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Una clase aburrida, una libreta y un lápiz... Lo único que necesita un chico como Louis para perderse en su imaginación mediante trazos y dibujos mientras de fondo escucha las eternas explicaciones matemáticas del profesor, sin despertar interés alguno en Louis para que pudiera siquiera levantar la mirada de su libreta llena de dibujos.


El viaje artístico de este terminó cuando repentinamente alguien le arrebataba su libreta, provocando que se pintara una gruesa línea encima de sus hermosos dibujos.


- ¿Podría poner atención a la clase, por favor? - pronunció con notoria molestia el profesor, quien miraba a Louis fijamente, el cual seguía con la mirada baja.


- ¿Y usted podría dejar de joder y devolverme mi libreta? - reclamó Louis volteando a ver lentamente al profesor un una mirada retadora y una sonrisa forzada en su rostro.


El profesor suspiró exhausto por el comportamiento de Louis, pues siempre le contestaba de esa manera agresiva, pero esta vez no pensaba dejarlo pasar.


- No voy a seguir tolerando esos comentarios, hablaré con el director... y me quedaré con tu libreta el resto del día.


A Louis no le dio tiempo de responderle, pues justo había sonado la campana que marcaba él inició del descanso.


- Por cierto, tiene prohibido quedarse en el salón esta vez, así que salga a la cafetería, cerraré el salón con llave para cerciorarme de que no entres. - habló el profesor sacándolo del salón, junto a todos los demás compañeros, quienes murmuraban y reían por aquella situación.


- Hijo de puta... - musitó Louis viendo como el profesor se alejaba con su libreta en la mano luego de que este cerrara la puerta del salón.


Louis no tuvo otra opción más que dirigirse hacia la cafetería, dónde todos los demás alumnos pasaban todos los descansos charlando con sus amigos.


Era la primera vez que el peli turquesa pasaba un descanso fuera del aula de clases desde que empezó a estudiar en ese colegio, que era ya casi un año desde entonces.


El chico llegó al lugar, manteniendo una cara de disgusto mientras cargaba su mochila con un brazo, la cual iba decorada con algunos pines de cosas que le gustaban y un llavero bordado a mano de dudosa procedencia.


Al llegar, se sentó sobre el césped en una de las esquinas del jardín de la cafetería, alejado de todos, sacó su celular para pasar el rato mientras el descanso terminaba, hablando con la única persona que soportaba, John, su novio de internet que vivía en los Estados Unidos.


Mientras Louis chateaba con él, en una mesa, no muy lejos de donde estaba sentado, un chico de cabellos oscuros, llamado Víktor, lo miraba fijamente.


- Oigan, soy yo o a ese chico nunca lo habíamos visto.- les dijo el chico a sus amigos, quienes comían y hablaban entre ellos.


Sus amigos voltearon la mirada para ver a Louis sentado.


My Pastel Boy - (Remake)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora