Mientras Mas Lo Repitas Mas Real Se Vuelve...

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¿Cómo es que una persona con cara de ángel podía tener una mente tan retorcida?

Cada vez se sorprendía mas por la forma de actuar de ese hombre. Recordaba cada sonrisa cada, momento en el que la miraba con amor y cariño. Pero todo se había dado vuelta cuando piso la casa en la que se suponía, sería su hogar por el resto de su vida. No tenia ni idea de en que momento el la empezó a tratar con descuido y desprecio, como cada vez que hacia algo mal le elevaba la voz para intimidarla. Mas asustada se sintió cuando el elevo su mano para pegarle, y balla que lo hiso y con mucha fuerza como si, hubiera estado aguantando todo ese tiempo para que cuando llegara el momento le doliera a mas no poder.

Era martes por la mañana y Daniel no tardaba en salir de el baño para tomar su café y salir a trabajar. Lee jou-yung terminaba de azucarar el café para dárselo a Daniel. Una puerta se abrió y segundos después sonó como la serraban con fuerza para luego escuchar pasos apresurados a la cocina.

Cuando los pasos se escucharon a menos de dos metros de distancia se apresuro a guardar el azúcar ya que a Daniel no le gustaba el desorden.

- Tu café ya está lis...- un golpe resonó en toda la casa. Fue un impacto fuerte. Después silencio, era todo lo que se podía escuchar. El sonido de algo quebrandose y unos sollozos se podían apreciar si estabas lo suficientemente cerca.

No era la primera vez que sucedía y no seria la ultima vez que se repetiría al menos para Daniel porque jou ya lo había perdonado lo suficiente como para que el se burlara de ella de esa manera tan descarada.

Y por esa razón era que se encontraba en un bus saliendo de Busan para ir a Seúl.

Era muy joven como para tener que vivir de esa manera toda su vida.

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El sonido de las gotas chocando en el cristal sin cesar y el ruido del motor era todo el ruido que se podía apreciar. El sonido del silencio, el sufrimiento y el olor a muerte eran mezclados creando la receta perfecta para la desesperación. La sensación de abandono era suficiente para crear un acto estúpido guiado por el miedo.

Una mano fría se poso en su pierna como muestra de apoyo.

Estaba preocupado, Félix en todo el camino estuvo con una cara sin ninguna emoción. Sus ojos eran orbes bacias sin sentimiento de nada como, jarras sin agua.

-Llegamos- dijo quebrando el cristal de sufrimiento interno que llenaba a Félix.

Saco primero la sombrilla para abrirla y después salir el para rodear el auto móvil y ayudar a Félix a salir el del auto. Le extendió una mano que fue tomada con gusto para después salir del coche y después caminar hasta el ascensor para ir directo a el apartamento.

Resulta que esa misma tarde después de que la alerta de tsunami pasara junto a la catástrofe tuvieron que cremar a el cuerpo inerte de Lee jou-yung la hermana menor de Félix. La joven Jou avía sufrido maltrato doméstico por 4 largos años. Años en los que se distancio de su familia asta cortar lazos por culpa de ese hombre que simplemente la quería como un rehén para satisfacer sus necesidades sádicas y carnales. Gracias a que un día tomó conciencia de todo lo que le estaba pasando decidió huir de él, pero por desgracia solo hizo que el enojara y cuando la encontró fue demasiado tarde para nadie.

El hombre le prometió una cantidad de dinero desproporcionada a el padre de jisung porque el pobre chico savia a donde estaba la joven y después de golpearlo sin pudor alguno lo dejo tirado y mal herido en un callejón donde después de recuperar el aliento salió en busca de Félix porque él era el único que podía ayudar a la joven que corría demasiado peligro con ese psicópata detrás de ella. Desgraciadamente fue demasiado tarde para cuando llego a avisar. Cuando estaba por decirles no pudo pronunciar palabra gracias a que su presión bajo de golpe. Cuando la encontraron fue demasiado tarde. El joven solo atajo a decirle a Minho, tenía demasiado miedo de decirle a Félix. El pobre se estaba desviviendo para poder salvar su vida. Decirle que su hermana menor estaba siendo perseguida por un loco que estaba obsesionado con ella solo sería una cosa más de que preocuparse. Error que se cobro con la vida de un inocente.

Abrió la puerta con pesades y se adentro a el lugar. Extendió uno de sus brazos en señal de invitación a entrar en el lugar. Hyunjin entendió a la perfección la señal por lo que cruzo el umbral de la puerta y se adentro a el espacio interior del lugar.

-No tengo comida en casa, pero si quieres te ofrezco un te- dijo mientras se acercaba a el lugar donde el mayor permanecía para sin hacer ni ver nada.

-No tranquilo estoy bien- se acercó a Felix para mirarlo mas de cerca. La verdad es que no entendía como fue que el llego a ser tan cercano a Félix. Es cierto el chico le llamo tanto la atención que por el resto de los meses siguió pasando a la cafetería. Empezó a tratar de sacarle conversación a el chico, solo que un día su mejor amigo lo llamo para decirle que un primo de el se encontraba muy bebido y balla sorpresa se llevó cuando al entrar a el lugar el primo de su amigo era Felix. Desde ese día empezaron una bonita amistad que pronto los llevo a ser muy unidos, el único problema que avía era que a Félix no le gustaba hablar de el y cuando lo hacía era de sus 16 para arriba.

No era un problema, pero su curiosidad era mucha. Cuando sucedió lo de el accidente lo vio desmoronarse en sus brazos, el no era tan fuerte, el solo trataba de ser fuerte porque tenia que serlo. Por eso Félix se encontraba entra los brazos de Hyunjin, llorando desconsolada mente.

Dejo que llorara todo lo que necesitara y después de un rato pudo ver como se desvanecía. A Félix le fallaron las piernas de un pronto a otro haciendo que su cuerpo chocara con el piso de manera ruidosa. Hyunjin con todo el cuidado que pudo tener levanto el cuerpo de Félix del frio piso donde se encontraba y lo cargo hasta la habitación más cercana que encontró y lo acostó en la cama mientras el seguía llorando sin consuelo.

Se acostó a su lado y dejando suaves carisias y besos en su cara logro que el más pequeño calmara su llanto y cayera en los brazos del Morfeo.





Tiempo después Felix empaco sus cosas y salió de aquel lugar para nunca más regresar.

Era una noche fría en la que estaba empezando a nevar, tan fría como el corazón que él tenía y el corazón que él creía que aquel chico de sus recuerdos tenía.

Se fue para no regresar y para no afrontar sus más terribles miedos.




FIN
(Relativo)


un tiempo aparteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora