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{Capitulo 1}
=================================Aquí tienes la corrección completa:
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- "¡Aaaaaaaah! ¿Con un demonio, qué aburrido es esto?", decía, soltando un suspiro y dejándome caer sobre mi cama. Ya no tenía mucho que hacer, aparte de seguir escribiendo los capítulos pendientes de mis fanfics. "Desearía salir y tener aventuras como en los fanfics. Y, si se da la oportunidad, quizás conocer a una linda chica o una buena waifu".
Me decía, mirando el techo de mi habitación con una expresión de aburrimiento total.
–Mejor me voy a dormir un rato más; además, pronto va a ser de noche. Ya son las 12:00 a.m. –dije, cerrando los ojos, sin saber lo que iba a suceder o si mi deseo se cumpliría.
- 6 horas después - ?????????????? -
Abrí los ojos y vi que todo estaba oscuro. Me levanté, confundido, aún medio dormido. No había pasado ni cinco segundos, pero ya podía notar que no estaba en mi hogar. No sentía la suave tela de mi cama ni el colchón bajo mí. Miré a mi alrededor y vi que estaba de pie en un lugar donde el agua no superaba los siete centímetros de profundidad, rodeado de tumbas.
—(¿Esto es un sueño?) —me dije mentalmente, pensativo. Siempre suelo tener sueños extraños o sombríos, a veces de cosas horribles o de terror, como ser perseguido por algún espíritu que claramente me quiere matar.
¿Por qué me suceden estos sueños? No lo sé, simplemente me ocurre. Muchos dirían que son pesadillas, pero yo siempre logro tomármelo con calma. Solo hubo dos ocasiones en las que realmente me asusté: la primera vez fue por un hombre lobo en un lago parecido al de Harry Potter, y la segunda fue después de ver un juego de terror hace tiempo, Outlast, donde soñé que huía en un manicomio de una mujer con ropa de paciente. Sinceramente, no fue nada bonito. Desperté con el corazón acelerado, pero al contener la respiración un par de segundos, logré calmarme.
—Un momento... normalmente, apenas me doy cuenta de que esto es un sueño, además de que en esos casos siempre permanezco completamente mudo y tengo poca voluntad para tomar decisiones en mis sueños —murmuré, pensando en cómo algo así no podría generar sensaciones tan reales, sino solo una reacción que estimula nuestro cerebro. Además, en mis sueños nunca tengo un cuerpo diferente al mío... pero ahora...
Me miré las manos, realmente confundido, y confirmé lo que sospechaba: tenía un cuerpo distinto, con ropa igualmente diferente. Algo me dejó realmente impactado.
—No puede ser, esta arma es... —exclamé, incrédulo. En mi mano izquierda sostenía una katana con una funda azul, cinta amarilla y detalles dorados. La desenvainé, observando el reflejo de la hoja. —¡Es [Yamato]! Pero... también !soy Vergil Sparda!