𝐓𝐡𝐞 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐫𝐨𝐫 || 𝙏𝙝𝙚 𝙥𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙨 𝙟𝙚𝙬𝙚𝙡𝙨

𝟎𝟎𝟏

_El pueblo de Azberzela no podía estar mas conmocionado y llenos de temor, todos los habitantes observaban paralizados como un montón de soldados marchaban rumbo a el palacio real , todos los hombres hasta el líder mantenían sus rostros ocultos con mascaras negras que solo tenían orificios en sus ojos, mientras en el medio de todos ellos se levantaba una bandera casi desgastada perteneciente a Azberzela, toda la gente confundida sin saber quienes eran esos hombres._

_Lo que mas asustaba a los pueblerinos era ver como las armaduras, y caballos era ver como todos estaban bañados en sangre, no podían saber si la sangre era de ellos o era de alguien mas pero eso fue lo que mas les atemorizo.... . El palacio imperial no podía estar mas alarmado , la noticia acerca de los soldados que iban en marcha por el pueblo directo a el palacio aumentaba la seriedad y nervios del emperador.

No sabia quienes eran esos hombres y por que alzaban la bandera de su imperio de esa manera, este miraba con una mirada fría desde el balcón de su oficina a los soldados, este ya estaba preparado por si se trataba de un ataque o un intento de asesinato, pero empezaba a sospechar que si se trataba de una de las dos cosas, ¿por que los soldados misteriosos no atacaba a el pueblo primero para darle una advertencia? , pero así era mejor para el , saber que si el problema era con el , su pueblo no sufriría perdidas.

_Su mirada amatista miraba con atención, y sin siquiera darse cuenta en un abrir y cerrar de ojos ya los soldados estaban en la puerta del palacio, minutos después un sirviente llego a el haciendo una reverencia._

—Su majestad, el líder pide una reunión con usted en la sala del trono... que hacemos?— El emperador al escuchar eso solo se quedo en silencio durante unos cuantos minutos ,en eso las manos de aquel regente apretaron con fuerza el barandal de su balcón.

—Dígale que lo estaré esperando. . .—Dijo el emperador con frialdad, el sirviente solo acato ordenes yéndose de hay no antes de hacer una ultima reverencia.

[...]

En aquella sala del trono se encontraban solo los nobles mas fieles a el emperador y a la corona, ninguno entendía para que habían sido llamados , todo en aquella sala eran murmullos , nobles y caballeros preocupados por lo que estaba pasando con los invitados que habían llegado de imprevisto a el imperio.

El hombre canoso de ojos morados, hacia resaltar su autoridad al estar sentado en ese gran trono , sentado con una mirada penetrante y llena de seriedad esperando que el líder de aquellos soldados estuviera en frente de el , no tardo mucho en pensar eso cuando de repente las trompetas sonaron y las puertas blancas de aquella sala también se abrieron dejando ver a dos hombres, aparte de que ambos seguía teniendo puestas las mascaras, todos los nobles quedaron confundidos y con duda cuando vieron a uno de ellos con una bolsa entre sus manos._