Un agradable guardian

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El negro infinito, un infierno personal para el joven de ropas albas sin nada más que ver, ir, oír; solo se delimitaba a dejar que agrias gotas brotaran de sus ojos hasta el final ese finito lugar. Tan absorto en sus propios pensamientos repletos de odio no se dio cuenta de alguien más, alguien que lo veía con pena desde sus pilares de esperanza, pensando en acercarse o no cuando noto la presencia de alguien más, alguien que ya conocía —nightmare—dijo entre susurros mientras veía cómo se le acercaba peligrosamente al de blanco por la espalda, tomando su arco apuntó hacia el de aciago y 1...2...3, disparó dando justo en el blanco.

[...]

—estás bien?— preguntaba el de corona hacia el chico de la bufanda roja el cual solo lo veía estupefacto ¿este completo extraño se había lanzado a salvarlo a costa de su propia integridad? Si, lo había hecho, milagrosamente ahuyentando al demonio de los malos sueños y esperanzas rotas —si— respondió titubeante el de ropas blancas recibiendo una sonrisa como respuesta a su afirmación, esa sonrisa tan cálida y amable que hace tanto no veía, lleno por un instante su abandonado corazón de alegría pero ese instante fue más que suficiente como para saber que algo nuevo completamente ajeno a su pasado estaba por suceder y le gustaba a pesar de su inexistente expresión de felicidad.

Los días ya habían pasado y el chico de blanco ya no se sentía tan solo en ese infierno de color negro, debido a las constantes vistas del joven de dorado, en estos momentos se encontraba deseoso por la llegada del guardián de los sueños que a pes...

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Los días ya habían pasado y el chico de blanco ya no se sentía tan solo en ese infierno de color negro, debido a las constantes vistas del joven de dorado, en estos momentos se encontraba deseoso por la llegada del guardián de los sueños que a pesar de tener una agenda ocupada siempre dejaba un espacio para ver al muerto viviente —dream!— grito al ver al guardián desde la lejanía —geno— dijo el mencionado mientras se dirigía hacia el de blanco  —¿como has estado?—  preguntó dream —perdón si tardé un poco más es solo qué hoy en día hay mucha gente en busca de mi ayuda—  dijo apenado  —no te preocupes, lo importante es que viniste, no es como que me interese pero aprecio la compañía—  contesto geno sin pelos en la lengua a lo cual solo recibió una sonrisa algo curiosa por parte del guardián el cual prosiguió a preguntar  —¿y como has estado?— esperando ahora si una respuesta por parte del albino  —bien supongo— contesto aburrido.

El silencio era absoluto sin embargo era el tipo de silencio reconfortante y tranquilo, el tipo de silencio que a ambos les encantaba con solo escuchar las lentas respiraciones del otro les bastaba, no había necesidad de cerrar los ojos en ese lugar pues la vista sería la misma sin embargo dream gustaba de cerrarlos de todos modos, sin percatarse de la penetrante mirada del chico albo, observándolo con extrema cautela y detalle podía apreciar el rubio pelo casi dorado junto con sus esplendorosos ropajes y su sereno rostro, ese rostro delicado y hermoso y que sin embargo mostraba seriedad y trasmitía calidez. Eso y más es lo que veía el joven de blanco en su amigo, se podía decir que lo admiraba, era consciente sobre el arduo trabajo del de dorado y sin embargo aún seguía buscando verlo a pesar de que no le podía ofrecerle nada a cambio.

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