[X] Ondar

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El viento cada vez era más fuerte, moviendo bruscamente las hojas de los árboles. La luz estaba en un punto perfecto, listo para salir y jugar con el bosque.

Faltaba poco para el aniversario de los Bakugō, y ahí estaban los dos hombres de la casa planeando una sorpresa para la mujer.

—¿Qué te parece...si le regalamos unas flores, Katsuki? — Ambos chicos estaban sentados sobre un largo tronco, lejos de su hogar.

—¡Sí! A mamá le gustan los tulipanes. — Respondió el niño emocionado. El mayor se acercó al pequeño con una sonrisa.

—¿Sabes el significado de la flor, Katsuki? — El niño negó —«Amor perfecto»

—Les queda como anillo al dedo — respondió de forma burlona —. Se aman mucho, y a veces eso es asqueroso.

No sabe la cantidad de veces en las que los encontró besuqueándose en la entrada de su casa, o en la sala.

El mayor soltó una carcajada. Su esposa era una mujer amorosa, si ella lo besaba, quién era él para negárselo.  Estaba agradecido con la vida que le había tocado.

—¿Sabes, hijo? Nosotros nos enamoramos muy rápido, y a veces eso no es bueno. — Contó.

—¿Por qué?

—Porque puede que la persona de la que nos hemos enamorado no sienta lo mismo, porque nosotros nos adelantamos mucho — hubo un pequeño silencio —. Hay una historia que cuenta sobre una mujer dragoniana que se enamoró perdidamente de un humano.

—¿Un humano? — Preguntó acomodándose en el tronco.

—Sí. Como ya sabes, los humanos no son iguales a nosotros, ellos son más débiles, frágiles, y nosotros también lo somos, pero en el interior.

Nuevamente guardó silencio, y Katsuki comenzó a fruncir el ceño.

—¿Y? — Insistió —¿Qué pasó?

El adulto cortó una de las ramas para dibujar a dos personitas sobre la arena: una mujer con alas y un hombre con una espada.

—Ella lo veía de lejos ya que para los humanos nosotros somos inexistentes, pero un día, él la divisó entre los arbustos y tuvo mucha curiosidad — posterior a lo que dijo, dibujó a la chica escondida detrás de unas pequeñas hojas —. Poco a poco ambos se hicieron cercanos y luego de unos días ella le confesó su amor, pero él le preguntó: “¿Por qué? ¿Por qué me amas si ni siquiera me conoces?” — miró al chico disimuladamente y amplió su sonrisa al verlo intrigado. Siguió —Y ella le respondió con otra pregunta: “¿Por qué no puedo enamorarme sin siquiera conocerte? ¿Por qué dudar en lo que siento, si está claro que quiero sentirlo? No me conoces, no te conozco, pero siento que nos vimos en otra vida, y en esa vida nos llegamos a querer.

Katsuki cambió su expresión con una nueva de confusión, y su padre no puedo evitar reírse por su cara.

No puede gustarte alguien sin conocerlo, eso es una estupidez. — Se cruzó de brazos con los ojos cerrados, el mayor acarició su cabello antes de responderle.

—En realidad sí. Así mismo pasó con tu madre y yo — Katsuki lo miró fijamente —. Ambos no nos conocíamos y aún así nos enamoramos, y de nuestro amor naciste tú. — Con cariño agarró la nariz de Katsuki y la apretó.

—¡Ya!. ¡Deja de ser tan cursi! — Reprochó el pequeño alejando la mano de su padre.

—El amor a veces te hace ciego Katsuki, por eso hay que tener mucho cuidado. Lo sabrás cuando seas más grande.

Seré tu siervo [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora