CAPITULO 5

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LIAM

—Espero conocer pronto a su esposa—él señor Anthon me da un apretón en la mano despidiéndose de mi, después de firmar el contrato

—No le haré esperar entonces—sonrio siguiéndole la mirada, la cual posa en el portaretrato rosa, en la mesa,de nuestra boda,que ella algún día me puso allí y aún no he quitado

Anthon suelta mi mano y se dirige a Stefany

—Señorita Hill espero verla en nuestra cena también

—Sería todo un placer, cuente con ello—sonríe guiándolo por la puerta hasta llegar al elevador.

Camino detrás de ellos esperando que entre, Anthon me da un leve asentimiento con la cabeza de manera de despedida ante cerrarse las puertas

—¿Agotado?—susurra Stefany al ver como los números del elevador descienden

—Ni lo digas—suspiro pesadamente regresando a la oficina para recoger mis cosas

—Pero valió la pena—murmura  viendo  algo en su teléfono — aunque es frustrante

—¿Siempre te quejas así por todo ?—salimos camino al elevador

—Por lo qué no me gusta —se encoge de hombros aún con los ojos clavados en el teléfono

¿En serio?

¿Como hace eso ?

Y con tacones como de 30 centímetros...

—¿No te gusta trabajar?—entramos al elevador que se encuentra vacío —No parece

—Que sea buena en lo que hago no quiere decir que me gusta—levanta una ceja—aunque ambos no pensamos igual—sonrie y salimos fuera

—Me voy—dice sacudiendo la mano

Observo la hora para percatarme que ya es tarde

—¿Te llevo a casa?

—Hoy no necesito mi chófer,te doy la noche libre—me guiña el ojo divertida—Regresa con tu esposa y  tus diez hijos—la fulmino  con la mirada y sonrie—No estoy apurada por ver a Rumi —se balancea de un lado a otro  moviendo su pequeño bolso  junto a la larga cabellera negra que le cae a un lado—Asi que no, gracias, esta noche toca fiesta—ríe moviendo ligeramente las caderas—adiós —se voltea para irse—¡intenta divertirte algún día...!—se aleja dando saltitos como una niña

—¡Como desees!—sacudo la cabeza—¡no hagas esperar mucho a tu gato!—me burlo.

—¡Nunca lo hago!—grita desde lo lejos sacudiendo las manos—¡al menos alguien me espera en casa!—se burla

¡Si supieras!

***

Unos delgados brazos se aferran a mí desde atrás como koala. Intento moverme pero no lo logro.

Abro mis ojos y solo logro ver oscuridad y una pequeña lucecita proveniente de mi teléfono .

Estiro el brazo para llegar pero algo vuelve a jalarme .

Me siento de golpe en la cama aún llevandome la cosa pegajosa en la espalda.

—¡Anastasia!—me sacudo —¡Suéltame de una vez!—grito alcanzando la lámpara en la mesita y encendiéndola .

—Mmm,¡qué molesto eres! —se queja entreabriendo los ojos vagamente —¡Ni tú te soportas!

—¡El sentimiento es mutuo!

—¡Ya calla sal de mi habitación!—gruñe

—Es mi habitación

—Quisieras—murmura sin interés alguno dándome la espalda

Desde que llegaron mis padres nos vimos obligado a compartirla, y cada noche discutimos por lo mismo, ella quiere dormir en la cama y yo no quiero que lo haga, pero..... Al final termina saliendose con las suyas.

—Es mi habitación —recalco —¡Y no te di permiso para dormir aquí, vete al suelo!—mascullo sacudiéndola para que despierte

—¡Vete tú al suelo!—sacude mi brazo apartándolo de ella—esta cama es muy cómoda y calentita, y allí no—abraza la almohada con las manos y piernas haciendo que se suba la parte superior del infantil pijama rosa de princesas, junto al pequeño shorts

—Por esa misma razón tampoco iré al suelo

—¡Debería darte vergüenza, siquiera eres caballeroso,todo tus buenas cualidades tomaron un vuelo y se fueron lejos,sin pasaje de regreso!

» Si deseas mantenerte serio en una discusión hasta el final, mejor no lo intentes con Anastasia«

—¡Y cállate la bocota que despertarás a tus padres!

»Aunque ella se encarga en regresar el ambiente «

—¡Anastasia te dejaré aquí porque soy un caballero

—¿Eso dices hasta creerlo?

—¡Pero procura no molestarme de nuevo!—prosigo haciendo oídos sordos a sus palabras

Asiente entre sueños ,me giro y tomo el teléfono viendo una llamada de mi hermano

Y un mensaje:

¿Como te van tus días de soltero? Ah, no ,pues sigues casado , dale mis saludo a Ana 😉

Su rostro sonriente me viene a la mente

¡Mocoso me las pagarás!

Bloqueo el aparato y lo tiro a la mesita de noche

Apago la lamparita y cierro los ojos con intenciones de dormir hasta que una rodilla se me clava en el riñón derecho

¡Basta!

¡Hasta aquí llegó mi paciencia!

—¡Anastasia te lo advertí!—me giro para verla atravesada en la cama, con la cabeza colgando hacia el suelo y las piernas sobre mí.

Me levanto más que enfurecido para hacerme cargo de esta mocosa engreída, paso mis manos por debajo de cada brazo y la jalo suavemente hasta que cae en el suelo .

Observo como se acurruca y babea

» Asco «

Gruñe, se estira como gato,cuando creo que va a despertar sigue durmiendo, y para mi sorpresa hasta se ve más cómoda ahí, sobre la alfombra.

Mi maldad no es tan grande como para dejarla tirada en el suelo frío con la posibilidad que mañana despierte con el cuello virado

Así que le tiro una mantita de conejitos y regreso a mi cómoda cama a dormir

Horas después me revuelvo entre las mantas

Mi conciencia me molesta

Anastasia

Gruño y me bajo de la cama con pereza . Todo está bajo oscuridad y silencio, sigue durmiendo donde la dejé pero ahora se come el cabello

Rara

La tomo en brazos sin esfuerzo alguno, abre un poco los ojos y me mira fijamente

—¿Quién eres?—frunce el ceño sin despegar sus oscuros ojos de mí

—El gato del callejón —ruedo los ojos

Ríe malvadamente volviendo a cerrarlos

—Rata de alcantarillado, culebra....—me ofende entre sueños dando a entender perfectamente que me conoció

Camino enfurecido hasta la cama y la lanzo _o eso planea mi mente_suspiro , la acuesto y la tapo con las mantas que no durarán mucho sobre ella.

Me limpio el inexistente sudor y me tiro a su lado. Cayendo poco a poco en el mundo de los sueños

Un Divorcio Pendiente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora