Capítulo 7

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+21 Proceda con precaución

Pov Eda
Sangre.

Ayer ni siquiera pude darme cuenta de lo que pasaba, solo hui sin mirar atrás.
Cuando llegue a casa faltaban horas para que mi tía llegara de la floristería, por lo que me apresure en lavar mi ropa y limpiar lo que pude rescatar de mis libros.
Mi mente solo daba vueltas, habían sido tantas emociones juntas que no podía reaccionar a nada. Estaba en shock.

Cuanto mas pensaba, mas entendía que las amenazas se convertirían en realidad si no hacía lo que me pedía.
Era escoger entre mi familia, lo único seguro que he tenido en la vida y el chico que conocí hace menos de dos semanas; Que se había impregnado en mi piel, adueñado de mis pensamientos... y sospecho que también de mi corazón.

La vida no era justa, muchas veces lo pensé. Y yo que creí que las cosas comenzaban a mejorar, que, así como decía mi tía, estaba llegando mi amanecer... Pero me ha golpeado la realidad.

¿Por qué la vida puso a Serkan en mi camino si me lo iba a arrebatar de esta manera? ¿Cómo podría elegir entre él y mi familia? ¿Cuánto mas tengo que luchar por ser feliz?
Preguntas al aire, que solo agudizaban mi dolor.

Lo único que podía hacer era llorar en mi habitación. Mi tía y Melo estaban fuera de mi cuarto tratando de saber que pasaba, pero no les deje entrar. Ellas no se podrían enterar de lo que paso por ningún motivo, ya que les pondría una carga que no necesitaban llevar.

Hoy volví a encender mi celular, Serkan había llamado mas de veinte veces, y para que hablar de los mensajes. Me duele el corazón, como si lo hubiesen apuñalado cientos de veces. Sabía que le había hecho daño al faltar a nuestra cita, y que quizás no querría verme... Pero dadas las circunstancias, prefiero soportar su desprecio a que le suceda algo como en el partido de polo.
Mi tía no quería asistiera hoy, pero de nada serviría desaparecer, si mi realidad me esperaría al llegar tarde o temprano. El año escolar estaba comenzando, no podía descuidarme ahora... tenía que enfocarme, aunque doliera.

Melo me lleno de preguntas camino a clases, y lo único que podía decirle era que no me sentí bien después del partido, por lo que decidí irme a casa antes. El haberme frustrado tras el partido fue una buena cuartáda, pero las esperanzas de que mi situación pasara desapercibida se desvanecieron al ver un tumulto de gente alrededor de mi casillero.
Al acercarme, la señorita Esin me tomo del brazo y me guío hacia el salón, Melo estaba espantada al igual que Fifi que me preguntaba si sabía quién había hecho esto.

— Señorita Yildiz... — Me habla de forma calmada una vez entramos en el salón. — Hoy por la mañana uno de los inspectores vio que desde su casillero... — Pude notar su nerviosismo al hablarme — Que desde su casillero goteaba sangre.

Melo se sobre salto tapando su boca con las manos. Fifi me miraba con preocupación, mientras pasaba su mano por mi espalda, tratando de contenerme.

— Eda... ¿Es por eso que te fuiste ayer? — Me pregunta con lagrimas en sus ojos.
— Necesitamos averiguar quién es el responsable de esta situación... Puede confiar en mi palabra que no se quedará sin un castigo — Me dice la señorita Esin con seguridad.
— Yo... — Todas me miran atentamente. — Yo necesito que antes de contarles lo que paso... — Ellas asienten mientras trato de formular mis palabras — Por favor no le digan nada a Serkan. —Puedo ver la extrañeza en sus caras por mi extraña petición.
— ¿Él tuvo algo que ver con esto? — Pregunta la señorita Esin con preocupación.
— No. — Respondo tajante — Pero quiero mantenerlo fuera de esto... — Digo agachando la mirada, intentando contener mis lagrimas por lo que para mi sería la situación mas difícil de sobrellevar.
— Lo prometemos Dada, pero... Sabes que él se preocupara mucho,tendrá muchas preguntas.— Dice Melo tratando de que entre en razón.
— Entonces por favor, pido que no se acerque a mi... — Veo como sus ojos se agrandan con sorpresa. — Sé que no es fácil de entender, pero... lütfen — Mi voz sale en un hilo de suplica, y parece ser que la señorita Esin entiende a la perfección mi situación, por lo que se disculpa y sale un momento del salón.
— Eda de verdad que no entendemos nada ¿Por qué no nos dijiste lo qué pasó? — Pregunta Fifi con algo de enfado.

Sabor a miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora