Cual triste y divino amor
Cual si fuera del amor tardío
Del amor anhelado de un soñador y un sueño que parece inalcanzable sin embargo ese amor inspirado que vuela hacia el horizonte, de un beso errante persigue al sueño de dorado.
—Geno!— gritaba exasperado el guiarían en busca del chico de albo —Geno! Dónde estás?!— continuó llamando hasta que —mande— dijo un poco molesto el joven mientras se encaminaba en dirección al de la capa —que sucede?— preguntó Geno —te tengo buenas noticias!— exclamó entusiasmado Dream —y que es?— respondió esperando poco o nada —vas a salir de aquí!— grito el guardián levantado ambos brazos sobre su cabeza con emoción dejando estupefacto al de la bufanda roja que solo se delimitaba a verlo con sorpresa —se que me tomó unas cuantas semanas y no pude hacerlo más rápido pero por fin lo logré— dijo mientras bajaba los brazos lentamente cuando casi se tropieza al recibir un abrazo del cual lo apretaban como si la vida del contrario dependiera de aquello —Gracias— repetía una y otra vez sin parar mientras el guardián trazaba figuras en la espalda del contrario a fin de tranquilizar el flujo de agrias gotas que brotaban de sus blancos ojos.
[...]
—vamos geno, hace un clima hermoso, ven ver!— alentaba dream desde el otro lado del portal en el que se podía apreciar que era un día soleado, con el cielo del atardecer y sol en el ocaso que brillaba con intensidad reflejando sus rayos en el guardián, simplemente se veía angelical con esa perfecta sonrisa y combinación de colores, el joven de albo se sintió intimidado por la imagen que presenciaba, acostumbrado a la oscuridad había olvidado cómo se veía el cielo, el piso, las plantas, el sentimiento de amar pero ¿el no está enamorado de su amigo? No, o al menos es lo que qué se dice así mismo pero en estos momentos en su mente solo está el guardián. Dio un paso cerrado los ojos y tup ,sonó la suela del zapato al tocar el suelo, abriendo los ojos lentamente puedo apreciar con asombro su alrededor, árboles, había cientos árboles a su alrededor y el suelo de tierra en vez de pavimento, el sonido de las aves al cantar, las flores floreciendo dejando ver sus hermosos colores, risas de niños que jugaban por ahí. A sus espaldas se cerraba el portal dejándolo en ese nuevo mundo, un mundo de colores y risas, donde el viento es suave y el cantar era sutil.
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Los días habían pasado en la línea omega, Geno se había acoplado bastante bien a su nuevo hogar, una casa de dos pisos pintada de amarillo con cerca de blanco y puerta de marfil, por dentro se podía apreciar una sala hogareña con un sillón rojo, una cocina de paredes blancas y piso de madera con hornos para hacer repostería, su cuarto contaba con una cama grande y espaciosa de sabanas color vino, en los estantes se podía apreciar una variedad de libros pasando desde el romance asta suspenso, también contaba con un sótano y aunque no pasa mucho tiempo ahí este contaba con una tina de madera la cual algún día fue un jacuzzi.
