𝐓𝐡𝐞 𝐞𝐦𝐩𝐞𝐫𝐨𝐫 || 𝙏𝙝𝙚 𝙥𝙧𝙞𝙣𝙘𝙚𝙨𝙨 𝙟𝙚𝙬𝙚𝙡𝙨

𝟎𝟎𝟑

EL SOL radiante salió mas pronto de lo que el pensaba, aquel chico de cabellos blancos como la misma nieve estaba durmiendo tan cómodamente en aquella cama, sin importarle que fuera de invitados esa habitación en la que se encontraba hace mucho tiempo no sentía la suavidad de una cama y el ambiente tan cálido y acogedor; Tan pronto y los rayos solares entraron por la ventana y tocaron su rostro hizo una mueca de molestia ante eso.

—mmhg. . .—

Hizo aquel sonido, cuando en ese momento este escucho dos golpes sonar en su puerta, apenas y escucho eso se puso alerta levantando rápidamente su cuerpo del colchón ,esta vestía una bata de dormir que dejaba que descubierto su pecho bien formado por los entrenamientos de la larga batalla y sin mas solo dijo un "pase" de por medio.

 —Su alteza, buenos días—

Apenas y escucho eso se tenso ,mientras observaba como la puerta se abría, sabia de quien se trataba pero simplemente lo menos que quería era que alguien mas lo escuchara, observaba como su guardia pelirrojo entro a la habitación portando su mismo rostro neutral.

—Acaso quieres meterte en problemas Vikram?—

—Por que dice eso, acaso dije algo malo? si es así discúlpeme su alteza—

Sin mas el peliblanco solo suspiro mientras se levantaba pero se daba la vuelta para poder arreglarse mejor su bata sin tener la vista de su guardia puesta encima de el, a continuación solo se acerco a uno de los armarios cercanos.

—Recuerda que el emperador no me considera nada aun. . .por lo tanto si me sigues diciendo así lo pueden malinterpretar—

Cuando el pelirrojo escucho eso solo se mordió su labio con fuerza mientras recordaba lo sucedido ayer con la reunion con el emperador, sentía enojo de solo saber que el emperador no podía ni reconocer a su propio hijo.

—Lo lamento, pero simplemente no puedo evitarlo, aun no comprendo como su majestad no pudo reconocerlo como su hijo—

Mientras el peliblanco buscaba algo de ropa, se daba cuenta que habían ropas en aquel armario que ni eran de el, de seguro ropa que había sido o traída por la princesa o por el emperador pero al final se decidió por una camisa de cuello alto y unos pantalones negros simples, pero se detuvo de lo que estaba haciendo cuando escucho lo ultimo salir de la boca del otro hombre.

—Ya es suficiente. . .,a que viniste?—

Termino por decir mientras fijaba su mirada a aquel pelirrojo, a pesar de ser su amigo que había conocido en el campo de batalla no podía comprender como aun no podía sostener su lengua tan larga, el guardia al notar esa mirada solo bajo la cabeza recordando para que había ido a los aposentos del chico.

—Su majestad, el emperador solicito verlo en sus jardines privados—

—Que?—

Apenas y escucho eso se volvió a tensar mientras un escalofrió pasaba por su espalda ¿el emperador deseaba verlo tan temprano?, esta sin decir una sola palabra se apresuro a darse un baño rápido y así cambiarse con la misma rapidez.