Billy Showalter era el niño de los periódicos que todos los días sin falta daba una parada en su camino para ir a saludar y platicar con su mejor amiga Alice Blagden afuera de su casa, y claro, hoy lo haría sin duda. Era fin de semana y Alice en sábado y domingo se despertaba temprano como cualquier día, se arregló y bajó a servirse de desayunar, su padre estaba dormido aún. No tardó en escuchar desde la cocina como lanzaban periódicos a la distancia y como aquel ruido se acercaba cada vez más, dejó en la mesa su caja de cereal junto con su plato, y fue a abrir la puerta.
Ahí estaba Showalter, con una sonrisa— Buenos días, Alice —Dijo con un tono de voz algo alegre, para luego entregarle un periódico enrollado, desde que eran amigos, no lanzaba el periódico a la casa de la joven desde lejos, mejor, se lo entregaba de la mano
— Buen día Billy.. ¿Qué te pasó ahí? —Preguntó señalando el codo del niño, que estaba con un raspón que al parecer, apenas se lo había hecho.
— Ouh, me caí de la bicicleta, no es nada —Dijo mirando su codo, para luego responder con una sonrisa.
—.. Espera aquí —Dijo Alice entrando a su casa por unas llaves, para volver a salir y cerrar la puerta— Vamos, te voy a comprar unos apósitos para que eso no se te infecte ¿sí? —El niño asintió, la tomó de la mano y caminaron por la acera.
Billy veía a Alice como si fuese su hermana mayor, y ella también había tomado parte de ese papel, cuando ella no iba a la escuela pero en cambio Billy si, ella iba a recogerlo, ya que el siempre se va solo de la escuela en su bicicleta, claro, exceptuando cuando ella va por el.
No tardaron en llegar a Grab N Go, el mini mercado donde vendían cosas variadas y claro, lo más famoso de ahí, las maquinas de pinball, habían dos o tres ahí, y claro, siempre estaban llenas de chicos y adultos pegados al juego. Alice y Billy entraron y se separaron, Blagden se dirigió a comprar los apósitos y demás mientras que, Showalter estaba viendo un chico jugar pinball, el cual llevaba un gran puntaje.
— ¡Vamos Vance! —
— ¡Supera tu record Vance! —
— ¡Tu puedes Vance! —
Billy miraba sorprendido como el rubio golpeaba cada vez más fuerte los botones del juego, al parecer lo tomaba muy enserio— Billy ya está, hay que irnos —Le dijo Alice, con una bolsa de plástico y un ticket en mano, haciendo que el castaño saliera de su trance, la chica no tardó en notar a Vance jugando pinball, pues bien sabía que el recurría mucho a ese juego debido a los rumores que hacían en el instituto sobre Vance "malandro"— ¡Hopper! Me da gusto verte, ¿Qué haces? —Dijo con algo de sarcasmo, mientras posaba sus manos en un lado de la maquina de pinball.
— ¿Y tu que crees que hago? —Dijo entre dientes, con un tono serio, estaba muy centrado en su juego. Y ahí Billy cometió un gran ¿error? ¿se consideraría error? Aún no se sabe. Pasó muy cerca de la maquina y la movió ligeramente, haciendo que Vance se distrajera y perdiera, rápidamente el volteó a ver al niño con los ojos bien abiertos, lo empujó y la multitud alrededor de Vance abrió paso para que el niño casi cayera si no hubiera sido por Alice, quién lo atrapó antes de que cayera.