Me sentía tan dolida, tan herida que fui a un bar a ahogar mis penas. Me habían partido el corazón en Miles de pedacitos, tanto que me dolía el pecho y las lágrimas quemaban mis ojos por querer salir...
Pero sí, esa era yo, Lena Luthor hace 15 años, que patética no! estaba en un bar a la mitad de ahogar mis penas, cuando paso algo muy interesante...
Sentada en la barra, muy deprimida, tomando un whisky y jugando con mi anillo de bodas en mis manos, se escuchó un montón de silbidos y mucho ajetreo en el bar, así que gire mi cabeza para encontrar la razón de tanto bullicio. Me di cuanta que el alboroto era porque justo entraba una chica muy bonita al bar. Un tipo desagradable dijo: Ummm Mi amoor! bombóom! eres un dulce deliciosooo...- Vi como esa chica se alejaba fastidiada por lo que le dijo aquel hombre, pero no logro avanzar mucho porque otro tipo se le acerca y dice: Oye, mami..! tu papá debe ser panadero, porque hace unos bizcochos deliciosos y se ríe desagradablemente- la chica lo empuja y avanza hacia la barra a tropezones por toda la gente que hay en el bar. Cuando logra llegar a la barra, se sienta en la banca libre a mi lado y se arregla el pelo exasperada.
- Lena: Me giro a verla y noto que su bolso estaba en el piso, entonces le digo- Se te cayó tu bolso.
- Chica: Me giro fastidiada y exaltada, la miro y le digo: Te puedes callar por 10 segundos y no decir tonterías!!! - me queda mirando, asiento con la cabeza y fijando mi mirada - gracias!! - finalmente me giro disgustada.
- Lena: niego suspirando y me agacho para recoger su bolso para ponerlo en la barra- Solo quería decirte que tiraste tu bolso- le digo enseñándoselo y poniéndolo en la barra.
- Chica: Volví a girar para mirarlo fijamente- Ay!! lo siento... que pena... creí que...
- Lena: la corté: Sí. olvídalo, olvídalo... - le dije tomando un trago de mi whisky. Creo que eso llamo su atención porque se quedo un rato en silencio observándome fijamente.
- Chica: Me quede mirándolo por unos segundos hasta que me di cuenta del anillo que tenia entre sus manos - Apuesto a que no conociste a la señorita que te dio ese anillo en un barsucho como este- le sonreí y apoyé mi rostro en mi mano.
- Lena: La mire con tristeza - Nooo... en el instituto... - me calle un segundo- En la puerta del instituto- gire a ver mi bebida.
- Chica: Aún mirándolo con una sonrisa en los labios, le dije: Cuánto llevas casado?- se giro un poco rápido a verme.
- Lena: Me gire a verla sorprendida por su pregunta, me quede unos segundo pensando que decirle y les juro que quería decirle la verdad, juro que sí, pero no quería que ella pensara que yo era una perdedora. Me debatí mentalmente que hacer... y finalmente decidí en alterar la verdad un poquitín, entonces dije: Seis años... - con cara abatida.
- Chica: lo quede mirando fijamente hasta que me respondió- Donde esta esta tu esposa ahora?- le pregunte y lleve mi mano a mi pelo.
- Lena: Mirándola - Deje de preguntarme eso ya hace tanto tiempo - le dije negando con mi cabeza y manteniendo la tristeza en mi rostro.
- Chica: hice una mueca- Eso es horrible - negué
- Lena: No apartaba mi vista de ella -Mi esposa dice que trabajo demasiado tratando de mantenerla a ella y su adicción a las compras - mire mi bebida negando y añadí - y el crack... - se que me pase... pero bueno, ya lo había dicho. que mas daba.
- Chica: Porque no solo la dejas... - le dije con disgusto, por lo que me estaba contando.
- Lena: Conteste inmediatamente - Los hijos.... catorce pequeños - no me atreví a mirarla, mi mirada estaba fija en la bebida entre mis manos - Es que adoro adoptar y no quiero dejar de hacer eso- la mire de reojo, pero rápidamente volví mi mirada a mi bebida, asintiendo.
- Chica: Lo mire sorprendidas por la cantidad de niños que dijo que tenía, pero cuando dijo que le gusta adoptar comprendí - Pobre chico- dije tocando con mi dedo indice su anillo - Quieres ir a otro lado? - pregunté sonriéndole de oreja a oreja.
- Lena: Mire como tocaba mi anillo en mi mano; ya lo había puesto en mi dedo anular en la mano correspondiente; cuando dijo que vallamos a otro lado, me sorprendí muchísimo, no le dije nada... pero su sonrisa me dijo todo. Me tomo de la mano, agarro su bolso con su mano libre y nos guió a la salida del bar.
Y así es como descubrí el poder del anillo matrimonial, el símbolo de mi humillación se convirtió en un arma para volver a la jugada. También cambie mi especialidad de cardiología por cirugía plástica, Quise deshacerme del bulto entre mis piernas , pero comprendí que era parte de mí y aprendí a valorarme como era, cambie mi forma de vestirme y el anillo se convirtió en mi amuleto.
