Prólogo

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(BaekHyun tiene un segundo nombre, que es Azazel)

ChanYeol creía que todo eso era un déjà vu como los mortales solían llamar a esa sensación de haber vivido con anterioridad aquello que se estaba produciendo por primera vez.

Él tenía las manos sujetadas con adynamía, unos grilletes provenientes de la estrella de David y una cierta cantidad de azufre, lo que hacía esta herramienta era debilitar a seres especiales, cuyo poder superaba lo normal.

Estaba arrodillado ante Dios en la corte celestial; debería ser humillante luego de haber jurado hace muchos años jamás siquiera bajar la cabeza ante ese ser tan despreciable y a quien alguna vez llamó Padre, pero más que eso, le pareció divertido como es que habían llegado a todo eso ¿A caso iba a recibir el castigo que se le debió dar hace muchos años atrás?

— Park ChanYeol, como se hace llamar en el mundo terrenal, no fue más que un traidor— había declarado Amenadiel ante todos los ángeles y arcángeles presentes— Él traicionó a Dios, padre celestial y merece recibir el mismo castigo que Samael, aunque eso sería muy poco comparado con lo que hizo.

— Amenadiel, creo que estás tomando muy enserio tu nombre—intervino sonriendo, se aseguró de hacerlo tal y como solía molestar al otro— "Castigo Divino" es como te llaman en la tierra de los vivos, si es que alguien siquiera te conoce, pero no eres más que un simple rumor para aquellos que les interesa un poco sobre el tema.

— ¡Cállate! Solo dices estulticias, no creas que porque alguna vez fuiste querido significa que ahora te librarás de lo que serás condenado. ChanYeol, tu juicio final es este.

— Hace mucho tiempo dejó de intesarme mis alas, pueden arrancarlas si quieren— soltó divertido— pueden tirarme al infierno y hasta pueden hacer que Azrael me mate, pero jamás me voy a arrepentir— juró con una sonrisa— Amenadiel, hermano ¿Tan poco me conoces?

El ángel que tenía el labor de castigar a todos aquellos que se oponían a Dios siguió hablando y enumerando todo el mal que había hecho, pues no era poco como para terminar en unas cuantas horas. Su mirada se dirigió a BaekHyun, quien nunca quitó sus ojos sobre él, su pequeño amatista, aquél que mostraba miedo y temor por lo incierto; deseó tanto no tenerlo presente en ese momento pues al parecer todo iba en contra de él y eso era mucho más de lo que Azazel podría soportar y lo confirmó cuando la espada Flamígera fue alzada siendo blandida por Azrael, el ángel de la muerte. BaekHyun quiso interferir, pero él fue lo suficiente rápido para negar y desechar cualquier acción que Azazel fuera hacer.

Miró hacia Luzbel, quien estaba al lado de su hijo listo para hacer arder el cielo si tan sólo alguien intentara tocar a BaekHyun, sabía que Samael le había agarrado mucho cariño aunque siempre grite ante los cielos que solo está agradecido con Azazel por sacarlo del infierno.

Miró a los arcángeles parados unos al lado del otro, estando en la cima Gabriel, tan espléndido y glorioso como siempre, todavía recuerda vividamente cuando se acercó a él para pedirle que se rindiera con lo que estaba preparando hace muchísimos años atrás antes de cristo; Gabriel siempre se preocupó por él y hasta trató de evitar su salida del cielo. Gabriel fue de los pocos arcángeles que nunca siquiera se le pasó por la cabeza cuestionar las decisiones de Dios y fue el que intercedió por Luzbel cuando todos querían su muerte.

Miró al arcángel Chamuel; Camniel cómo él solía llamarlo, aunque estaba un poco asustado logró sacarle una sonrisa, pues su hermano trataba de esconderse entre la multitud debido al miedo que sentía por lo que sucedería en el futuro con él. Chamuel, el arcángel del amor había hecho la obra más grata y llena de cariño incondicional por ChanYeol; gracias a ello pudo amar a BaekHyun con su misma alma, gracias a él puede sentir su corazón acelerarse cada vez que lo ve y gracias a Chamuel pudo sentir la dicha de los mortales, el simple poder del sentimiento.

Miró al frente para encontrarse con Azrael, quien tenía una mirada determinante pero sabía perfectamente que jamás arremetería contra él; Azra era de los pocos ángeles que le caía bien, aunque muchos reconozcan al ángel de la muerte como algo malo y a quien deberían temer pues es el que decide el lugar donde deberían parar las almas nuevas; Azrael no es más que un ángel bueno y demasiado bondadoso para el mundo celestial.

Al parecer la historia se iba a volver a repetir, sólo que hace muchos años atrás el que estaba arrodillado ante Dios no era él, sino el arcángel Samael, quien es más conocido como Lucifer Estrella de la Mañana luego de ser echado al infierno.

Y tan sólo pensar que todo este caos fue por cada uno de los seres inhumanos que habitaban en el cielo, quería liberarlos de la esclavitud que Dios les había impuestos detrás de palabras simples como mis fieles servidores.

No se arrepentía porque gracias a sus pecados pudo conocer a BaekHyun, el anticristo como es llamado en algunas religiones humanas, aquel que puede crear caos y crear paz en el mundo dependiendo de que lado está. Y pensar que todo esto comenzó con:

— Samael Estrella de la Mañana, lideraste un asedio contra tu padre, Dios omnipotente, cuestionaste sus decisiones como deidad del cielo y la tierra y has asesinado a los ángeles cuyo único propósito era servir a Dios, Haz cometido muchos pecados; pero debido al amor incondicional que tiene Dios por tí, te dio la oportunidad de ser perdonado siempre y cuando estés arrepentido por tus actos— Luzbel miró hacia Gabriel con una sonrisa, el mensajero de Dios sólo estaba intercediendo mientras rogaba por su rendición.

— Gabriel ¿Cuando he estado arrepentido de mis acciones?— gritó divertido para luego mirar al que consideró su creador— Jamás me voy arrepentir de haber sido parte del plan que te destruiría por siempre. ¡Padre! Yo te iba a matar y todavía siento todo el extasis como cuando se pelearon por levantar una espada en contra tuya. Si no fuera por lenguas traidoras otro estaría en tu trono.

— ¡Samael!— interrumpió Gabriel decepcionado— Si no estás arrepentido no eres digno de llevar tus alas que son signo de pureza y lo angelical. Tu sentencia será perderlas por siempre, no volverás al reino de los cielos y nunca podrás salir de Sheol.

En ese entonces ChanYeol había sentido demasiada culpa por lo que iba a pasar con Samael, su querido hermano recibió la peor sentencia que un ángel pudo tener; quería rebelarse otra vez, quería quemar los cielos y quería justicia, pero no pudo hacer nada y la última decisión que tomó fue acompañar a Luzbel al infierno dejando todo lo que tenía en el cielo.

Muy tarde se darían cuenta que aparte de la traición que cometió Samael encontra de Dios, también se había dejado llevar por la lujuria y los deseos carnales con una mortal y él fruto de ese pecado fue Doamila. La hija de lucifer había nacido completamente protegida por un aura de divinidad, con una belleza inigualable, pura y sin un matiz del mal que poseía su progenitor. 

Los descendientes de Luzbel no fueron ningún problema para Dios, pues sólo eran mujeres hermosa sin peligro alguno. Hasta que hace dieciocho años la tierra irradió un aura de misticismo y oscuridad. El aura poderosa y maligna que poseía Samael siendo un ángel.

Byun BaekHyun es su nombre y tanto el cielo como el infierno lucharán por tenerlo de su lado. El ser más celestial había nacido. Y samael no iba a permitir que aquel niño sea dominado por la divinidad y al no poder salir de aquel lugar mandó a Park ChanYeol, quien se iba a encargar de explotar lo más celestial del verdadero hijo del diablo.







Gracias por darme la oportunidad de presentarles esta nueva historia, estoy muy emocionada, en realidad he estado muy ausente preparando todo esto. Les prometo que les gustará la historia desde el principio hasta el final o eso espero. No se olviden de votar por el capítulo y comentar.

Esperen por el primer capítulo, bye.

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