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IGNORAR.

¿Era tan difícil ignorarlo?

Han sabía que el estudiante nuevo llevaba toda la mañana mirándolo — acosandolo—, sin disimulo alguno. Y empezaba a sentirse fastidiado e incómodo.

El timbre para el receso sonó y no dudo en salir cómo un rayo del salón alejándose de aquel extraño que aún en su huída lo seguía mirando fijamente.

—¡Hey! ¡Jisung!— su amigo y compañero de toda la vida, Felix, elevaba su mano para que el mayor pudiera localizarlo en la cafetería.

Han sonrió y caminó hasta el chico, quién sonreía ampliamente.

—¿Alguien me sigue?— preguntó parándose frente a su amigo quien le dirigió una mirada de confusión.

—¿Qué?

—Mira atrás mío y dime si vez a un chico observándome―. Felix siguió las instrucciones de su mayor con cierta rareza, efectivamente, había un chico de alta estatura mirando a su hyung.

—¿Quién es?

Preguntó el pequeño Lee volviendo a
su posición inicial, que era frente a el mayor. Han se encogió de hombros tomando una bandeja para el almuerzo haciendo fila atrás de uno de los estudiantes que aguardaba ser atendido.

— Solo se que es nuevo, y es mayor que yo. Su nombre es Minho.

—Se ve que le gustas, hyung.

Las mejillas del mayor ardieron. Aunque sonará un poco loco admitirlo, Han sabía que nunca nadie podría fijarse en algo que no fuera su físico
o su popularidad, por esa razón había salido lastimado muchas veces, porque el si tenía sentimientos sinceros en lugar de las personas con las que se había juntado. La excepción de todo esto era el pequeño Felix, que le demostró una amistad incondicional y sincera, nada más allá de eso. Por esa razón, no quería ilusionarse de nuevo.

— ¿Qué quiere comer un jovencito tan lindo cómo tú?

La mujer que atendía en aquella cafetería, había dejado de prestar atención a los demás estudiantes para fijarla en Han. Se escucharon quejas por parte de algunos de sus compañeros y suspiros por parte de otros.

—Solo quiero una ensalada— se apresuró a decir.

—Bien, espera un momento, cariño.

Felix miraba a su amigo mientras reprimía su risa.

—¡No te rías!— susurró Jisung fulminandolo con la mirada.

—Lo siento, lo siento.

Respondió el pecoso sonriendo al mismo tiempo que hacía una reverencia. Cuando la mujer ya le había entregado la ensalada, junto a Felix se sentaron en una de las mesas del fondo.

—Algo sencillo, para un chico
sencillo, como tú.

Las palabras de Minho hicieron que Han casi escupiera el bocado de ensalada que acababa de introducir en su boca.

— Yo creo que me voy.

Felix no tardó en salir disparado de aquel lugar, dejando a Han con muchas maldiciones en su boca. Minho tomo asiento frente a el y apoyando su cara contra sus manos y sus brazos contra la mesa, se dedicó a admirar el hermoso rostro de Jisung.

—¿Qué quieres?— preguntó Han tratando de sonar imponente.

— Verte, chico lindo.

—Pues ya lo hiciste, puedes irte.

—No te he visto lo suficiente.

Las mejillas de Han ardieron más de lo que esté se esperaba.

— Cállate— dijo apartando su mirada.

— Obligame, chico lindo.

Minho era seguro en sus palabras, pero esto no quitaba de la mente de Han  que fueran solo un juego y que al caer en este, terminarían desechandolo al final.

—No seré una víctima de tu juego, Minho.

—¿Juego? ¿Cuál juego?

Han se levantó de la mesa sin responder la pregunta del mayor, bajo la mirada y este salió de la cafetería soltando un suspiro al hacerlo.

No iba volver a caer.

No saldría lastimado de nuevo.

 𝗕𝗲𝗮𝘂𝘁𝗶𝗳𝘂𝗹 𝗙𝗮𝗰𝗲     |         MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora