𝘽𝘼̀𝘽𝘼⚊ BNHA

٭࣭𖠗 QUINTO ACTO ! 𖥦

—↶IT WAS NIGHT WHEN YOU DIED , MY FIREFLY... WHAT COULD I HAVE SAID TO RAISE YOU FROM THE DEAD? ♯*.ﾟ

era de noche cuando moriste, mi luciérnaga... ¿qué podría haber dicho para resucitarte de entre los muertos?

Al parpadear, Xue Yun nota que All Might se había retirado y que ahora en la habitación, en la parte de la entrada, se encontraban tres estudiantes de la Yuuei. Manteniendo su mirada muerta, deja una mínima caricia en el cabello verdoso de Midoriya, y se aleja, dejándole una sonrisa a los estudiantes que esperaban la pronta recuperación de su amigo.

Al salir al pasillo, mira a ambos lados, encontrándose con un hombre de estatura promedio, con cabellos negros y su uniforme. Xue Yun lo observa durante un momento, mientras esa persona se acerca a él y sin esperar, ambos comienza a caminar en la dirección por la que vinieron.

—¿Cómo te fue?—Lo escucha murmurar. Xue Yun solamente lo mira de reojo por unos segundos, antes de seguir mirando el desolado pasillo de hospital.

—Tenías razón.—Empieza.—Los únicos que no me recordaban eran mis hijos.—La ironía se adueña de sus labios, sintiendo un tirón en el costado ante la sonrisa burlesca.—Hicieron un excelente trabajo falsificando mi cuerpo.

El hombre ni siquiera se inmuta ante su burla.—Era necesario, teníamos que borrarte del mapa para que pudieras trabajar mejor.

Detiene su paso. Xue Yun siente la ira creciendo en su interior ante las palabras de su compañero. Estuvo diez años siendo torturado como un animal de testeo, sin voz o voto para toda la mierda que le hicieron en esas cuatro paredes de la Séptima Agencia, siendo humillado, abusado y mutilado miles de veces, hasta que sus captores se cansaran o hasta que él quedara entre la vida y la muerte por todas sus acciones. Ahora, que aquel que considera lo más cercano a un amigo ponga una excusa tan estúpida como esa, hace que sus manos hormigueen para calmar la sensación de estrangular, degollar y mutilar a todas esas personas que solo saben causar daño.

—¿Trabajar mejor?—Pregunta, siendo la rabia completamente obvia en su voz.—Wan Dian* tu más qué nadie sabe lo que ocurre en esa maldita agencia. En ese lugar, no son humanos, ahí solo hay personas ambiciosas que no les importa pisotear y arruinar la vida de los demás solo para completar su búsqueda de poder.—La mirada muerta en sus ojos no cambia, su tono de voz se gradúa e intenta reflejar lo que sus ojos ya no son capaces de hacer.—Que le borraran la jodida memoria a mis hijos y me secuestraran no cambia ese hecho...

—Tampoco cambia el hecho de que estés en Japón.—Xue Yun voltea y mira a sus espaldas. Un hombre vestido de gala, lo observaba con asco y burla.—Solo sigue ordenes cómo el buen perro que eres, BeiFeng. Los perros fieles solo obedecen y no reclama ¿Eres capaz de hacer eso?

Wan Dian intenta detener al hombre.—WangYe, por favor, no es el momento.

WangYe sonríe, ignorando la advertencia del chico de cabellos negros.—BeiFeng...Solo vienes a hacer un trabajo ¿Es muy difícil para ti poder entender eso?

Xue Yun nota como de su bolsillo saca un pequeño interruptor. El miedo se sitúa en sus venas al ver ese pequeño botón de color blanco, no es la primera vez que usan ese botón en su contra, ya ha perdió la cuenta de la cantidad de veces que lo usaron para "adiestrarlo" cuando no obedece como el perro que quieren que sea.

Ningún titubeo se hace presente en WangYe cuando presionó ese botón.

La sangre subió por su garganta, y sin evitarlo, escupe grandes bocanadas de sangre mientras siente cómo su corazón es apretado desde adentro y cómo sus pulmones son atacados por fuertes electrochoques. El dolor lo hace doblar rápidamente sus rodillas, mientras tose sangre una y otra vez, su visión se pone borrosa por el dolor y Xue Yun puede jurar, que su corazón salió de su lugar y que ahora quiere ser expulsado por su garganta.