21 Gramos - Hyunlix.

El exilio.

Algunos días habían pasado desde la escena del cuarto del lavado, Felix seguía con sus funciones en la labor del hogar y Hyunjin seguía trabajando aunque notoriamente ausentándose más de la casa, evitar a su niñero la mayor parte del tiempo, pero ¿Qué pasaría cuando Lyra volviera? Si bien era una niña no era nada de tonta y notaria de inmediato que algo pasaba entre su padre y Felix.

—Señor Hwang, creo que por el bien de la niña deberíamos hablar de lo que está pasando. — Comento una noche Felix mientras preparaba la cena para su jefe. — ¿No lo cree?

— ¿A cuál de todas las cosas que han estado pasando te refieres? — Dijo mientras cerraba su laptop para observar únicamente a su interlocutor — Tu rechazo inminente, el beso compartido o tu relación con fecha de caducidad con mi hija ¿De qué quieres hablar?

—De todo eso. — dejo sus labores en la cocina y se sentó al lado de Hyunjin — Todo este asunto de sentir atracción por alguien es nuevo para mí, no sé cómo funciona, no sé qué hacer. Hablando sobre Lyra, no hay manera de que yo permanezca toda la vida con ella, ni siquiera si nosotros tuviéramos una relación ¿Cómo saber si duraríamos?

— ¿Por qué te planteas todo a futuro? ¿No puedes disfrutar de las cosas pasando aquí y ahora?

—No. No sé si tendré el tiempo de plantearme un futuro, claramente de lo único que tengo certeza es que no soy dueño de mi tiempo.

— ¿Tienes a alguien a quien rendirle cuentas? — Felix no contesto. — Dime, ¿Es eso?

—No, ya te dije que no existe nadie de ese tipo en mi vida y tampoco puedo contarte porque creerás que estoy loco y si pasa eso, mi tiempo al lado de Lyra y a tu lado se hará aún menor. — el pecoso sabía que decir la verdad era ser declarado loco.

—Creo que puedo soportar cualquier cosa, realmente a estas alturas solo me conformo con una explicación, mira que ya bastante difícil es aceptar esta atracción que estoy sintiendo por ti. — no porque se tratara de Felix, sino porque jamás se había planeado sentirse tan atraído por un chico.

— ¿Qué te complica más? ¿Quedar sin niñero y posible amante o que tú posible amante sea un hombre? — Felix estaba intentando desviar el tema, necesitaba que Hyunjin olvidara su reciente obsesión por retenerle y no era que el no quisiera quedarse, simplemente... no se podía.

—Nada de eso, yo soy hombre adulto, lo bastante como para que me importe una mierda lo que opinen los demás, solo tengo a una persona a la que no quiero fallarle nunca y esa es mi hija, si ella jamás me mira con reproche entonces seré feliz, pero me estoy permitiendo ser egoísta en este momento, diciéndote que deseo estar contigo, sea por el tiempo que dure, solo... quiero que tengamos esto. — se explicó el azabache.

—No sabes cuantas ganas tengo de decirte que sí, pero hay mucho en juego Hyunjin. — se sorprendió por lo increíblemente bien que se sintió su nombre con tal confianza en los labios de su niñero. — Yo no quiero lastimar a nadie, no quiero... que quedes solo nuevamente.

—Si tan solo me explicaras, yo podría entender. — Hyunjin alcanza su mano y la atrapa entre las suyas — Aunque fuera algo muy terrible yo podría entender.

— ¿Crees en los acontecimientos sobrenaturales?— Hyunjin ladeo su cabeza no muy seguro de lo que el pecoso quería decirle. — ¿Qué pasaría si te dijera que yo mismo soy un acontecimiento sobrenatural?

—No entiendo, Lix.

—Hwang Hyunjin. — se soltó del agarro del azabache. — Soy una estrella.