Jeon Jungkook, un hombre con aura dominante, que irradia elegancia por donde quiera que va, CEO de Jeon's Empire, quien diría que ahora mismo se encuentra destrozado y sin poder creer que vivió engañado durante casi seis años, y se le destrozo aun más su corazón al momento de poner un pie en su antigua casa y ver al pequeño Soobin correr feliz hacia él con sus brazos estirados.
-Papii- grito sonoramente mientras era cargado por su "papi"- Te extrañe papi, tienes que ver los juguetes nuevos que me ha comprado mi mami- exclamó feliz y enrollo sus cortos bracitos alrededor del cuello del rubio.
-Claro pequeño, muestramelos- murmuró el mayor tratando de que no se le quebrara la voz, bajo al menor y lo vio alejarse corriente a la planta de arriba en busca de sus nuevos juguetes.
Antes de dar un paso más hacia adentro, diviso a un aún esposa en el umbral de la puerta de la cocina, con un delantal puesto.
-¿Que te trae por aquí Jeon?- murmuró la pelinegra
-Necesito el divorcio- trato de no sonar duro pero le era imposible al recordar la forma en la que le mintió.
-¿Q-Que? N-No es cierto
Jisoo sabia que en algún momento el rubio aparecería por esa puerta con unos papeles en la mano en busca del divorcio, pero no creyó que sería tan pronto.
-Jisoo, seamos sinceros el uno con el otro por favor- soltó un suspiro y continuo- Supongo que ya lo has de saber, pero hace casi un año, conocí a un chico, fue inevitable no caer ante sus encantos, trate de evitarlo pero me ganó la tentación, hace algunos días nació mi hija, y de ahora en adelante quiero hacer las cosas correctamente con el- se quedo en silencio un momento al ver lagrimas caer por el rostro de la chica, trato de que no se quebrara la voz cuando escucho los pasos de Soobin bajar, tratando de no tirar sus juguetes- Te pido por favor sinceridad, ya se que Soobin no es mi hijo.
La pelinegra no podía creer lo que estaba escuchando, no salía palabra alguna de su boca, sabía que ya no había vuelta atrás, tomó los papeles y firmo el divorcio mientras inevitablemente caían lagrimas de sus ojos recordando los buenos momentos que pasó con su ahora ex esposo.
-¿Porque llora mamá?- ambos mayores escucharon la voz del pequeño, se les partió el alma por la noticia que tenían que darle.
Jisoo se arrepentía de haber mentido cruelmente desde un principio, de no haber dicho la verdad, viendo que su hijo será el que sufra más.
-Pequeño, tu mami y y-yo tenemos que hablar de algo contigo, queremos q-que lo tomes de la mejor manera y n-no nos odies, p-por favor- Jungkook se puso de cuclillas tomando los hombros del menor, mirando sus pequeños ojitos desconcertados
-¿H-hice algo malo papi?- murmuró el pequeño
-No p-pequeño, no has hecho nada malo- el rubio no pudo aguantar más y se le quebró la voz, le dolía la situación en la que estaban.
Hubo un silencio durante unos minutos que parecían eternos, solo se escuchaban los sollozos de los mayores.
-C-cuando estaba en secundaria tuve mi primer novio, Hae-In, pero por circunstancias del destino y familiares no pudimos seguir mucho tiempo juntos y el se tuvo que ir del país, tiempo después el regreso y me busco, no dude en aceptar verlo, fue cuando te dije que haría una pijamada con las chicas pero no, fui a verlo a el- tomo un sonoro suspiro, limpio una lágrima y continuo bajo la atenta mirada de su ex esposo- me sentía mal por engañarte, estaba dispuesta a decirte la verdad pero al siguiente día el se volvió a ir para no saber más de mi, al mes me enteré que estaba embarazada, n-no quería quedarme sola y opte por decirte que era tuyo
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PROHIBIDO- Au Kookmin
RandomJeon Jungkook, un hombre trabajador, con una vida perfecta junto a su esposa e hijo. Park Jimin, un chico feliz por su reciente compromiso. Ambos felices, con una vida hecha junto a su pareja, todo marchaba bien, hasta que cruzaron sus caminos. ...