STORIES IN MY MIND (Armetty)

THE BOTTOM OF THE DEEP BLUE SEA

-Beatriz... Cómo es tu primer día de trabajo tienes que cuidar de los reclusos, estarás a prueba para ver que tal lo haces, es anormal que una mujer esté en este tipo de trabajos pero nos recomendaron mucho contigo.

-Gracias por la confianza.-

...

-¿Entonces mató a su propio padre porque lo hizo follar con una mujer? ¿Usted es gay acaso?- dijo aquel hombre con un deje de burla.-

-Claro que no, solo que era joven y yo no quería.-

-Amigo solo era disfrutarlo eso es...- fue interrumpido por un oficial el cual les pedía su atención

-Ella es la nueva vigilante de todos ustedes bola de delincuentes.- todos ahí no se cansaron de darle unos cuantos halagos, algo subidos de tono.- ella y otras más estarán vigilandolos las veinticuatro horas.-

Armando la miró con curiosidad, era sensual a través de ese uniforme ¿Como se vería sin él? ¿Cómo sería tocar un solo centímetro de su piel? alejó esos pensamientos sin saber que la nueva vigilante se convertiría en su nueva obsesión.

...

Pasaban los meses y Armando no podía sacarse de la cabeza a aquella mujer tan hermosa, aún no sabía su nombre pero la obsesión por ella crecía y crecía como sus ansias para hablar con ella.

Estaban todos reunidos en el pasillo de donde se encontraban las celdas de los presos

-Esto es bastante grave así que decidimos que de ahora en adelante más mujeres estarán aquí vigilandolos.-

La mujer de cabellos rizados se recargo en una de las celdas, la celda de Armando, pasó sus manos hacía atrás

Armando sonrió, tomó una hoja que les daban para poder escribir cartas a sus familiares

"Hola, soy Armando Mendoza, un gusto"- lo puso en una de las manos de ella, la mujer exaltada tomó su cuaderno y puso el papel encima de él y sonrió, tomó su bolígrafo y escribió en el papel.-

"Guarde su distancia Armando Mendoza"- le pasó el papel discretamente

"No quiero, me interesa, usted me interesa"

"¿Usted cree que a mi no? Es muy atractivo, no crea que no lo he visto"

"¿Y a qué le teme?"

"A... olvídelo"

Mensajes así eran enviados por ellos a través de pequeñas hojas de papel por varios meses hasta que una noche cuando Beatriz tenía que hacer vigilancia mientras los presos dormían por fin hablaron

-Armando... hola.- susurró un poco tímida.-

-Hola, bienvenida a mi jaula dulzura-

-¿Cómo es que puedes dormir aquí?-

-Gracias a que te conocí mi lugar se volvió un campo libre y con muchas rosas.-

-Exagerado, es un cubículo bastante pequeño.-

-Sigo sin saber tu nombre preciosa...-

-Aurora...-

-Que hermoso nombre, igual que tú ¿Sabes? Todo el día estuve pensando en todo lo que me gustas y quiero besarte.-

-T- tu.-

-Solo dame ese deseo-

La mujer suspiró, ella el tiempo que llevaba conociéndolo claro que le había gustado, es más le había encantado, aquel hombre tan masculino le encantaba, su olor tan varonil, sus ojos, su cabello todo, absolutamente todo, tomó las llaves que les proporcionaron y abrió la celda del hombre.