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Sus amigos lo llevaron hasta su casa, allí, desde afuera vio a su hermano viendo por la ventana, al verlo la puerta fue abierta rápidamente.

- Izuku...yo - Su hermano lo vio con la mirada más fría que podría sentir, era tan gélida que sintió verdaderamente el frío.

- Cállate Shindo - Sus ojos, verdes, se veían demaciado oscuros - Cállate antes de que decida partirte la cara - Su hermano guardo.silencio, Izuku se quitó los zapatos y su madre se hacerco.

- Oh Izuku ¿Cómo te fue? - Dijo sonriente.

- Mamá.. - Izuku vio a Shindo y este bajo la mirada petrificado - Bien - Sonrió - Pero ví las instalaciones y los reglamentos y realmente no fue algo que me sirviera, ya sabes, con mi celo y esas cosas no podían ser flexibles, así que me volví a informar y hay una universidad en Kyoto que es muy buena y es más flexible con los horarios...

- Oh bueno hijo - Su madre le sonrió - Si es lo que quieres, está bien, ven a cenar, hice Katsudon.

Cuando su madre estuvo lo suficientemente lejos Shindo hablo.

- Yo...creía que era lo mejor y tú...

- No, no creías que fuera lo mejor, solo no querías que me fuera de esta ciudad, déjame decirte que no lograrás que no me vaya, y gracias a ti, tome la decisión de ir a Kyoto que está aún más lejos, con mucha suerte quizás solo nos veamos en navidad.

- Izuku...

- Y por favor, deja de emparejarme con tu amigo, es incómodo, el no es mi tipo, nunca lo será - Dijo Izuku llendo a la cocina.

Shindo vio la espalda de su hermano alejarse y se sintió culpable, bajo la cabeza y se abrazo, no era su culpa, el solo quería cuidarlo.

Shindo recuerda vagamente aquella época, Izuku tenía seis años por esa época y el tenía ocho, ambos inocentes de lo que pasaba a su alrededor.

O no tanto.

Shindo sabía que su papá golpeaba a su madre violentamente, ¿La razón? Su madre es una omega, así de facil, también golpeaba a Izuku, puesto que desde aquella época el peliverde ya era un diestro en el piano y la voz, cosa que molestaba a su padre y sin siquiera saberlo lo tachaba como omega despectivamente tenía bastante razón su padre.

El no sufría abusos, no era golpeado y no lo mandaban a comer a una mesa pequeña y humillante, nisiquiera su padre le gritaba, ¿La razón? El se desarrollo como alfa a muy temprana edad, al usar la voz de mando en su propio hermano pequeño y madre, también puede que implique el hecho de que se parecía demaciado a su padre o que día tras día el era más y más obediente.

- Izuku - El hermano acaricio las mejillas húmedas de su pequeño hermano - Si solo obedecer a papá, no te pegaran, no cantes cuando esté el y no toques el piano del abuelo, estarás bien.

Y así lo abrazo.

Sin saber que esas palabras serían la condena de su hermano.

Así fue, el peliverde se hizo obediente y no cantaba ni tocaba, su madre era la que llevaba por parte y parte, hasta que un día, el se excedió.

Recuerda el día como un día frío y oscuro de otoño, quizás ya eran finales del mes, el estaba en la sala viendo la televisión y a sus pies en la mesa estaba su hermano dibujando.

De fondo escuchaba los gritos inentendibles de su padre y luego los golpes, era obvio, el tiene muy buen oído, escucho un golpe de piel contra piel, su padre había dado un puño limpio a su madre ¿El lugar? Por como sonaba podría ser la cara ¿Que había sucedido? Una minimes, su mamá había olvidado ir de compras esa mañana, es que Izuku había tenido fiebre, lo recuerda, su hermano aún estaba algo sonrojado por esta misma.

EL SONIDO DE MI MUSICA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora