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16 de octubre 8:00 PM.
Mu Qing pudo escuchar el timbre ser tocado. Recorrió lentamente la cortina que da a la parte delantera observando como la mucama abría el amplio portón de madera dejando entrar a la familia Song.
Una mujer entro haciendo sonar sus tacones a cada paso que daba, enseguida entró un hombre mayor un poco mayor y peso algo peculiar y.... ese era su prometido.
Al instante cerró la cortina mientras corría a la puerta aplicando el seguro.
¿No iba a casarse? No con el, no importaba cuántas ve es su padre lo golpeará. Está vez trataría de alzar la hoy mucho más fuerte que las anteriores.
No iba a formar su sentencia con este matrimonio, no con el, el no sería su verdugo.
Sentía un nudo formarse en su garganta. La vida como al suerte le estaba dando la espalda a Mu Qing su vida está condenada a ser un martirio.
Podía sentir el latir de su corazón, podía sentir la opresión sobre está ante cada minuto que pasaba. Fue Entonces que miro el reloj marcaban las 8:05 pm.
Llevo las manos a su cabeza, masaje con esmero su cien mientras sentía la gran necesidad de salir corriendo de ahí, debía de huir, pero a dónde. Si sus padres en menos de 10 min lo encontrarían.
Mu Qing suspiró al recordar el chip. Fue entonces que se permitió llorar.
No había nada que hacer, solo tenía que bajar y comprometerse con él. Cosa que aún seguía negándose.
- Mu Qing, los señores Song están abajo no hay que hacerlos esperar - escucho a su madre decir al entrar a su habitación - ¿Que es lo que tienes? - pregunto mientras lo llevaba a la cama.
Mu Qing aspiro la nariz mientras miraba a su Madre - No quiero casarme, no con el, elijan a alguien más - soltó en un susurro bajando la cabeza.
Su madre lo miro extrañado mientras levantaba una ceja, para enseguida tomarlo de las mejillas obligándolo a mirarla - No es momento para comportarse de esa manera Mu Qing, ya lo habíamos hablado.
Mu Qing la miro sin dejar de llorar - No quiero casarme con el, elijan a alguien más con el no - repitió.
Su madre soltó un suspiro mientras se levantaba de la cama - Lo que pides es imposible, y la decisión a Sido tomada - explicó - vamos ponte de pie que quiero verte.
Mu Qing lo había intentado, pero todo fue en vano no habia una salida para ésto. Con cuidado se levantó limpiándose las lágrimas con sus manos.
