El Cadaver de la Novia

Especial .-¿Qué hubiera pasado si....?

Atención: Este capítulo es corto pero esta hecho con mucho amor para todas ustedes.
Este capítulo está dedicado a una personita.
ReaderWriter1996
Este capítulo es para ti nena. ❤

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"En mis sueños te abrazo fuertemente y te digo cuanto te amo porque se que cuando despierte mañana tu no estarás ahí"

El cálido viento de verano jugaba con los cabellos castaños de aquel joven que se encontraba regando las plantas de su jardín. Una hermosa sonrisa adornaba su rostro y pequeñas manchas de tierra ensuciaban sus blancas vestimentas. Xie Lian amaba la jardinería y no le importaba ensuciarse las manos para poder realizar lo que a él le gustaba.

Cada mañana regaba las variedades de plantas que se encontraban en su jardín para luego comenzar quitar hierbas que no permitían que sus flores crecieran como debían. A este punto el sudor comenzaba a empapar su rostro y el rastro de hierbas y sudor ensuciaban su cara, manos y también ropa.

-¡Hoy el sol está muy fuerte! –Un pequeño jadeo salió de sus labios mientras su mano derecha se posaba a la altura de su frente con la única intención de cubrirse un poco de los rayos del sol.

-Gege debería parar un momento –Aquella voz tan varonil y ronca sobresalto al joven de cabellos castaños. –Casi es medio día y el calor será más insoportable.

Una pequeña risa salió de los pomposos labios del castaño quien miro con ternura como su esposo se acercaba a él con un pañuelo y algo de agua con hielo.

-Sang Lang me cuida mucho –Dijo en un intento de que su marido lo dejara terminar su trabajo de jardinería ya que sabía que era algo sobreprotector y no lo dejaría trabajar bajo el sol durante mucho tiempo. –Pero no es necesario, algo de sol no va a matarme.

-Prometí cuidarte siempre –Dijo Hua Cheng mientras le entregaba el vaso con agua a Xie Lian y comenzaba a limpiar con sumo cuidado y amor la delicada piel de su esposo.

Xie Lian se sonrojo al sentir aquella delicada tela pasar con suavidad sobre su blanca piel. Sus ojos miel miraban atento a aquel hombre que se encontraba parado frente suyo. Observo aquellos ojos que lo miraban con tanto amor y anhelo y que siempre le transmitían seguridad. Miro aquellos labios que lo besaban cada mañana y cada noche.

"Es simplemente perfecto"

-Te amo Sang Lang –Susurro mientras dejaba caer el vaso de agua para luego lanzarse a los brazos de su esposo abrazándolo con fuerza, su cabeza se ocultó en el pecho del pelinegro donde pudo escuchar con claridad sus latidos.

Hua Cheng sonrió con dulzura por la repentina muestra de amor.

-Yo también te amo –Dijo mientras correspondía el abrazo de su esposo pasando su brazo derecho por la pequeña cintura de Xie Lian apegándolo a su cuerpo.

Un suspiro de satisfacción salió de la boca del castaño quien disfrutaba de aquel momento tan íntimo que tenían. Desde hace más de 2 años estos se casaron y decidieron fugarse para poder vivir una vida tranquila y relajante lejos de la sociedad. Los dos trabajaron duro y lograron construir una pequeña cabaña en una pequeña pradera que estaba cerca de un pueblo donde Xie Lian iba con su esposo a comprar la despensa para la semana.

Habían vivido momentos de alegría, tristeza, disgustos, peleas y por su puesto como cualquier pareja habían peleado pero como siempre estos lograban dialogar y así arreglar sus diferencias.

-Mi amor es mejor entrar a la casa el calor está empeorando –Dijo Hua Cheng mientras cargaba al castaño en forma de princesa.

Xie Lian soltó un chillido por el acto tan repentino de Hua Cheng.

-¡Sang Lang! ¡Te he dicho muchas veces que puedo caminar por mi cuenta! ¡No necesitas cargarme! –Dijo avergonzado y sonrojado

Aquellas palabras trajeron recuerdos de cuando él y Xie Lian estaban recién casados y llegaron a aquella pequeña cabaña. En un acto de amor cargo a Xie Lian entre sus brazos para ingresar a la que hora sería su casa. Esa vez el castaño repitió las mimas palabras.

-¡Sang Lang! ¡No es necesario que me cargues! ¡Puedo caminar yo mismo! –Susurro mientras se acurrucaba en el pecho de su ahora esposo. Hua Cheng simplemente sonrió para luego besar con delicadeza los carnosos labios de su marido.

-Prometí cuidar a gege en todo momento –Dijo mientras rosaba su nariz con la de Xie Lian. –Por favor solo por esta vez déjeme consentirte.

Hua Cheng sonrió para luego ingresar a la casa donde fue directamente hacía su habitación y deposito delicadamente a Xie Lian en la cama matrimonial.

-Déjame consentirte –Susurro mientras tomaba la mano izquierda la cual tenía un hermoso anillo de plata que él mismo le había diseñado a su gege. El anillo tenía un hermoso rubí que resplandecía como ningún otro y había detalles tallados en la plata haciéndolo único e inigualable.

-Siempre lo haces –Sonrió Xie Lian mientras entrelazaba su mano con la de su pareja. –Este esposo también quiere consentirte.

Y tras decir aquello el castaño se lanzó a los labios de su esposo dándole un beso lleno de amor y ternura. El pelinegro no tardo en corresponder comenzando a acariciar la lengua de Xie Lian con su suya provocando sonidos húmedos y una sensación bastante gratificante para ambos.

Los jadeos y gemidos se hicieron presentes en el cuarto, pronto el calor era asfixiante para ambos. Las ropas se fueron yendo dejando a aquellos dos amantes totalmente desnudos. Xie Lian sonrió mientras acariciaba las mejillas de su esposo.

-Hua Cheng mi hermoso esposo –Susurro mientras besaba la manzana de Adán del pelinegro. –Mi alma gemela, por favor no me hagas esperar.

Y tras decir aquello el pelinegro no hizo esperar más a su esposo. Lo beso con tanta pasión que los labios de Xie Lian estaban rojos e hinchados. Mordidas fueron repartidas por todo el cuerpo del castaño y este simplemente jadeo y recibió todo aquello.

Sus manos se entrelazaron, aquellas donde ambos tenían un anillo que los unía como esposos y que demostraba el profundo amor que ambos sentían.

Ambos disfrutaban de su tiempo junto y de su rutina. Una donde ellos podían compartir tiempo junto y podían vivir libremente sin que nadie los molestara.

Todo aquello estaba destinado a pasar. Ese era el rumbo que deberían llevar las cosas.

Aquellas almas gemelas debieron vivir su feliz para siempre.

Pero nada de eso paso.

Y todo por culpa de aquella mujer y aquel hombre de vestimentas blancas que se interpuso en los planes. 

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Buenas noches. Les traje este pequeño especial que les traje por este día tan especial. La verdad me emociona mucho que esta pequeña historia tenga muchas lecturas. Lamento decirles que no creó que actualice tan pronto porque estoy teniendo problemas la redactar el otro capitulo. 

Aun asi disfruten de este especial.