STORIES IN MY MIND (Armetty)

SATURNO

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PRESENTE

-Armando, esto simplemente no puede seguir así, estoy casada, no puedo hacerle esto a Michel y tú no puedes hacerle esto a Alejandra-

-Betty por favor-

-No Armando ¡Por dios! ¡Tenemos hijos!-

-Pero ellos lo entenderán mi amor ellos son personas adultas

-Armando no hagas esto más difícil-

-Betty dejame amarte, dejame amarte como nunca nadie lo a hecho, ni siquiera el mismo Michel- dijo empezando a besar a su amada

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PASADO

Armando estaba inspeccionando todo para la inauguración de su nueva tienda de vinos, estaba muy confiado en que esta inauguración sería un completo éxito, todo en su vida era perfecta para él, tenía una hermosa familia, una hermosa esposa y contaba con el capital para vivir desahogadamente todo era tan monótono que le agradaba tanto hasta que una chica llegó a desordenar su vida pues esta chica llegó a pedir trabajo ya que había visto en revistas que apenas se iba a inaugurar la tienda, así que lo creyó una gran oportunidad para trabajar

Beatriz al igual que Armando tenía una hermosa familia, junto con un esposo al cual amaba con locura, aunque tenía algunos problemas económicos pues el restaurante de su esposo quebró, eso llevó a Betty a pedir trabajo sus hijos ya eran todos unos jóvenes así que no tendría que tener tanto cuidado con ellos

-Buenos días, vine porque ví en la revista que van a inaugurar esta tienda y quisiera trabajar aquí, claro si todavía existe algún cupo- en ese momento Beatriz se dirigió a el socio de Armando, Mario Calderón, cuando Armando la vio lo único que pensó fue: ¡Que chica tan hermosa! mirala con su cabello crespo, crespo, crespo, largo, largo, morenita, morenita, unos ojos enormes ¡Divina! Esta niña es una cosa ¡Divina! ¡Espectacular!

-Lo siento mucho señorita pero ya tenemos al personal completo- Armando solo creía que su socio era un imbécil así que se acercó a ellos- ¡Buenos días!- dijo con entusiasmo, Mario solo lo vió con extrañeza- ¿Ocurre algo señorita?-

-Beatriz Pinzón- ¡Qué hombre tan guapo! pensó- vine para preguntar si había alguna vacante pero el señor ya me dijo que no así que yo me retiro muchísimas gracias

-¡No! Claro que existe una vacante, como mi asistente personal, solo tendría que hacerle una entrevista de trabajo-

-¡Claro! traigo todos mis papeles en este momento, ¡Muchísimas gracias por la oportunidad!-

-Pase a mi oficina que ahí le haré la entrevista- volteo dirigiéndose a Mario- Calderón, no quiero interrupciones-

-A sus ordenes tigre- dijo Mario, el perfectamente sabía que Armando estaba de cacería, si bien era cierto que Armando creía tener una vida perfecta, parte de esa perfecta vida era la vida clandestina que le proporcionaban las modelos, con las cuales tenía aventuras desenfrenadas, él estaba enamorado de su mujer, o al menos eso él creía y es que su primer desliz fue con Marcela Valencia, amiga de Alejandra, con la cual tuvo una noche de sexo desenfrenada y pasional como el jamás la había tenido, eso solo hizo que a Armando le gustara más esa vida, tener una vida de padre amoroso y esposo perfecto, pero en su doble vida estaba teniendo sexo desenfrenado con la primera que se le insinua.