afterglow 𖠇 𝐰𝐨𝐧𝐤𝐢

⪩ 2 𖠇 capituló𓂃

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Hace tres días.

SungHoon mantenía la vista fija en la carretera mientras conducía a través de la oscuridad, el estribillo de Raise the roof comenzó a ser cantado por el rubio que iba sentado en el asiento del copiloto y que observaba las calles pasar a través de las ventanas.

— Suficiente — espetó SungHoon, apagando la radio. JungWon solo observo al mayor. — Hace que me sienta estresado. Perdón— El menor solo asintió.— Y... ¡Mierda! Olvidamos los obsequios— dijo, golpeando el tablero de mandos.

— Tranquilo, estoy seguro de que tus padres no tendrán algún problema si les decimos que los dejamos en casa— hablo JungWon.

— ¿Siquiera conoces a mis padres?— bufó SungHoon. — Tendremos que improvisar y comprar algo en alguna tienda.

— Está bien. — respondió JungWon y volvió su vista hacia la ventana de nuevo. Estaba demasiado cansado como para comenzar una discusión con el chico a su lado.

Dirigieron su ruta hacia la joyería más cercana. El tiempo voló al comprar los obsequios, y más rápido de lo que se imaginaron, ambos divisaron la gran mansión que se alzaba imponente a solo unos metros.

JungWon se sintió intimidado y nervioso ante la idea de ver de nuevo a los padres de SungHoon, sobre todo a la mamá, pues bien sabía que no era de su agrado.

— Llegamos— Anunció SungHoon mientras se desabrochaba el cinturón de seguridad, el más bajo copió la acción y en un abrir y cerrar de ojos, ambos estaban frente a la puerta siendo abierta para permitir su ingreso. Una de las criadas los saludó con una sonrisa e indicó que la siguieran hasta el salón.

La pareja arregló un poco su ropa y fueron tras los pasos de la chica tomados de la mano. Las risas y conversaciones eran más claras a medida que se acercaban, JungWon dio un apretón a SungHoon para animarle y hacerle saber que todo iba a estar bien.

Al doblar el pasillo, la pareja tuvo una vista de las personas que ya estaban en el lugar.

En el sillón de la derecha estaban sentados el señor y la señora Park. La dama estaba ataviada con joyas de todo tipo, tan brillantes y pulcras que podrían dejar ciego a uno; su vestido de cóctel era de un tono ciruela y se ceñía perfectamente a su cuerpo. A pesar de que ya era bastante mayor, Taeyeon se conserva en buena forma, lo cual le ayudaba a aparentar menos años de lo que en verdad tenía. Por otra parte, Park DongHae estaba vestido con un traje negro y de moño. La cabellera negra a penas y presentaba una que otra cana.

En el sillón de la izquierda estaba sentado JongSeong, el hermano mayor de SungHoon, junto a su querido esposo, HeeSeung. Ambos irradian felicidad y amor, haciendo a los padres de SungHoon hincharse de orgullo.

— Niños, hola. — Vociferó el señor Park, levantándose para abrazar a SungHoon y besar la mejilla de JungWon.

—Señor Park— dijo JungWon. — señora Park — Taeyeon no se levantó, solo asintió con la cabeza y examinó el conjunto del rubio.

— ¡Hermano! — Los ojos del JongSeong se iluminaron al ver a SungHoon y rápidamente se acercó para estrecharle entre sus brazos.

HeeSeung y JungWon intercambiaron saludos y una sonrisa discreta ante la escena tan linda de sus parejas.

— Me alegro que hayan podido venir— dijo JongSeong— Espero que el tráfico no haya sido demasiado horrible.

— Estuvo bien— Respondió SungHoon mientras se acomoda en uno de los sillones restantes junto a JungWon. — Hemos traído regalos. Espero sean de su agrado.