Caliente como una estufa y con una excitación notable en mi ropa interior volví al grupo con otra caja de cervezas, intentando disimular lo que había pasado en ese almacén. Nil vuelve a estar en el sillón, cómo no, pero esta vez no me molesto en detallarlo con la mirada, decido ignorarlo. No me gusta que haya jugado de esa forma, además, ¿qué quiere decir con ganarse el placer? Bah, que le den. Tampoco está tan bueno.
—¿Dónde te habías metido? —pregunta Jess con una sonrisa genuina, intentando adivinar algo de lo que ha pasado en esa despensa.
Dejo la caja en el centro, y me siento en mi lugar.
—Ya os dije que se pierde hasta en un lugar sin salida—se burla Nil, poniendo su barbilla sobre uno de sus puños, adoptando la pose de un rey aburrido. Y de verdad, por unos segundos me confunde, de verdad que lo parece.
El alcohol me está afectando, pienso. Hasta que me recuerdo que llevo un rato sin beber y me encuentro en plenas facultades.
—¿Entonces un beerpong? —propone la otra chica, la fanática de The Dare, lanzándome una mirada traviesa.
Yo suelto una risita.
—Me da pereza levantarme—se queda uno de los chicos.
—Yo estoy demasiado borracho para atinar una—alega el otro, dándole la razón a su amigo.
Me quedo mirándolos.
—¿Cómo os llamáis?
—Yo soy Luca—me recuerda el primero de ellos, un moreno de ojos verdes.
—Y yo Guzmán—se presenta el otro, moreno pero de ojos color miel.
Asiento.
—¿Por qué lo quieres saber? ¿Te ha gustado alguno? —se burla Jess a mi lado, provocando que le dé un golpe en el brazo.
—Claro que no, es que no os habéis presentado todos.
—Oh, es verdad. —logra comprender. —Ellas son Malva y Laila—señala a la pareja—Elba, Luca, Guzmán y Tamara. —la última es la chica fan de The Dare, que me dirige una sonrisa tímida.
—Puedes llamarme Tami.
Asiento y le sonrío.
—¿Qué hacemos? ¡Me aburro! —se queja Luca como un crío.
—¿Verdad o reto? —propone Malva, llevándose abucheos—¿Qué queréis? ¿Yo nunca, entonces?
—¡Vale! Yo tengo la aplicación—propone Jess cogiendo su móvil—Tengo la versión súper hot—me guiña un ojo haciendo que se me suban los colores.
Mierda, no debería, pero mis ojos se dirigen hacia Nil, que por supuesto me está observando fijamente con esa intensidad que me hace cruzarme de piernas.
—¡Ya está! —exclama, haciendo que centre mi atención en él. Por lo menos así no tengo que estar pendiente del pelinegro que sé que sigue observándome como un león lo hace con su presa. —Hostia, empieza fuerte. Yo nunca he tenido sexo en público—lee en alto, provocando que todos menos Tamara bebamos.
—Nosotras, fue en unos probadores—admiten las chicas con dos sonrisas anhelantes, se lanzan unas miradas que lo dicen todo.
—En un parque—dice Elba, echándole una ojeada a Nil, con lo que deduzco que fue con él. Este ni siquiera la mira, está en su mundo.
—Yo en un cine—admite Luca.
—En la facultad—suelta Guzmán provocando una risa generalizada, lo que yo no entiendo, pero sonrío al ver a su amigo pegándole en la cabeza con gracia.
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Rétame si puedes [+21]
Любовные романыJuro que mi intención era tener una noche normal, hasta que por mi camino se cruzó mi antiguo compañero del instituto. Ahora es universitario, como yo, más alto y mucho más descarado. Ah sí, y al parecer también me odia, por algo que desconozco. Lo...