El Hilo rojo del Destino - XiCheng

Capítulo 5: 𝑈𝑛 𝑝𝑎𝑠𝑎𝑑𝑜 𝑔𝑒𝑛𝑡𝑖𝑙: 𝑃𝑎𝑟𝑡𝑒 5. 𝐴𝑠𝑐𝑒𝑛𝑠𝑖ó𝑛

Título del capítulo de la canción Ascension de Berlinist

Jiang Cheng estaba jodido.

¡Jodidamente Jodido!

No había tenido tiempo suficiente para procesar lo mucho que había extrañado a Xichen desde que se separaron antes de la Conferencia, pero luego ese bes-- eso sucedió.

Y no había estado listo. En absoluto.

Cuando el otro hombre agarró su brazo, sabía que algo fundamental estaba a punto de suceder. Sin embargo, no se esperaba eso.

Todavía había estado tratando de darle sentido a lo que sentía por el hombre porque era algo que nunca había experimentado antes, por lo que ser abofeteado en la cara con una demostración física muy precisa había sido demasiado en ese momento.

Después de que Xichen lo besara, se había quedado en blanco. Y había entrado en pánico, así que corrió.

Sabía que la había jodido desde que dejó la tienda, pero no podía dejar de correr. Se había escondido en sus habitaciones, cerró la puerta con llave y miró a la pared opuesta hasta la hora de la cena.

Incluso entonces, no pudo mirar a Xichen a los ojos y apenas registró la totalidad de la noche. Se fue temprano para sentarse solo en su habitación y realmente pensar en lo que quería hacer ahora.

Había tomado algún tiempo admitir esto, pero le había gustado, incluso si se sentía completamente nuevo y extraño. La emoción que trajo fue diferente a cualquier otra cosa, y el hecho de que fuera Xichen hizo toda la diferencia.

Le gustaba.

Le gustaba un hombre.

Sin embargo, incluso después de darse cuenta, no pudo encontrar el coraje para acercarse a Xichen por su cuenta. Fue solo después de que se encontró con el Primer Jade durante esa cacería nocturna que vio de primera mano cuánto daño había causado su reacción al otro hombre que le hizo darse cuenta de su absoluto egoísmo.

Había estado tan concentrado en la crisis interna que enfrentaba que había ignorado por completo cómo sus acciones debían parecerle a Xichen y cómo el hombre debía sentirse después de que aparentemente lo había rechazado.

Trató de decirle a Xichen que estaba equivocado, que no lo había forzado a nada, cuando su estúpido hermano tuvo que hacer una entrada y presumir.

Ahora, Jiang Cheng se sentó en su oficina en medio de la noche con un pincel, tinta y un papel vacío.

Había querido hablar en persona, pero no había sido capaz de atrapar al otro hombre en cualquier lugar privado antes de que la conferencia terminara y las sectas se dispersaran. Había estado pensando en lo que le escribiría todo el camino a casa, pero todavía no podía reconstruir sus propios pensamientos. Es por eso que después de que el grupo de Yunmeng Jiang llegó al Muelle de Loto, todos se colapsaron en sus camas excepto Jiang Cheng.

Respiró para calmarse y levantó su pincel.

Estimado Xichen,

Él escribió y aplastó el papel en su mano inmediatamente después.

Él consiguió uno nuevo.

Xichen,

He querido disculparme contigo desde el día de la competencia de tiro con arco.

Tu propia disculpa era innecesaria, porque tú no hiciste nada que yo no deseara,

Solo estaba demasiado asustada de lo que significaba. Nunca quise hacerte daño.