🔸LIBRO🔸
Soñar es inevitable, dormir es indispensable y el amor, el amor es... inexplicable.
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Eira, tiene un vida normal. No le hace falta nada, una familia que la ama y la cuida; sin embargo, un día cambia todo.
Así es la vida, impredecible.
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𝑺𝒐𝒏𝒊𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒂𝒍𝒂𝒓𝒎𝒂 7:00𝒂𝒎
Abro lentamente mis ojos y apago el alarma. -La verdad me motiva pensar que es domingo y hoy será el último día de feria, básicamente hoy será el último día en que me levantaría temprano y así poder disfrutar los días de vacaciones vagando por toda la casa c𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆.
-Aún me cuesta creer que nos hayan dado 2 meses de vacaciones- me quedo mirando el techo. -Solo algunos alumnos habían terminado unos cursos, quiero pensar que este tiempo es por las actividades que tiene la escuela.
La escuela tiene cierta fama y al parecer iban a participar en unos eventos.
-Pero igual, no es como que quisiera regresar a la escuela tan rápido-
En la noche lo último que escuché fue la notificación de mi teléfono, intentaba dormir y solo lo ignoré, supongo que era la molestosa de Pamela.
De un impulso me levanto de la cama y cojo el móvil.
𝗠𝗲𝗻𝘀𝗮𝗷𝗲 𝗱𝗲 𝗠𝗮𝘁𝗲𝗼
- Audio 1:10am 𝙧𝙚𝙥𝙧𝙤𝙙𝙪𝙘𝙞𝙧 𝙖𝙪𝙙𝙞𝙤
- Mi Eira linda cuanto te extraño, te necesito aqui a mi lado necesito ir por ti y estar conti- se corta el audio.
- Audio 2:03am 𝙧𝙚𝙥𝙧𝙤𝙙𝙪𝙘𝙞𝙧 𝙖𝙪𝙙𝙞𝙤
-Eira ya házme caso, ven por mí porque las chicas se me están acer- se corta el audio.
Suelto una risa -este tonto estaba borracho- digo mientras vuelvo a reproducir los audios- en verdad no me esparaba su mensaje. -Apago el móvil y empiezo a buscar alguna ropa para poder cambiarme y meterme a bañar.
Conocí a Mateo por parte de Pamela, ellos dos se llevaban desde muy pequeños la verdad no sé exactamente pero creo que pamela tenía 7 años cuando lo conoció o algo así me contó hace años; ya que al parecer se caían mal, hasta que poco a poco empezaron a ser amigos. Unos años después conocí a Pamela y ella me había presentado a Mateo como su amigo, al poco tiempo que conocí Pamela me confesó que Mateo le gustaba, hasta que cumplimos los 15 años me afirmó que ya no sentía nada por él, pero sinceramente yo aún presiento que Pamela aún tiene esos sentimientos. Después cuando cumplí los 16 años Mateo empezó a decirme cosas cursis cada que me veía en la escuela, pero eso no me hace cambiar de opinión, creo que solo es esa idea de querer conquistar a alguien a quien no es correspondido; como una pequeña meta y diversión, o en realidad no sé muy bien por qué lo hace.
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-Buenos días- digo mientras bajo las escaleras.
-Buenos días mi Eiii linda- dice mamá mientras sirve el desayuno -hoy no te pude ir a levantar-
-Buenos días hija- comenta papá.
-Ma...- la miro entrecerrando los ojos- ya te dije que no hace falta que lo hagas.
