"Juntos."

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Edgar está abrazando a Nati, ella duerme plácidamente, se levanta lentamente, evitando que se despierte, arropándola con las sábanas y va a por su ropa, se viste y hace un par de llamadas, cuando Nati se levante, quiere que la merienda la traigan a la habitación, y él se encarga de servirla. Después de la merienda..., bueno, le gustaría llevarla a la playa, pero eso ya son las ganas que tenga ella de levantarse de la cama.

La poca luz que entra por la ventana, ilumina lo suficiente el rostro de Nati, él se queda mirándola sin apenas parpadear y es una sensación maravillosa. Poco a poco, nota como ella se mueve, pero ya, no hace nada más. Suspira, ya que aún no han traído la merienda y quiere despertarla de esa manera, ojalá le salga a la primera y no se manche nada.

Suena la puerta, han llamado con los nudillos, Edgar se va rápidamente hacía la puerta para abrir. Y efectivamente, ha venido el propio dueño, sonríe a Edgar y le explica rápidamente todo, le interesa simplemente lo justo y ya está. Se marcha el "servicio de habitaciones" y Edgar va con la bandeja, hasta la cama, se sienta y llama a Nati, dejando antes la bandeja, en una pequeña mesa, que hay al lado de la mesilla de al lado de la cama.

Nati se despierta poco a poco, mira a Edgar, sonríe y este la besa, dice que se incorpore y él trae la bandeja, poniéndola en la cama, ella no puede creer lo que ve y le dice:
-Edgar, ¡esto es demasiado! ¿Por qué lo haces?
-Ya te lo dije antes, eres perfecta y esto es poco para lo que se viene, mi niña.
-¡Ay! ¡No me digas mi niña! ¡Qué me ruborizo!
-Quiero ruborizarte y... quiero volver a poseerte, ¡ha sido tan maravilloso!
-Si, más que maravilloso, ¡ha sido increíble!
-Bueno, hora de que comas algo, ¿no lo crees?
-Tienes razón, dejemos las palabras a un lado, a tomarse está maravillosa merienda, junto al chico más maravilloso del mundo.

Y ahora el que se sonroja es Edgar, que Nati le haya dicho eso le ha pillado de sorpresa, no se lo esperaba sinceramente. Mientras meriendan juntos, a Edgar le suena el móvil, a regañadientes lo mira, es "su amiga", suspira, la verdad que no quiere saber nada de ella, ahora no. Nati le mira extrañada, él niega con la cabeza, como diciendo que no es importante y retoman la merienda. Para Nati, todo esto que está viviendo con Edgar, es maravilloso, además que es demasiado y... ¡Madre mía! ¡Edgar es tan guapo comiendo! Piensa Nati, sonríe y mira de reojo el móvil de Edgar, se está encendiendo, alguien le llama, pero él no le hace ni caso, Nati le hace una seña y él, vuelve a recalcar, que no le haga ni caso al móvil. Ella se encoge de hombros y retoma de nuevo la merienda. No va a volver a insistir. Mejor lo deja como está y punto.

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Nada más terminar la merienda, Edgar deja la bandeja en la pequeña mesa de antes y Nati se levanta de la cama, se pone una bata que hay en una silla cerca de la cama y dándole un beso a Edgar le dice:
-Voy a aprovechar la bañera con el hidromasaje, que tiene que ser muy relajante.
-De acuerdo, tu relájate, yo mientras, voy a hacer algunas llamadas.
-¿Qué tramas ya?
-Es una sorpresa, ya lo verás.

Ella, mirando a Edgar con recelo, se va hacía la bañera, encontrándola, llena de agua y con varias sales de baño, se asoma por la puerta y vuelve a mirar a Edgar, este sonríe y ella, le frunce el ceño y cierra la puerta de nuevo, pone en funcionamiento el hidromasaje y el agua empieza a hacer burbujas, elije una de las bolas de las que se disuelven y durante el proceso, graba un pequeño vídeo y se lo manda a las chicas. Después, entra a la bañera y hace una foto.

 Después, entra a la bañera y hace una foto

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"Un Verano Diferente."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora