PELIGRO

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-Armando amor, recuerda que tienes que llegar temprano, hoy tenemos cena con tus padres, odiaría llegar tarde-

-Si Alejandra- dijo Armando fastidiado, la verdad es que la monotonía lo tenía a punta del pie, aunque él creía que amaba a Alejandra lo cierto es que ella le daba estabilidad, claro que esa estabilidad también se la proporcionaban sus hijos y aunque a vivido una sexualidad muy plena con Alejandra él se sentía cansado de esa vida de fidelidades, de esa vida donde él tenía que regresar a casa, cenar con su esposa he hijos y después hacerle las mismas caricias a su esposa para terminar haciendo el amor con ella, aunque obviamente su cuerpo disfrutaba gratamente, simplemente no era lo mismo, la monotonía otra vez, su amigo, su casi hermano Mario Calderón le había dicho que se fuera de caza con alguna mujer que quisiera divertirse y sobretodo disfrutar, pero Armando simplemente decía que no, que no le apetecía hacerle eso a la madre de sus hijos, a la mujer a la que amó en su tiempo, a la mujer a la cual le debe la vida de sus hijos

Claro que todo eso valió muy poco para Armando cuando conoció a Marcela Valencia

Marcela, una mujer sensual, modelo, cara espectacular, un poco snob y muy conocida por la élite, con muchos pretendientes a su disposición, una mujer extremadamente sensual y ¿Porqué no decirlo? Sexual también, Marcela transpira mucha sexualidad, es una chica que cuando cualquier hombre la ve lo único que piensa es en cómo es ella en la cama y claro de esos hombres Armando Mendoza no era la excepción

-¿No te importa que en la cena que organizaron tus padres haya invitado a una amiga? se llama Marcela- dijo Alejandra sonriente

-Claro que no Ale, pero vamos que se nos está haciendo muy tarde además recuerda que tenemos que dejar a los chicos con la niñera- ya listos partieron hacia la casa de la niñera para después ir a casa de los padres de Armando

-¡Roberto! ¡Margarita! ¿Cómo están?- dijo Alejandra con entusiasmo al ver a sus suegros

-Muy bien hija, muy bien ¿Y que? ¿Este muchacho te trata bien?- dijo Roberto

-Muy bien- dijo Alejandra con un brillo en los ojos

-Más le vale ¿No?- dijo Margarita mirando a Armando, esté solo le dió una mirada de reproche- Ay mi niño si sabes que es mentira ¡Yo a este muñeco lo eduque muy bien!- dijo Margarita poniendo una mano en el mentón de Armando, él solo sonrió como niño pequeño

-Roberto, Margarita, se que dijeron que sería una cena íntima pero no pude evitar invitar a una amiga, lo que pasa es que se encuentra muy sola últimamente-

-¡No te preocupes hija!- dijo Roberto- ya sabes que todas tus amistades son bienvenidas aquí, además Armando invitó a Mario y Margarita invitó a Susana, no veo porque tu no invites a tus amigos, bueno muchachos vamos al salón a platicar un rato en lo que llegan nuestros invitados- platicaron, rieron, hablaron de los niños, Armando ya un poco harto de la conversación salió a tomar un poco de aire lo necesitaba, sentía que se ahogaba, cuando de pronto una mujer sensual entró al patio principal

-La amiga de Alejandra- dijo para sus adentros, Armando jamás había visto una mujer tan sensual como ella y eso que su esposa es demasiado sensual, parecía madura, unos años más grande que él, con un cuerpo que Armando solo pudo describir como ¡Wow!, ella se acercó un poco a el caminando como toda una modelo, vestia con un vestido negro, elegante su cabello era rojizo, su cara parecía como si fuera un ángel, sus labios rojizos eran una debilidad para muchos hombres

-Mucho gusto ¿Señor?- dijo Marcela en modo de cacería, claro que ella también había visto a aquel hombre guapo, con nariz perfecta, labios sensuales, su cuerpo se veía tan masculino, además que en ese momento ocupaba un traje color gris el cual le sentaba muy bien, pantalón de vestir gris, la camisa era negra y la corbata también, el pantalón gris ayudaba a resaltar cierta parte muy bien dotada de Armando, lo cual hizo que Marcela fijara sus ojos en el

STORIES IN MY MIND (Armetty) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora