🌸𝔜𝔢𝔩𝔩𝔬𝔴 𝔣𝔩𝔬𝔴𝔢𝔯𝔰 𝔞𝔫𝔡 𝔠𝔬𝔣𝔣𝔢 𝔠𝔲𝔭𝔰🌸☆мewgυlғ~♡

C͓̽a͓̽p͓̽i͓̽t͓̽u͓̽l͓̽o͓̽ ͓̽1͓̽0͓̽

Mew podía ser un alfa que era respetado y temido en su trabajo por la forma tan imponente en que llegó a su puesto, siendo inteligente e ingenioso al saber cómo maniobrar a los accionistas, sus estrategias y la forma en que controlaba a sus empleados —siendo amable y caballeroso al mismo tiempo que era imponente y firme—, era un alfa hecho y derecho, formado por su padre que estaba obsesionado con la idea de un Mew fuerte y calculador que pudiese tener una familia que continuará con el legado Suppasit .

A pesar de ser todo eso, Mew era una especie de alfa empalagoso, le gustaba mimar a sus cachorros, hornear y hacer reír a sus amigos más cercanos con sus chiste absurdos y juegos de palabras ilógicos.

Muy en el fondo soñaba con encontrar al omega perfecto con el cual casarse, marcarlo y mimarlo todos los días, pero sabía que eso era imposible debido a su timidez para hablar con omegas atractivos o por el simple hecho de que ningún omega se emparejaría con un alfa con cachorros.

A pesar de saber que su misión de encontrar al omega perfecto ya había parado al conocer a Gulf se cruzó otro impedimento.

Gulf era su empleado, y no sabía cómo hablar de su enamoramiento con él sin ser inoportuno, no quería que el omega se ofendiera y decidiera irse cuando sus cachorros lo adoran, no soportaría ver a sus cachorros sentirse abandonados.

Sumándole su timidez, el hecho de que Gulf era su empleado y miedo a ser rechazado es que el omega ya estaba en una relación.

Ese doctor de ojos azules, cabello dorado y con ricitos perfectos logro que el omega aceptara ser su novio.

El alfa de Mew gruñó y aulló triste al ver al omega llegar con una cadena de oro delgada colgando en su delicado cuello, y un ramo de rosas juntas por un lazo negro.

Gulf contó la historia emocionado, con sus mejillas sonrojadas y una brillante sonrisa en su rostro.

Max escuchaba la historia con un puchero en su rostro, Yoon estaba desconfiado del alfa nuevo de su mamá y Mew ... Mew quería correr a su cuarto y llorar, especialmente porque ese brillo especial en la mirada de Gulf no se encontraba.

Tal vez tenía una gran sonrisa en su rostro, pero faltaba ese lindo brillo en esos océanos profundos.

Habían pasado unos meses y Gulf se veía triste a menudo.

Llegaba a casa triste o avergonzado, evitaba conversar con Mew quien siempre lo esperaba, y al despertar al día siguiente se veía feliz solamente cuando estaba con los cachorros.

—¿Sucede algo, Gulfi?

Mew llamó la atención de Gulf quien saltó en su lugar al ver la mano de Mew acercarse a su hombro.

Gimoteó un poco en silencio.

—N-No, y-yo solo estaba un poco distraído, el cumpleaños de Max es pronto, y su fiesta necesita muchas preparaciones, ya sabes—Gulf río nervioso y Mew lo vio desconfiado.

El día de anterior Gulf había salido con James a una cita, y al regresar este se veía un poco asustado, especialmente porque el olor de James estaba impregnándolo, pero no escondía completamente el olor a miedo.

—Sabes que puedes hablar conmigo, para cualquier cosa que necesites, Gulf—el tono serio en la voz de Mew hizo a Gulf voltear a verlo alarmado.

Este se levantó nervioso de mesa del desayuno donde estaban, tomó su taza de té que estaba a la mitad y la colocó despacio en el espacio para lavar los platos.

—T-Todo está bien, señor Suppasit. no hay nada de qué preocuparse, y-yo tengo que ir a ver a Brigth, su siesta casi acaba.

Salió técnicamente corriendo de la cocina y subió con rapidez las escaleras.