El guarda espaldas

I

Unos nueva mañana comenzaba para Steve Rogers. Actualmente era un alfa desempleado y sin pareja.

Era sábado por la mañana y su cuerpo estaba cansado, pero no por haberce ido de fiesta el día anterior, si no que por buscar empleo toda la semana, le estaba rezando a Dios para que su esfuerzo diera fruto.

Miro el reloj de su teléfono y este marcaban las seis de la mañana, tomo una almohada que había a un lado suyo y cubrió su cara tratando de no dejar pasar el resplandor del sol que provenía de la ventana a sus ojos.

En el centro de la ciudad, en el edificio más alto que allí había, a esa misma hora, se encontraba Tony Stark, quien apenas llegaba de una noche excepcional con un chico hermoso. Esa noche se había pasado de copas, más de lo normal; no logró llegar a su habitación, solamente se tiró en el sofá más grande de la sala y se quedó dormido.

Sin embargo el desempleado alfa, ya estaba listo para salir a correr. Ya había llegado a donde usualmente corría con su amigo Sam.

- ¡A tu izquierda! - dijo el rubio de imponente figura cuando pasó por un lado del moreno

- ¡En algún momento te ganaré! - grito el moreno al ver lo adelantado que estaba el alfa rubio

Lugo de una hora y media de tanto correr el alfa de ojos marrones se sentó en la sombra de un árbol a descansar.

- Te hace falta práctica - dijo el alfa rubio tendiéndole su mano

El moreno la acepto y negó con la cabeza.

- ¿Como vas con lo del empleo? - pregunto el moreno mientras miraba al rubio

- Nada bien, aún no consigo nada y he intentado todo - dijo resignado el rubio

- Tengo un amigo que tal vez te puede ayudar, su nombre es Bruce Banner y trabaja en la industria Stark

- Tal vez acepte tu ayuda, de verdad necesito un trabajo, Bucky insiste en irme a vivir con le, pero no quiero ser una carga para nadie - mencionó el rubio con una sonrisa

- Tu no cambia nunca amigo - dijo Sam mientras ponía una de sus manos sobre el hombro del contrario

El rubio sonrió, se despidieron para luego cada uno marcharse a su casa.

[...]

Eran alrededor de las diez de la mañana cuando el rubio salió de ducharce y empezó a cocinar su desayuno.

A unos cuantos kilómetros de ahí, la pareja Stak se encontraban bajando la escalera para ir a desayunar. En cuanto pisaron el último escalón Howard vio como su hijo dormía tranquilamente en el sofá de la sala.

- Este chico es un desastre - murmuró el único alfa de la familia

- ¿Que dijiste cariño? - pregunto la mujer omega a su lado fingiendo indiferencia

- Nada cariño, recordando cosas del trabajo - beso los labios de su esposa y se acercó a su hijo

Sacudió algo fuerte su hombro, provocando que el castaño abriera sus ojos.

- Anthony es hora de despertar, el desayuno está listo - comunicó Howard a su hijo

- Esta bien, en unos momentos voy - contesto medio adormilado el más joven

El matrimonio se dirigió al comedor y esperaron a su hijo, que pocos minutos después se les unió.

- ¿Como estuvo la fiesta de anoche cariño? - pregunto de la forma más dulce la omega

- Estuvo genial, aunque Pepper se fue temprano, la pace muy bien bailando solo - la última palabra la dijo más bajo ya que no era cierto

El silencio se hizo presente en la habitación, solo se escuchaban los ruidos de los cubiertos con los platos y las cucharas con las tazas. Hasta que Howard empezó a hablar.

- Hijo, quiero que tomes mi puesto como director de la empresa - anunció el alfa

Tony casi escupe todo el café que tenía en su boca, María solo sonrio levemente ya que se lo veía venir.

- ¿No te parece una idea demasiado loca? - pregunto el omega mientras limpiaba de sus labios los rastros de café con una servilleta

- Me parece el mejor momento, acabas de cumplir 21 y ya eres mayor de edad, además que yo ya estoy algo viejo para seguir encargándose de tanto - sonrio Howard

- Siendo sincero, me lo esperaba, esta bien aceptó, si te parece empiezo el lunes - anuncio el castaño

El alfa sonrió y la omega abrió ligeramente la boca en forma de asombro. El menor solo sonrio trinfuante y siguió comiendo su huevo revuelto y tomando su café.

[...]

La oportunidad de conseguir un trabajo seguro había llegado y estaba bajo sus narices, pero Sam le aconsejó que esperara hasta el lunes, para que fuera más seguro conseguir algo.

Su fin de semana fue muy aburrido, sus dos únicos amigos estaban demasiado ocupados para reunirse así que decidió hacer una maratón de Harry Potter, películas que le gustaban bastante y no veía hace mucho. Su fin de semana se basó en estar sentado en su sofá y comer palomitas toda la tarde.

Sin embargo la del castaño fue muy ajetreada, ya que estuvo firmando papeles y escondiendoce de los paparazzis que lo perseguían a todos lados para saber más sobre su puesto en la empresa. Había llegado el domingo por la tarde y estaba exhausto, esto le cansaba más que tener fiestas y afster todo el fin de semana. Sin aguantar más, se quedó dormido mientras leía un poco del papeleo de la empresa.

En el apartamento a unas calles del suyo también se encontraba un rubio plácidamente dormido con las voces de Hermione y Harry de fondo, con sus palomitas regadas por la alfombra y una cobija cubriendo la mitad de su cuerpo.

❤💙❤

Hasta aquí este primer capítulo, espero que les allá encantado y disfrutado.

Espero no aburrirlos rápido y que se queden conmigo hasta al final.

Gracias por empezar a leer esta historia, les agradecería apoyarme con un voto para saber que les gusto.

Cata<3