Cuando Shen Qingqiu abrió los ojos pensó que de alguna manera había logrado morir.Aunque ciertamente no era lo que se imaginaba, se encontraba tirado en una habitación extraña. Había artefactos que nunca había visto en su vida, también había objetos que conocía ligeramente modificados cómo el sofá en el que se apoyaba su espalda.
Pero lo más extraño y lo que le hacía pensar que había muerto era que sus extremidades estaban de regreso, aún estaba herido pero al menos habia vuelto a ser un humano funcional.
Estaba a punto de levantarse cuando se encontró nuevamente con el joven de antes, al ver su expresión tonta mirándolo agudizó la mirada.
Ya no le daba la impresión inofensiva de antes, si estaba ahí con él entonces significaban dos cosas: una, que no había muerto como pensaba; y dos, que había escapado de ese infierno gracias a está persona, así que era más poderoso de lo que aparentaba.
Shen Qingqiu sabía que ese tipo de persona era aún más peligrosa que una bestia como Luo Binghe.
Pero un tipo así de poderoso, ¿qué necesitaba de él?
Sabía que ningun favor era gratis y cuando vió que la persona se iba a otra habitación entro en pánico por dentro.
Ya no tenía cultivo, así que no podía hacer cosas sucias por él. A menos que... Shen Qingqiu sintió un escalofrío recorrer por todo su cuerpo.
Era conciente de que había personas pervertidas con poder que les gustaba dominar a los débiles en la cama, les decían mascotas.
Shen Qingqiu no estaba dispuesto, era lo único de dignidad que le quedaba. ¿También le tenían que arrebatar eso?
Pero no era estúpido, no sabía dónde se encontraba y aunque tuviera un cuerpo relativamente intacto seguía sin ser un oponente para esa persona. Además de que no sabía si en el caso que de alguna manera logrará escapar la bestia lo localizaria con el gusano que le implantó.
El gusano... Han pasado un par de minutos desde que llegó y la bestia aún no había hecho acto de presencia.
¿Está persona habrá logrado evadirlo por completo?
Estaba sumido en esos pensamientos cuando escuchó que el joven estaba de regreso y rápidamente se puso en guardia.
"Ummm, aquí tienes." Le dijo extendiendo las manos dónde tenía dos píldoras blancas en una y un vaso con agua en la otra, "No es veneno, son para aliviar el dolor." Explicó como si eso fuera a aliviar sus sospechas.
"Una lástima," contestó burlón.
Si sus sospechas eran ciertas lo más probable es que se tratase de una droga de las que usan en los burdeles para confundir la mente y excitar a la persona.
Aún así se las tomo y bebió el agua de un solo trago, en cuanto la había visto le picó la garganta, no recordaba la última vez que había bebido algo.
"Despacio o sólo te hará daño, no has tomado nada en mucho tiempo."
Ja.
Shen Qingqiu hizo caso omiso de esto, no eran más que preocupaciones falsas para que bajara la guardia. No caería en una trampa tan simple.
"¿Dónde estoy y qué hago aquí?" Preguntó sin rodeos, era mejor aclarar las cosas de una vez.
"En mi hogar, y ummm... No estoy seguro."
Esa contestación vaga le molestó, demasiado misterio.
"¿Qué quieres de mí?"
"Nada, no quiero nada." Se apresuró a responder, si alguien más lo oyera le creería. Pero él no.
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Girasoles
FanfictionShen Yuan vivía una vida ermitaña tranquila hasta que cierto personaje de una novela web apareció en su sala y volteó su mundo de cabeza. Shen Qingqiu había comenzado a aceptar su castigo por todos sus crímenes cuando una persona extraña lo salvó y...