2. Compañía

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El grupo se presento contigo, por tu parte hiciste lo mismo y trataste de que sus nombres se grabaran en tu cabeza.

—La caminata fue agotadora, ¡Pero esta cabaña es increíble! —Comento Gregor, de manera muy animada— Cocina completa, agua corriente. Tiene de todo.

No evitaste sonrojarte y agradecer en voz leve. Para ti la cabaña no te parecía gran cosa, por lo que escuchar aquel comentario hizo sentirte un poco culpable y avergonzado/a.

—Finalmente, un lugar donde puedo leer un buen libro en paz —Dijo Anatoly mientras ampliaba una sonrisa.

Notaste que Karin observaba los alrededores con sumo cuidado, luego con una sonrisa que te pareció ciertamente extraña se dirigió a ti.

—Por lo menos la cabaña se ve limpia.

—¡Karin! —Intervino Mariah, soltando una leve risa nerviosa— No le hagas caso, ¡La cabaña esta espectacular! 

—Si, solo esperemos que no haya arañas —El comentario de Karin hizo que la peli café diera un sobresalto.

—Tranquila Mariah, al estar en un bosque las arañas no tienden a ser muy grandes —Anatoly trato de tranquilizarla, sin embargo, lo que dijo no te pareció una muy buena forma de calmar la fobia de Mariah y esto lo confirmaste cuando el rostro de la chica se puso aun mas pálido.

La risa sonora de Gregor retumbo por el lugar llamando la atención de todos.

—Con o sin arañas, la cabaña sigue siendo muy cómoda.

Todos asintieron, por tu parte solo te limitaste sonreír.

—Por cierto, no he visto muchos suministros aquí.

Miraste a Anatoly de forma confundida, pero casi inmediato recordaste que no acostumbrabas a surtir los cajones de la cocina. Esto se debía principalmente a que no le veías mucha necesidad; cuando cocinabas solo lo hacías para ti. Además, sabias que los suministros se dañarían mas fácil si los dejabas en los cajones.

Pensaste que ya era hora que utilizaras las alacenas para lo que fueron hechas y mas que desde ahora ya no vivirías tu solo/a en la cabaña.

—Entonces, Anatoly y Mariah conseguirán la comida. Gregor traerá la leña, así que eso te hace a ti (TN), él/la chef designado/a.

Saliste de tus pensamientos al oír la demandante voz de Karin. Ahí te diste cuenta que todos te miraban expectantes. Ante tal presión decidiste asentir.

No obstante, justo cuando ibas a decirles sobre que no necesitaban traer suministros del bosque, los tres se despidieron y salieron de la cabaña, dejándote con las palabras en la boca.

Comenzaste a cuestionarte sobre si tu actitud callada era una buena cualidad.

—Te veo intranquilo/a ¿Sucede algo? —Era Karin, la única que no había salido de la cabaña.

—Iba a decirles que tenia suficientes suministros en el sótano —Suspiraste.

Karin te observo extrañada, pero luego se rio de forma suave.

—Debiste de haberlo dicho antes de que se fueran, tonto/a.

A pesar de su repentino comentario despectivo; no sentiste este como un insulto o como una forma de ofenderte, fue mas como de cariño. 

—Lo siento —Dijiste por lo bajo.

—En fin, gracias por ayudar con la cocina ¿Tienes alguna experiencia en preparar comidas? 

—Bueno, solo se cocinar lo básico.

—Jmm, ya veo, por lo menos no creo que nos muramos de hambre —Te dio una mirada seria, pero después volvió a sonreír— Si necesitas ayuda no dudes en decírmelo, soy muy buena con un cuchillo.

Final Feliz (Cooking Companions y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora