𝑭𝑶𝑹 𝑴𝑬?=ʸᵉᵒⁿᵇⁱⁿ

07

—¿Por qué?—preguntó, sin entender mucho y ladeando la cabeza hacia un costado. Vió a Yeonjun mirarlo por dos segundos antes de suspirar.

—Porque prefiero hablar de ti— Soobin sintió sus mejillas aún más calientes que antes, y bajó la mirada a sus dedos con una sonrisa nerviosa—o de mi, no lo sé.

Soobin no pudo ver la expresión de Yeonjun, pero realmente él quería conocerlo y no gastar su tiempo con él hablando de su novia, cuando cualquier otro chico alardearía sobre lo fantástica que es su relación.

Soobin comenzaba a sentir pequeños hormigueos cada vez que estaba con el castaño. La atención que este le daba los últimos días era tan rara, pero cómoda, cálida y satisfactoria. Sus malos ratos comenzaban a esfumarse cuando el chico sonreía. Y Soobin sabía que se estaba metiendo en un lugar demasiado peligroso, y que debía ordenar sus ideas y convencerse de otras que no le agradaban tanto. Pero era eso, o seguir ilusionándose con el perfecto chico de pelo castaño, brazos
fuertes y ojos tan expresivos que tenía una novia-y para colmo era su compañera de trabajo-y que nunca le daría una oportunidad.

Pero por el momento, no lo haría, tal vez mañana si, pero hoy quería hablar y saber más sobre Yeonjun.

—¿Ah sí?—cruzó sus brazos por encima de la barra y levantó una ceja, cosa que no se vio por su cabello negro peinado hacia abajo—Entonces cuéntame de ti, hyung.

Yeonjun chasqueo la lengua, olvidándose repentinamente de sus pensamientos negativos y mirando a Soobin con una sonrisa cómica.

—No soy para nada interesante— Yeonjun se encogió de hombros, y Soobin no pudo estar en más desacuerdo.

¿Qué no tendría de interesante un hombre como Yeonjun?

—Anda, cuéntame sobre ti, solamente sé que te llamas Yeonjun—Soobin hizo un puchero y pestañeo un par de veces rápidamente, intentando utilizar el encanto que tenía para convencer a Yeonjun.

Le miró enfocarse en su rostro, desde detrás de la pantalla de su computadora, y supo que había conseguido su objetivo al verle sonreir entre un suspiro y cerrar los ojos por un par de segundos.

—Mi nombre completo es Choi Yeonjun—dijo, para luego abrir los ojos y enfocarlos en los de Soobin—tengo 22 años, tengo un perrito llamado Sean, mi color favorito es el azul, estoy en mi último año de música en la universidad de Seúl, me gusta la moda y... estoy intentando ser vegetariano.

Lo último hizo que Soobin, elevará las cejas—¿vegetariano?—preguntó, sin poder creerselo.

—Si, osea, intentando, por ahora soy una especie de pseudo-vegetariano o algo así—Yeonjun se rascó la nuca, volviendo la vista hacia su computadora y tecleando un par de cosas más. Soobin asintió, comprendiendo.

—Qué genial que estudies música, ¿es tu pasión?—volvió a preguntar, completamente curioso y escuchando con una sonrisa la risita de Yeonjun.

—Algo así también, en realidad soy muy artístico, sé pintar, componer, producir, bordar, dibujar, rapear, cantar y bailar, pero me enfoco más en la música.

Soobin abrió los ojos como plato, ¿acaso había algo que Yeonjun no pudiese hacer? Ahora, aparte de sentir una profunda atracción hacia él, un deje de admiración se coló en el penlinegro, el jamás había sido bueno para muchas cosas a la vez, durante la preparatoria solamente estuvo en el taller de danza, y era lo que mejor se le daba y casi lo único que le gustaba hacer.

—Wow, ¿y así te consideras poco interesante?

Yeonjun se encogió de hombros—¿Y tú que estudias?—le preguntó de vuelta, terminando el tema sobre él mismo.

Soobin le miró incrédulo, él no estaba estudiando en ninguna parte y ninguna cosa, se dedicaba a su trabajo
y a ahorrar dinero para si mismo—¿Cuantos años piensas que tengo?— respondió con otra pregunta, elevando una ceja y dedicándole a Yeonjun una mirada incrédula.

—Hummm, ¿21?—el castaño dijo con duda, haciendo una pequeña mueca que arrugó su nariz e hizo a Soobin derretirse por lo lindo que se vió aquello.

Negó con la cabeza, mirándole algo ofendido—Tengo 18, y acabo de dejar la preparatoria en julio. Me he tomado un año sabático para tr-"

—¡¿TIENES 18?!—exclamó Yeonjun, interrumpiendole y logrando sobresaltarle al sentir al castaño elevarse en el asiento e inclinarse hacia él con el ceño fruncido y la boca entreabierta.

—Uh-uh... si, t-tengo 18—Soobin se mordió el labio, desviando la mirada hacia la calle para no colocarse más nervioso de lo que estaba.

Miró de reojo como Yeonjun se volvía a sentar y se cubría la boca con una de la cabeza, apenado y repitiéndose lo tonto que era por colocarse nervioso solo por tener a Yeonjun más cerca de lo normal, mentalmente.

—Son 4 años de diferencia—susurró Yeonjun, lo suficientemente fuerte como para que Soobin le escuchara y levantara la vista hacia un perdido mayor sentado frente a él.

—¿Y-y qué tiene?

—Al menos eres lo suficientemente legal.

Soobin enarcó una ceja, sin comprender.

—¿Legal para qué?

—Para nada—Yeonjun dejó de mirar a un punto muerto en la barra para sonreírle, y nuevamente escribir en la computadora.