Capítulo 18

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Las dos hermanas gemelas llevaban ya mirándose fijamente por cinco minutos.

Habían salido hacía un rato de la última clase del día, y por petición de Cloe, ella y Leah se habían alejado de todos los demás para poder hablar con tranquilidad.
Aunque Leah fue, prácticamente, arrastrada por la otra, ya que intentó huir nada más la puerta de la clase se abrió.

—¿Me vas a decir algo o que? —Preguntó Leah, confundida y nerviosa, muy nerviosa.

También fue, por petición de Cloe, que La Pirómana no se encontraba junto a ella, y las estaba mirando de lejos junto al Joselu, intentando leer los labios de las dos chicas.

Pero lo que Leah no se esperaba, era recibir una fuerte bofetada que casi la deja en el suelo.
Cuando consiguió recomponerse, dirigió una de sus manos a su mejilla, intentando calmar el dolor.
La Pirómana y Joselu, estaban impactados.

—Eh, ¿debería intervenir? —Le preguntó La Pirómana a su compañero, quien se cubrió la boca con las dos manos para no empezar a chillar.

Antes de que Joselu pudiese pensar en una respuesta, la puerta del baño de las chicas —que estaba a su lado— se abrió un poco, dejando ver a la Marí Juana Pedrosa.

—Ni se te ocurra —Murmuró, antes de volver a cerrar la puerta, dejando a los dos más locos que antes.

—¿Que coño ha--

—¡Cállate! —Le interrumpió Cloe a su gemela— ¡Cállate que ya me tienes harta!

Si antes no estaba confusa y nerviosa, ahora sí que lo estaba.

—¡Por tu culpa tengo que ir al psicólogo, tomarme tres calmantes diarios —Comenzó a enumerar sus males— y además se me está acabando el dinero!

—¿¡Pero que culpa tengo yo?!

—¡Ninguna! —Gritó de vuelta— ¡Pero le tengo que culpar a alguien! ¿¡No ves?!

Leah estaba a punto de salir corriendo para no volver.
La primera conversación que tenía con su hermana gemela perdida eran gritos y golpes, nunca había soñado con un reencuentro porque no tenía ni idea de la existencia de Cloe, pero este no sería su reencuentro soñado.

—Bueno, calmemonos —Volvió a hablar Cloe, después de unos segundos en los que había estado caminando de un lado a otro.

—¿Como? Pero sí has sido tú la que--

—¡Que te calmes joder!

—Vale, vale...

Cloe volvió a quedarsela mirando, durante un par de minutos en los que, Leah, tenía demasiado miedo como decir una sola sílaba.

—Me he enterado por ahí que ya has conocido a Aiden Star...

—Ha dicho el nombre de Aiden, lo sé... —Murmuró Joselu, mientras que el y La Pirómana aún observaban aquellos extraños acontecimientos.

—Hagamos una cosa —Volviendo a Cloe— Tu, te vas a asegurar de sacarle mucho dinero a Aiden, no es difícil, yo lo logré en tres meses

—¿Que? ¡Ni de coña!

—Vamos, a ti te será el doble de fácil, tenemos la misma cara

—¿Pero que eres, idiota? ¿Además de robarle al chico ese, quieres que yo lo haga también?

—¿Porque no? —Cuando Cloe se percató de que Leah estaba a punto de dar media vuelta e irse corriendo para huir, la agarró del brazo.

—¡Sueltame! ¿¡Qué te pasa?!

The Lost Englash ProfeteacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora