Aquí estábamos en el hospital después de que Steve y yo nos persiguiéramos con el tirador. Desde que llegamos aquí, me he sentido diferente, podía mirarlo a los ojos, pero aún podía tener ese sentimiento como cuando conocí a mis almas gemelas por primera vez.
Steve y yo observamos cómo los médicos operaban a Nick hasta que se abrió la puerta, Nat entró corriendo a mirar por la izquierda.
Háblame del tirador. Nat dijo queriendo saber mientras mantenía sus ojos en Nick que tenía un tubo en la garganta.
"Es rápido. Fuerte. Y tenía un brazo de metal". Le informé, María y Milo se acercaron al espejo y miraron con nosotros a mi izquierda al lado de Nat.
"¿Balística?"
"Tres balas, sin estrías. Totalmente imposible de rastrear". Milo informó a Nat con su voz suave y baja.
"Hecho en la Unión Soviética". Nat dijo, estaba completamente congelada cuando María la miró y estuvo de acuerdo. Muy pronto, los médicos estaban ajustando sus movimientos y trajeron una sorpresa.
"No me hagas esto, Nick. No me hagas esto". Nat susurró, mis ojos cambiaron a ella y estaba casi a punto de romperse. Lentamente deslicé mi mano en la de ella, apretó su agarre cuando mis dedos se clavaron en los suyos.
Muy pronto, María se fue y Milo fue a consolarla, la seguí y encontré a Steve dejando a Nat solo. No sabía qué hacer, en este momento.
Saqué el chip que estaba en mi bolsillo y lo miré. Mis manos temblaban y podía ver pequeñas manchas de sangre en mis manos.
⁂
Entramos en una habitación diferente para ver el cuerpo de Nick cubierto con una manta gris de hospital. Nat se quedó de pie junto a él en silencio. Me quedo atrás con Steve.
"Tenemos que llevárnoslo". María dijo mientras ella y Milo entraban. Golpeé suavemente mi cabeza contra la pared antes de caminar hacia Nat.
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"Natasha". Dije suavemente y envolví mi brazo alrededor de su cadera indicando que era el momento. Lo consiguió y colocó su mano en la frente de Nick antes de salir corriendo de la habitación.
La miro, Steve asiente con la cabeza diciendo que hablará con ella dejándome con Milo y María. No me di cuenta de que mi mano estaba en un puño cerrado.
Relajo mi mano cuando me la llevé a los ojos y vi sangre en mis dedos y en el chip SHIELD plateado.
Miro el rojo carmesí mientras pintaba sobre mi piel, lo miré cuando mi respiración se volvió pesada y comencé a tener destellos.
Me sacudí la sensación y salí a toda velocidad de la habitación para encontrar a Steve mirando mientras Nat miraba hacia el hospital. Observo sus pasos y suspiro.
