba.
Tord bajó la mirada un segundo algo apenado, borrando lentamente su sonrisa. ¿Cómo no era posible que lo recordase? Oh, cierto que se habría disparado con aquella pistola borra mentes...¿Quién lo dejó jugar con eso?
Edd se dió cuenta del malestar de Tord, no quiso delatarlo, pero trató de ayudarlo en hacer que Matt recordase algo de Tord.
—El solía vivir aquí
Tord volvió a mirar a Matt, quien estaba en su mismo grado de confusión, era algo deprimente, además de recibir el molesto comentario que Tom le habría dicho.
—Si, SOLÍA
Recalcaría el de sudadera azul. Tord le miró con una mirada algo molesta por el comentario, honestamente Tom no le caía bien, osea, podía tolerarlo un poco por el bien de la convivencia de los 4, pero no le agradaba. Ignoró el comentario y miró a Matt nuevamente, quien tendría cara de no saber nada.
—¿De verdad no me recuerdas?
Matt de verdad quiso responder tan solo un "No", pero temía que algo malo pasase si lo hacía, Se quedó mirando a Tord unos segundos para simplemente después soltar un:
—Lo siento
Matt también miró hacia abajo. Aquel momento era muy tenso, quizás algo incómodo para Edd y Tom, quienes quedaron fuera de ese asunto. Edd rompiendo aquel tenso momento dijo:
—Bueno, ¿Quien tiene hambre? Yo la verdad esque estoy muy hambriento
—¡YO!
Exclamó Matt al instante con una sonrisa siguiendo a Edd a la cocina. Acto seguido Tom los siguió y finalmente Tord, quien se quedaría mirando unos segundos a Matt.Las horas pasaron, en vez de ser pasado el medio día, terminó anocheciendo. Tom se negó a darle su vieja habitación a Tord, debido a que ahora era suya y su antigua habitación era una piscina, Edd no quería compartir pero tampoco quería que durmiese en el sofá(además de que no habría algún sofá siquiera porque Tom los vendió por el arpón, "clásico del estúpido Tom"), así que lo tiraron con Matt.
Para Matt era raro, para Tord era normal, y bueno, Matt parecía no recordarlo de nada, pero Tord lo recordaba a la perfección, o eso creía, hace tanto que no los veía que quizás habrían cambiado, solo sabía que Tom estaba igual de insoportable...en lo personal, el sentía que cambió, ahora tenía una nueva vida, pero tampoco quería dejar de lado a sus viejos amigos.
Este estaba en la habitación de Matt, le sorprendió verlo tan...narcisista, al menos eso notó al ver como este tenía varias cosas de el mismo y su cara por todo el cuarto, seguido de espejos, este se miró en uno de ellos contemplándose así mismo, vaya, eso era autoestima. Por otro lado Tord solo dejó sus cosas en un lugar que no estorbara y caminó por la habitación. De verdad quería romper aquel silencio que los rodeaba, quería hablar de algo, a pesar de que este no le recordase ni de chiste.
—¿Y cómo has estado todo este tiempo, Matt?
Matt se sobresaltó, no esperaba que este supuesto "viejo amigo" que no recordaba le hablase después de lo que hizo. El pelirrojo se dio vuelta para hablar con el, algo nervioso contestó:
—Oh bueno, Tod-
—Tord
Corrigió con tranquilidad el de sudadera roja, Matt asintió en señal de disculpa y siguió:
—He estado bien, supongo, hemos vivido muchas aventuras, ¿sabes?
Matt de a poco comenzó a abrirse más con aquel que consideraba un desconocido, Tord disfrutaba de aquella anécdota, solo le veía con una sonrisa mientras que se sentaba en la cama de este escuchando con atención, le encantaba ver como Matt le contaba con emoción aquellas historias de sus aventuras junto a Edd y Tom, una tras otra, no importaba cuantas fueran, disfrutaba escucharle y verle de aquella manera tan alegre, sin duda era lo que le hizo el día.
Y así se les pasó la hora, Matt reía, a veces Tord también.
—¡De verdad hubiese sido genial que hubieses estado allí!
Le comentó sonriente a pesar de conocerlo "recién", pero le habría caído bien de todos los minutos que estuvieron hablando, minutos que capaz realmente fueron horas; pero se pasaron volando, al menos para ellos 2, eran la única habitación con la luz prendida. Tord rió para luego mirar a sus dedos mientras jugaba con ellos.
—A mi también me hubiese gustado estar allí.
Contestó Tord con una sonrisa más melancólica. Matt lo notó y también bajaría la mirada un momento. Pensó unos segundos, ¿que podría hacer para animarle?
—Bueno, ¡Podemos tener más aventuras, juntos!
Extendió los brazos con entusiasmo. La mirada de Tord volvió a levantarse mirando al chico con aquella alegre sonrisa, últimamente habría notado que era más sonriente que antes, quizás mas entusiasta, pero parte de eso se le pegó a el en su momento.
—¿Enserio?
Se levantó Tord emocionado con una sonrisa, quedando frente a frente con Matt, quien era un poco más alto que el noruego.
—¡Si! Ahora que "volviste" podemos hacer más cosas contigo, solo si quieres, claro.
Tord sintió una enorme alegría al escuchar esas palabras. Aquel joven no estaba tan acostumbrado a los abrazos como solían estarlo sus amigos, ni siquiera con Edd se abría tanto; pero su emoción era tan grande que saltó a abrazarlo alegremente, Matt estaba feliz, rió correspondiendo su abrazo y comenzaron a dar vueltas por aquella habitación hasta caer en la cama abrazados, no les importo. Seguían igual de alegres y también tenían algo de sueño como para ponerse a cuestionarse la posición en la que estaban, y de ser así extrañamente Tord no quería alejarse.
Pasaron los minutos, ambos se quedaron en silencio, ambos ya estaban tranquilos, pero ninguno se movió de su posición. Poco a poco se empezaron a quedar dormidos, primero fue Matt, Tord se quedó unos pocos minutos más mirando al techo pensativo, cuestionandose un poco la razón por la que vino, lo que estaba pasando, pero finalmente poco a poco el sueño le fue ganando.