Nuevamente el reloj de Steve marcaba las seis y este se levantó muy animado, se puso un traje negro, camisa blanca y corbata negra.
Se preparó un desayuno bastante cargado en vitaminas y proteína. Se lo acabo en menos de veinte minuto.
Llamo a un taxi el cual lo recojio en la puerta de su casa y lo dejo en el estacionamiento de industrias Stark. Al bajarce del taxi se acercó a uno de los choferes que allí se encontraban.
- Hola, buen día, mi nombre es Steve Rogers, soy el nuevo guarda espaldas de Anthony Stark y vengo por el auto asignado para mi - dijo Steve con su mejor sonrisa
- Claro ven por aquí, también te daremos un auricular para que te mantengas comunicado - le sonrió un chico amable, que por su olor Steve sospechó que era un omega
Este lo guió hasta uno de los tantos autos negros del estacionamiento, pero este era mucho más grande que el resto.
- Estas son las llaves, y este tu auricular; en la hora del almuerzo búscame, estaré aquí - sonrio el castaño
- Esta bien, pero, ¿cómo es tu nombre? - pregunto el rubio
- Me llamo Scott Lang, un placer conocerte Steve - el más bajo sonrio y se marchó
Steve se subió en el auto, se coloco el cinturón y puso en marcha el auto. Mientras conducía admiraba la hermosa ciudad en la que vivía, amaba todos los edificios, estatuas, parques, en fin todo le gustaba de ella. Paso por muchos lugares donde le gustaba sentarse a dibujar y pintar, mientras escuchaba música o pasaba una tarde hermosa con los niños que cuidaba.
Al llegar al edificio donde Anthony vivía, se dispuso a esperar mientras escuchaba un poco de música. Al ver salir al castaño del edificio, Steve apagó la música y esperó sonriente a su pasajero. Para su sorpresa en vez de subirce atrás, se sentó de copiloto.
- Buen día Anthony, espero que su mañana allá empezando bien - dijo con una sonrisa el rubio
- Empezó de maravilla - contesto el castaño mientras se colocaba el cinturón
- Me alegro - sonrio y cuando vio que Tony ya tenía el cinturón puesto, puso en marcha el auto
- ¿Y tú mañana? ¿Como comenzó? - pregunto ahora el castaño
- Muy bien, gracias por preguntar - dijo con una cálida sonrisa
- Pasemos por un café antes de empezar el día - propuso el más bajo
- Virginia me dijo que tenía que estar a las nueve para una reunión, pero si quiere puedo venir por su café luego de dejarlo - ofrecio el rubio quien no desvió nunca la mirada del camino
- Esta bien, supongo que es parte de tu trabajo - dijo el omega mientras buscaba su cartera en su bolsillo y sacaba un billete de diez dólares - tráeme un late y el resto en donas - sonrio y metió el billete en el bolsillos del saco del rubio
- Le aseguro que para cuando termine su reunión, tendrá un delicioso café y donas - sonrio
Cada vez le caía mejor su nuevo guarda espaldas, era tan amable, atento y adorable; lo conocía hace menos de 24 horas y el castaño ya estaba encantado con ese rubio.
El ojiazul dejó al castaño en la puerta del edificio y como Pepper le había indicado en el extenso mensaje que le había enviado luego de contratarlo; se bajó del auto, caminó rápido hasta el lado del copiloto y abrió la puerta dejando que el castaño bajara.
- ¿Me acompañarás hasta arriba? - pregunto confundido en castaño, al ver que el alfa lo seguía
- Virginia me ordenó que te tuviera vigilado siempre, así que cumpliré - este sonrio levemente y sigo caminando detrás de el omega
Al dejar a Tony en su reunión, Steve se dirigió nuevamente a la salida, en el camino se topó con un par de colegas que se le quedaron viendo.
Cuando estuvo nuevamente en el auto, buscó en el GPS el Starbucks más cercano y condujo hasta allí. Al llegar se bajó del carro, entro a la cafetería, pidió el café y las donas, las pagó y se marchó nuevamente a industrias Stark.
Luego de quince minutos de trallecto, llegó nuevamente a la empresa, subió al piso de la oficina de Tony, entró y como no había nadie dejó las donas y el café y se marchó al lugar donde los empleados descansaban.
[...]
Su primera reunión había sido como la esperaba, totalmente llena de aburrimiento, su mente no se concentraba en los que el resto hablaba, solo podía pensar en su sexy guarda espaldas y en esos ojos tan azules que el portaba.
Había pasado dos malditas horas escuchando a esos viejos estirados y aburridos, que solo se basan en la cultura antigua y desde la primera reunión están poniendo en duda si su liderazgo será bueno por el simple hecho de ser omega.
Al entrar a su oficina pudo ver el café y las deliciosas donas sobre el escritorio, estas tenían una nota en su envoltorio, con una perfecta y hermosa caligrafía.
"Espero que lo disfrute Anthony, probablemente el café esté frío cuando llegue, si es así llámeme que yo mismo lo llevaré a comparar otro.
Steven"
Ese café llevaba ahí más de dos horas, pero las donas aún estaban en buen estado. Abrió el embomtorio de las donas y se llevó la primera a la boca, estaban deliciosas, ya lo necesitaba, no había comido nada desde el desayuno. Antes de que pudiera darle una mordida a la segunda dona, alguien tocó la puerta y el la abrió.
- Hola, Virginia me envió a ver si estaba todo en orden - dijo el rubio con una cálida sonrisa
- Si, está todo bien, por favor pasa, no te quedes ahí parado - se hizo a un lado y lo dejo pasar
- También dijo que por la cara de los participantes, no fue nada bien la reunión - mencionó el rubio
- ¿Puedo contarte lo que sucedió? - el rubio asintió
Tony le señao unos sofás que se encontraban en la oficina y lo invito a sentarse, Steve con gusto acepto y se sentó frente al castaño.
❤💙❤
Aquí termina este nuevo capítulo.
Los dejaré un poco con la intriga de lo que le va a contar Tony a Steve.
Gracias por seguir leyendo.
Cata<3
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El guarda espaldas
FanfictionUn alfa rubio fue despedido de su labor como cuidador de niños en una guardería la cual el amaba, pero por recortes de personal tuvo que retirarce. Un omega castaño con una realidad muy distinta a la del rubio, pasó a ser el director de la empresa...