Frío. Demasiado frío. Hielo. Húmedo.
Su cuerpo se tenso al sentir el manto húmedo y helado caer sobre él. Abrió los ojos molesto y se levanto de una manera tan rápida y exaltada que la resaca de su noche anterior le paso factura a su cuerpo helado, húmedo y dolido.- ¿Qué mierda?- pronunció desde lo más profundo de su garganta seca, otro dolor agregado.
- ¡¿Qué mierda?! Yo debería decir qué mierda, Jiraiya.
Alzo sus ojos queriendo desaparecer en ese mismo instante. La mirada molesta junto a la expresión de enfado de Tsunade eran lo suficiente para hacer que su cuerpo temblará y no del frío.
Podía jurar que la vena de la frente de Tsunade sobresalía y sus cejas se encontraban lo suficientemente encarcadas y juntas temiendo que en cualquier momento salgan disparadas a sus ojos.
- No fumare más, lo juro.- se disculpo el mayor, desacomodando su pelo mojado que caía por todos lados de su cara,- Fue uno y me lo regalaron, nadie me vio comprando y era solo mari-
Corto sus palabras al ver el rostro confundido y más enfadado que antes. Este era el momento en que quería desaparecer de la tierra, sabiendo que no era algo posible en aquel momento se limitó a darle una sonrisa inocente.
- Fíjate tu celular y espero que tengas una explicación ante toda esa mierda, Jiraiya.
Sin decir una palabra, el peliblanco busco su celular sin encontrarlo, acto seguido escucho una clase de gruñido junto a su celular cayendo en sus piernas.
Lo prendió, gracias a dios, y los mensajes no tardaron en aparecer.
Llamadas de revistas y entrevistadores, junto a mensajes pidiendo explicaciones o preguntando por lo de anoche.¿Acaso nadie se emborracha luego de estar con su ex tóxico? Porque él sí.
Entro a internet, poniendo su nombre en el buscador se encontró con fotos de Hinata junto a él.Su confusión aumento más al leer: "HEREDERA DE LA EMPRESA HYUUGA SALIENDO CON EL ESCRITOR DE 27 AÑOS."
- Eso es mentira... Solo me encontró y me trajo... No hicimos nada.- se defendió mirando a Tsunade, la cual se encontraba masajeando su cien para no caer un ataque en esos momentos.
- Jiraiya, es la heredera de una de las empresas más importante de todo el maldito país.- Tsunade solto un suspiró estresante,- ¡Y apenas tiene 17 malditos años, idiota!
Jiraiya no oculto su asombro mientras se daba golpes en su cabeza sabiendo que esto le traería problemas.
- En las fotos... En ningún momento la bese ni nada, ella solo me trajo a mi casa... - intento explicarse en vano.
- ¡Ja! Dile eso a los medios, idiota.
"¿Es tarde para volver con Orochimaru? Nunca me gusto salir de todos modos", pensó Jiraiya tirando su cabeza hacia atrás.
🍃🍃🍃
Cinco días pasaron. Orochimaru conto cada uno de ellos, segundo por segundo.
La pérdida de lo que es suyo lo estaba matando, haciendolo lucir paranoico y alterado ante todo.Por un lado, su asistente personal estaba teniendo un "deja vu" con la escena, lo mismo había pasado hace unos años y fue la misma causa que lo puso así.
Cuando intento acercarse para darle su cafe, la reacción de su jefe fue tirarlo al piso.
Al entrar a su oficina lo único que hizo fue romper cosa tras cosa.
Temio por su vida cuando quiso ofrecerle sus pastillas para autocontrolarse, la ira del pelinegro desato por toda la empresa.¿Lo peor? Jiraiya había desaparecido, de nuevo.
Orochimaru se encargo de buscarlo para nadie encontraba nada y eso lo empeoraba aun más.- Lo quiero. Acá. Ahora.- ordenó, sus ojos perdidos en la gran ventana de vidrio y bebiendo trago por trago de Whisky.
- Pero Señor....
El asistente dio un brinco en su lugar y pedazos de vidrios salieron disparados a su dirección. Orochimaru clavo sus ojos oscuros en él, mandando un escalofrío por el cuerpo de Kabuto.
- Llama a Tsunade, esa perra sabe donde está.
- Si, señor.
Su asistente de fue, dejándolo solo. Orochimaru respiro profundo por primera vez y su mandíbula se relajo por unos segundos, sin durar demasiado.
Su mente se estaba haciendo un lío, la perdida del control era algo que detestaba.
Odiaba no tener lo que era suyo. Odiaba no tener el control. Odiaba no estar seguro. Odiaba no saber. Odiaba cada maldito sentimiento que Jiraiya le causaba.Pensaba en todo lo que iba a hacerle cuando aparezca.
Tortura, masoquismo, dolor. Hasta no verlo llorar pidiendo su perdon no se iba a detener.Se imagino aquella escena y no tardo en tener una erección.
El cuerpo esbelto del mayor extendido por su cama, atado en cada extremo de la cama mientras sus músculos se contraen marcando aun más. Y la piel tostada se teñía un rojo oscuro ante cada azote o rasguño.
Su pene todo recto y a su limite, queriendo entrar o recibir su atención.
Sus ojos llenos de lágrimas mientras le suplicaba que pare con todo eso, que lo quería a él.- Mierda.- gruñó.
Se apoyo contra el vidrio de las paredes y abrio sus pantalones para tocarse excitado.
Su respiración se acelero, envolvió su pene erecto contra su mano y empezó a bombear. Fue duro y fuerte, presionando, el ardor extendiéndose por su cuerpo.Cerro sus ojos y se lo imagino. Imagino el pene grueso y grande de Jiraiya contra su entrada, entrando en él sin piedad.
"Mhmm... se siente tan bien, sigue montandome."
Y así siguió Orochimaru, rasguño todo el abdomen contrario mientras brincaba tomando por completo lo que le daba.
Tan rico. Se sentía tan bien.
Bajo sus pantalones, abrio la boca y mojo dos de sus dedos.
Los sintió, masajeando su próstata, cerro sus ojos disfrutando sin ser suficiente.
3 dedos en su interior, no estaba lleno." ¿3 dedos? Mi pene es mucho más que 3 dedos. "
La risa burlona de Jiraiya se extendió por su mente, soltando un gruñido metió otro.
" Te ves tan rico así, sigue. Mete otro."
-Jiraiya... Jiraiya...
Los ojos de Orochimaru se cerraron, imaginando mucho más mientras se masturbaba pensando que era Jiraiya quien lo estaba cogiendo.
- Más, sigue...Dámelo todo.
Gimió alto, bombeando su pene con mayor fuerza y metiendo sus dedos hasta lo último.
Sus piernas temblaron y su líquido seminal fue expulsado por completo.
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Lo hago por él.
FanfictionDespués de que Orochimaru lo haya dejado, Jiraiya es un ermitaño que se culpa cada día por sus acciones. Un escritor famoso, guapo y rico se absorbe por las clemencia de su roto corazón esperando sanar su dolor a través de cada escrito. Orochimaru...