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"𝗡𝗼 𝘁𝗲 𝘃𝗼𝘆 𝗮 𝗳𝗮𝗹𝘁𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗲𝘁𝗼.''
➬ADVERTENCⵊA. Maltrato infantil, leer con discreción.

Cuando llegó a casa, escuchó los golpes de una correa y los gritos de Gwen

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Cuando llegó a casa, escuchó los golpes de una correa y los gritos de Gwen.

Había salido a tirar la basura y cuando llegó esto es lo qué encuentro, mi padre gritándole a mi hermana mientras le pegaba.

-¡Si me vuelves a pegar, lo voy a tirar! -Amenaza a papá con la botella de tequila.

Sin hacerle caso, él le pega y ella cumple su promesa, deja caer al suelo la botella de tequila que vale solo 5 dólares, papá está fuera de su, como si esa botella valiera más que su propia hija como para gritarle y pegarle con más fuerza, hacerle reclamos estúpidos.

No sé qué le pasa en la cabeza que el alcohol y estar casi todo el día viendo televisión, son más importantes que sus hijos.

Y cuando va a volver a pegarle me pongo frente a ella.

-¡Ya basta papá! -Le gritó con rabia.

Papá me grita que me quite del medio, es una orden que me niego aceptar, así que también me pega, pero siempre que esté en mis manos, no permitiré que les ponga un dedo encima a ninguno de mis dos hermanos.

No grito, ni abro la boca mientras él me golpea una y otra vez con el cinturón, solo tiemblo tengo la sensación de que voy a flaquear y que mis piernas no aguantaran un golpe más, que me voy a desmoronar, pero trago saliva para contener en nudo en mi garganta y aguanto, aguanto hasta que lo veo.

Él llora, como si el daño se lo estuvieran haciendo a él, como si él sintiera el picor, el dolor de las marcas rojas que deja el cinturón en mi cuerpo, como si fuera el que está siendo castigado injustamente por algo estúpido.

También nos grita en medio de su dolor, en medio de sus lágrimas, nos grita que no somos como mamá, nos grita que nuestra madre era una loca y que decía ver y escuchar cosas. ¿Pero llegar tan lejos era necesario?

Papá toma mi brazo con fuerza arrastrándome hasta él, trago con dificultad sin apartar la mirada de sus ojos, no sé qué veo en su rostro, no sé si veo rabia o si veo dolor, no sé interpretar su mirada, solo sé interpretar lo que yo siento: miedo.

Miedo de mi propio padre y de lo que podría ser capaz de hacer, miedo de que tan lejos puede llegar, miedo de lo que Finney y Gwen puedan ver o escuchar, ya no sé lo que dice, solo sé que perdí a mis hermanos de mi campo de visión, que estamos en un escenario diferente, mi cuarto.

Que cuando llegamos a este, me empuja abruptamente, haciéndome caer al suelo y que sin evitarlo, solo puedo dejar mis lagrimas caer y ahora que estamos aquí, me grita cada cosa que no logró entender porque cada vez que dice algo me golpea.

Una y otra y otra vez.

-Número cuatro. -Y me pega otra vez, es como si se desquitara conmigo por todo lo que le pasa.- No -me pega.- Me -Me pega.- Faltes -Y me pega otra vez.- el respeto. -Y otra vez.

No se cuanto más lo toleró hasta que me doy la vuelta y me dejo caer de espaldas, levantando las manos para que se detenga o tratando de cubrirme, tratando de hacer algo.

Ya basta papá. Me haces daño, ¿no te das cuenta?.

Eres mi papá.

-¡No me volverás a faltar él respeto! -Grita.- ¡Dilo!

Dudo antes de abrir la boca, no quiero hacerlo, pero cuando levanta la mano con el cinturón, totalmente dispuesto a pegarme, grito, asustada de que pueda volver a pegarme y cerrando los ojos, lo divos.

-¡NO TE VOY A FALTAR EL RESPETO!

Abro los ojos, aterrada de lo que podría pasar y el solo asiente, sin mirarme, está calmado, pero no sé exactamente qué significa eso.

-Ahora vete con tus hermanos. -Me señala.- Y nada de hielo.

Me voy lo antes posible a la cocina, sigo temblando, sigo sintiendo el dolor de cada golpe, mientras lloro voy recogiendo los trozos de la botella de tequila que hay, mis hermanos podrían cortarse.

Estoy temblando, llorando, adolorida y aún no puedo parar de pensar en ellos, en que estén bien o al menos los mejor que se pueda, así que cuando finalizó, voy con ellos a la sala de estar, donde, al menos, papá no se encuentra.

-¿Por qué lo hiciste? -Pregunta Gwen. Ella aún tiembla y llora, ocultando su rostro en mi pecho.- Lo siento.

Beso su cabeza mientras la abrazó junto a Finn, tengo la garganta cerrada y si decido hablar me romperé frente a ellos y siento que no puedo hacer eso, que no me puedo permitir eso, que solo puedo abrazarlos, para al menos, sientan que las cosas quizás, mejoren.

Pero Finn, no esta feliz con mi silencio y aunque me mira esperando que diga algo, es prudente y solo se recuesta de mi hombro, dejando que lo abrace, dejando las cosas así.

Yo soy su hermana mayor. Y hasta ahora, soy lo único que les queda.

Deberíamos tener un padre al cual abrazar cuando pasan estas cosas, pero nos tocó un hombre egoísta, que no se gana el título de "papá", porque cuando falleció su mujer, solo pensó en como le afectaba eso a él.

Dejándose caer y destruir, olvidándose que le quedaban tres hijos, que aunque siguieran viviendo con él, no eran más que tres niños viviendo con un adulto.

Ese fue el padre que nos tocó a los hijos Blake.

ᴇᴍɪʟʏ ʙʟᴀᴋᴇ ↻ the black phoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora