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C͓̽a͓̽p͓̽i͓̽t͓̽u͓̽l͓̽a͓̽ ͓̽2͓̽1͓̽

Zee Pruk.

Alfa de 24 años, alto, musculoso y con un encanto natural que hacía que los omegas cayeran a sus pies.

Y ahora jefe de Gulf.

—Hola, Gulf—canturreo Zee detrás del mostrador.

le ofreció una brillante sonrisa a Gulf el cual el omega le devolvió.

—Hola, Zee —el omega tomó confianza con el alfa amable.

Era la primera vez que Zee ponía un negocio, aun así la elegante cafetería con toques modernos era muy atractiva para los clientes.

La comida era buena, las bebidas eran deliciosas y aparte era atendida por dos personas sumamente atractivas.

Los omegas suspiraban al ver a Zee y los alfas coqueteaban constantemente con Gulf.

Claro que nunca fueron irrespetuosos con él, excepto ese idiota el cual Zee aventó a la calle.

Realmente fue algo qué pasó.

El alfa era muy atractivo y podía llegar a ser un poco coqueto, pero nunca lo era con Gulf.

Al enterarse de la relación de Gulf la respeto por completo y realmente le interesaba ser amigo del lindo omega de olor a flores dulces.

—¿Cómo van las cosas en casa?

—Bien, ya sabes, lo usual —río Gulf —Yoon aún no invita a salir a Ton por lo cual está de mal humor.

Zee negó con la cabeza.

—Adoro como va esta historia, es como una telenovela—río Zee —¿Max está feliz porque se acercan las vacaciones de invierno?7

El omega asintió emocionado mientras preparaba un café para un alfa que veía distraído su teléfono.

—Si fuera por Max él estaría justo ahora con nosotros preparando panques, pero posiblemente se los comería —río Gulf.

—¿Les gustaron los de moras?

Zee le dio unos panques de moras a Gulf para que se los diera a cachorros.

Además, sospechaba que al alfa de Gulf no le agradaba exactamente.

—¡Los adoraron! claro que Mew se negó a comerlos, ya sabes que es muy controlado con lo que come.

Zee lo vio sorprendido.

—Oh, entonces le enviaré unos de zanahoria.

El omega y alfa continuaron trabajando hasta que llegó la hora de salida de Gulf, en esa hora llegaba otra omega que trabajaba en el siguiente turno, Earth.

Eran las tres de la tarde y el omega seguía esperando a que Yoon llegara, el alfa le había dicho que iba a pasar por él cuando su turno terminara.

Tomó su celular y se dio cuenta que no tenía batería.

—Demonios... —susurró Gulf.

Zee al ver al omega frente a la tienda salió.

—¿Sucede algo, Gulf?

El omega hizo una mueca.

—Parece que Yoon no vendrá por mí y mi batería no funciona para llamar a Mew, creo que me iré en autobús o caminando.

El alfa negó muchas veces.

—No, Gulf. yo te llevo, te puede suceder algo y realmente yo te puedo llevar, amigo.