› thirteen ‹

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Sunoo.

Desde el día que me senté con sunghoon, y ni-ki se fue con el alfa pelirrojo, todo cambió.

Cuando fuimos con ni-ki y sunghoon a pasar la hora libre, ni-ki se fue casi corriendo del lugar, luego de eso no volvió a aparecer por una semana. Le mandé mensajes y lo llame pero no respondía.

Luego hoy, me ignoró y sus mensajes sonaban secos.

Ya era la hora de salida y estaba esperando a sunghoon para irnos, teníamos que ir a McDonald's pero no pudimos, porque mí mamá me avisó que esta madrugada venían mis hermanastros así que arreglamos no ir a comer, aparte, ni-ki no iba.

Seguía buscando con la mirada a mí novio o a sus amigos hasta que sentí unas manos en mis hombros.

-Aquí estoy, cielo.- me di vuelta y le sonreí a mí hoon.

-Me asustaste.- sunghoon me agarró de la cintura.

-¿Vamos a tu casa?- Asentí.

-Sí, te vas a quedar a dormir.- mí alfa me miró con una sonrisa coqueta.

-Si es que no pasa nada.-

Me sonroje y abrí los ojos, le di un pequeño golpe en sus brazos. -¡H-hoonie!-

Sunghoon rió y me agarró la mano, salimos por la entrada y nos fuimos juntos a mí casa.

Luego de minutos y una caminata tranquila y cálida, llegamos a mí casa, abrí la puerta con mí llave y mí mamá se encontraba en el sillón mirando su celular con la televisión prendida.

Cerré la puerta y nos acercamos a dónde estaba sana.

-Hola mami~ - la abracé y le di un beso en su mejilla y ella me saludó.

-Hola suegrita.- sunghoon le dió una reverencia.

-¡Ay tú niño rata! te dije que con ese apodo me siento una vieja.- bromeó mí mamá mientras le daba una reverencia, yo reí.

Subimos las escaleras y entramos a mí habitación con olor a galletitas mezclado con el olor a café, dejamos las mochilas en mí escritorio.

Me estaba sacando las zapatillas y sunghoon me agarra de la cintura por atrás, apegandose a mi cuerpo.

-¿Eres muy bonito lo sabes?- me dió un beso en el cuello.

-Sí sí~ ya apartate pareces un perro en celo.-

Sunghoon se apartó y volvimos a bajar las escaleras, ahora para ir a comer.

-¿Que comiste, mami? -

-Sushi comprado, no quería cocinar.- me señaló la heladera.

Me fui hasta la heladera y había en un tapper diferentes sushis.

Lo agarré y busqué cuatro palitos para agarrar y dos refrescos, uno de sabor durazno y otro de sabor naranja. Me senté y sunghoon también.

-Abre la boca, amor~ - sunghoon tenía un sushi en los palitos, abrí la boca y me introdujo mí sushi favorito.

Mastique y le sonreí, yo también agarré su sushi favorito y se lo dí. Abrí el refresco de durazno y lo tomé, era mí favorito.

Luego de unos minutos nos terminamos los sushis que mí mamá había guardado y las bebidas, lavamos todos y nos sentamos en el sillón.

-Iré al baño.- sunghoon avisó.

Mí novio se fue arriba, en donde estaba el baño.

-Sun.- mí mamá me llamó.

-¿Si?-

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