CAPITULO 11 ½.- EL SUEÑO DE UNA PASIÓN

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Me quede sola nuevamente, creo que me porte altanera con Sebastian pero estoy tan confundida....

Subí a mi habitación, la comida había estado deliciosa, estaba sola y pensando en él... me recosté un poco en la cama, estaba un poco cansada y tenía tantas cosas en la cabeza, los desaparecidos, Ayato como sospechoso y el beso de Sebastian. Poco a poco cerré mis ojos tratando de dormir pero algo me despertó

Sebastian: ¿planeas dormir así? Vestida aún, será incómodo. Será mejor cambiar tus ropas por algo más propio.

Kei: porque no llamaste, me pudiste encontrar en ropa íntima –hice muecas en modo de desagrado-

Sebastian: eso –se acercó rápidamente a mi tomándome de la barbilla y pegándome a su cuerpo- ... hubiera sido excelente, ¿no crees?

Kei: idiota...


Narra Sebastian


Kei: idiota –ella ladeo su cara, estaba sonrojada, la verdad es que me tentaba a más, pero por respeto no me acerque-

Comencé a buscar su ropa para dormir, ella permanecía sentada viendo cada uno de mis movimientos


Narra Kei


Como otras tantas noches, quito su corbata y la puso en sus ojo, se acercó a mí y desato los nudos de mi vestido, lo hiso tan lentamente que comencé a sentir excitación y para poder contenerme mordí mi labio inferior

Sebastian: estas muy callada ¿sucede algo? -Susurro a mi oído-

Kei: No... no pasa nada, apresúrate que tengo sueño –disfrace mis palabras-

Después de desatar esos nudos que resguardaban mi cuerpo, comenzó a quitar ese vestido. Yo estaba parada y el poco a poco bajaba para dejar mi ropa en el suelo, la exitacion de mi ser era cada vez mayor, cuando iba a la mitad, un beso en mi brazo y otro en mi vientre produjo un escalofrió que corrió por todo mi cuerpo.

Sebastian: lo siento

El quedo abajo unos momentos con sus brazoz rodeando mi cintura, disimulando ese abrazo que el quería y yo deseaba... su respirar en mi vientre fue lo que hiso que me inclinara y pasara mis manos sobre su cabello, lo abraze dejando su cabeza entre mis pechos

Kei: Sebastian –le susurre- no resisto más

Con delicadeza quite esa corbata que cubría los ojos de mi demonio, con la otra mano comencé a desabotonar su chaleco y su blanca camisa.

Sebastian: yo también te deseo –dijo levantándose y a la par me beso con una pasión-


Narra Sebastian


Mientras ella desabotonaba mi camisa, yo la soltaba para ayudarle con mi pantalón sin dejar de besarla, estaba experimentando algo que solo con ella podía sentir, estaba tan excitado, cuando termine de quitar la ropa de ella y la mía, que en esos momentos estorbaba, la cargue abriendo sus piernas y besándola, esta vez mi lengua estaba en su boca, jugando con la de ella.

Caímos sobre la cama, ella quedando debajo y yo encima, ella volteo un poco su cara, estaba muy avergonzada, estaba desnuda, yo estaba desnudo y estaba conmigo y yo con ella.

Sebastian: -me incline un poco para llegar a su oído y le susurre- Eres hermosa –acto seguido mordí su oreja y comencé a lamer hasta su cuello. Ella dio un pequeño quejido de placer y comenzó a abrazarme cada vez más fuerte. Yo estaba en sus pechos, jugando delicadamente con ellos, los mordía, los besaba. Eso nos excitaba. Ella solo gemía.

De sus pechos pase a su boca, esta vez ella introdujo su lengua en mi boca y comenzamos una guerra en la que ambas lenguas se golpeaban levemente. De la nada mi miembro la buscaba intentando entrar, comencé a darme un masaje preparándome para el acto, ella me alejo un poco y siguió con el masaje, luego... sucedió.

Entre en ella provocando un grito, un grito que ambos dimos y que se ahogó en un profundo beso de placer.


Narra Kei


Era doloroso, demasiado pero también era placentero, mis gritos se convirtieron en gemidos, cortos y ahogados. Él chocaba contra mí suavemente, en ocasiones aceleraba su ritmo, haciéndome gritar, el gemía y eso me excitaba. Estaba sobre mí y yo debajo un movimiento me hacía subir y bajar rápidamente. Los ruidos que salían de nuestros cuerpos se hacían más evidentes, él estaba muy excitado y yo lo estaba más.

Cuando el golpeaba más fuerte dentro de mi yo cubría mi boca con una mano para evitar el quejido y con la otra apretaba las sabanas buscando que me ayudaran. También rasguñaba sus brazos, eso lo excitaba aún más.

Por un momento salió de mí y beso mi cuello dando mordidas dolorosas, pero excitantes

Sebastian: con esto sabrán que tienes dueño, que eres mía y de nadie más

Yo solo asentí lo quería en mi otra vez, bese su cuello. Lo tome e hice que cambiáramos de posición quedando yo sobre él. Una vez arriba, comencé con el masaje a su miembro, el gemía, eso le gustaba, comencé a besar su cuello mordiéndolo sin dejar de masajear, baje hasta su pecho y lo bese, saque mi lengua y recorrí su torso suave, con la otra mano le daba rasguños y luego pasaba mi cuerpo por donde dejaba marca, baje un poco más y tuve que detener el masaje. Comencé a hacerlo con mi boca.


Narra Sebastian


Lo hacía muy bien, era un placer del que no quería salir, la detuve y la pose sobre mí, entrando una vez más, daba pequeños brincos y gritaba levemente. Nuestra excitación está por llegar al punto más alto, la tome de la cintura y comencé a azotarla más rápidamente, mis gemidos y los de ella eran mayores, no me importaba si nos escuchaban, solo quería más de ella.

En el éxtasis de esa pasión, acabamos uno en el otro quedándonos sin aliento, cansados, pero felices, extasiados de una noche placentera, perdi la nocion, no sabia uanto tiempo había pasado desde que empezamos.

Todavía dentro de ella me levante y la abrace, bese una vez más su cuello y su boca, nos quedamos así unos momentos

Kei: Sebastian, me gustas, te amo... -susurro entre besos acariciando mi espalda desnuda-


Narra Kei


Sebastian: yo te amo aún más, no me importa que rompa con todas las leyes, un amor entre un humano y un demonio ahora es posible... te amo –me besaba suavemente y entre cada beso y mordida de mi boca salían pequeños gemidos- eres mía... me perteneces...

En ese momento alguien llamo a la puerta abrí mis ojos rápidamente viendo hacia la puerta, él no estaba ahí, su aroma, no estaba, su esencia se había ido. Todo había sido un sueño, un placentero sueño de amor. Suspire cansada, como si realmente hubiera pasado, ladee una pequeña sonrisa y dije


Adelante...

Akuma no himitsum (El secreto de un demonio)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora