Capítulo 1

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Año nuevo, curso nuevo, y profesores nuevos.

A cualquier alumno le podría entusiasmar un cambio de profesores, sobre todo si no te llevas bien con ellos.

Pero para Leah, justo en ese momento, era una completa pesadilla.

Haber suspendido toda la materia de inglés no le había dolido en si, pero el tener que buscar al maldito profesor, el cual parecía estar escondiéndose de ella a propósito, para saber que debía hacer para poder aprobar.
Eso le estaba jodiendo la vida.

En este momento, justo en estos mismos instantes, Leah se encontraba casi corriendo por los pasillos de la gran institución en donde se dedicaba a pasar las clases durmiendo.

Los casi interminables pasillos, pintados de colores neutros para que a los alumnos no se les olvidase en donde estaban.
Las escaleras, las cuales parecían infinitas tanto si las subías como si las bajabas.
Las miles y miles de puertas en cada esquina, todas con un número encima de ellas para poder identificarlas.

Pero aún así, no había nada que señalizase en donde mierdas se había metido aquel desquiciado profesor, quien suspendió a la pobre Leah simplemente porque esta le dijo que un orangután sabía más de inglés que el.

Leah resopló, visiblemente enfadada y al borde del colapso mental.

Había tenido que esperar tres horas para la hora del descanso, esperando así encontrar a su antiguo profesor de inglés.
Fue a la cafetería, para ver si tenía un poco de suerte y le encontraba allí, tomándose un café y alguna pasta como siempre solía hacer el año pasado.

Pero para su desgracia, no estaba allí.

Decidió ir a los pisos superiores, a mirar por las clases, para ver si por suerte le encontraba recogiendo sus cosas a punto de salir, aún haciendo clase, o golpeando a algunos alumnos que no se sabían el verb to be.

Revisó toda la primera y segunda planta, incluso preguntó en las salas de guardia de dichos pisos para ver si alguien le había visto si quiera.

Pero nada, absolutamente nada.

Parecía haberse esfumado en el aire.
¿Era acaso su día libre? ¿Un jueves?

Sus piernas comenzaban a cansarse, había recorrido ya tres pisos sin haber obtenido ningún resultado a su favor.

Derrotada, Leah decidió sentarse en uno de los pocos bancos que habían en cada piso.
Dejando ir un respiro, hecho su cabeza para atrás, dejando que su cabello acompañara esta acción e irse hacia atrás.

Resignada, la peli negra se levantó decidida de su asiento.
Tendría que poner en marcha su plan B.

Dio unos pasos hasta llegar a la clase que más cerca tenía, la cual estaba vacía y casualmente abierta.
Se sentó enfrente de un ordenador y lo encendió, sin miedo a que alguien entrase derrepente al aula y la viese allí.

Cuando el aparato eléctrico ya estuvo encendido, se fue a Google e introdujo el nombre del profesor que buscaba.
Richard Riachuelo.

Casi inmediatamente (sin contar la lentitud del WiFi del colegio) le salieron varios resultados. Pero, ninguno era el que buscaba.

"Psicópata roba un oso panda un zoológico"
"Psicópata quema un puente"
"Psicópata le vende droga a menores de edad"

Fácilmente se podría confundir a su profesor con cualquiera de estas noticias.
Pero sin una foto no podría confirmarlo.

Entonces se le ocurrió un plan C.

Buscar a alguien más.

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Historia hecha por mi y por nathyy1920

The Lost Englash ProfeteacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora