I. Tontos.

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Dedicado a: DrinnChan1

Dos pequeños niños de a penas cuatro y seis cortos años corrían por toda la casa, el mayor sostenía entre sus manos el balón de soccer y aceleraba su velocidad para no ser alcanzado por el menor que comenzaba a entrar en desesperación pues no le podía alcanzar.

- ¡Hyung! - gritó el más pequeño con los ojitos llenos de lágrimas. - ¡Así ya no quiero jugar!

El mayor soltó el balón ya cansado, apoyo sus manos sobre sus rodillas y respiró profundamente, estaba distraído por lo que no notó a su dongsaeng llegar detrás de él con la furia destallada en su rojo rostro, con sus manitas el más pequeño empujo la espalda de su Hyung, con el ceño fruncido. El niño de seis años, con el rostro espantado alcanzó a colocar sus manos antes de enterrar el rostro en el suelo, hizo una mueca de dolor y se incorporó sentándose mientras se tallaba las rodillas.

- Channie, ¿Qué sucede? - preguntó el niño sentado en el suelo.

- Hyung es malo - se quejó el menor haciendo un pequeño puchero con los labios. - Ya corrimos demasiado y aún JinYoung-hyung no me ha dado el balón.

Channie comenzó a llorar, con sus puñitos apretados. Jin Young se levantó del suelo y abrazó el pequeño cuerpo del menor.

- Lo siento Gong Chan-ah- le acarició el cabello - Creí que te estabas divirtiendo.

Chan Shik levanto su carita, miró a su hyung y le dio un pequeño beso en su mejilla. Jin Young se sonrojó y se separó de él. Channie rió divertido y salió corriendo hacia su casa que se encontraba a lado de la de su hyung. El mayor se acarició su mejilla sonrojándose aún más. Miró el balón tirado en el suelo, lo tomó entre sus brazos y soltó una carcajada bonita. Mañana le devolvería aquel balón a su dongsaeng.

•••

Era el cumpleaños número diez del pequeño Jin Young. Su madre le había dado la oportunidad de tener una fiesta pero en vez de eso, nuestro pequeño niño había decidido pasarla entre las sábanas de su cama viendo las tres películas de "El rey León" a lado de su personita favorita: Su Channie.

Gong Chan soltó unas pequeñas lágrimas al ver la escena donde el papá de Simba moría, se mordió el labio para no emitir sonido pues en su aula había escuchado que: "Los niños no lloran" pensando en eso estaba cuando sintió una suave caricia en su mano. Miró con sus ojitos brillositos a su hyung y éste le tomó su manita, le sonrió y besó la frente del menor.

Después de terminar las tres películas, de haber comido pastel en la cama y haberse acomodado ya para dormir, el hyung le estiró las mejillas a Gong Chan.

- Gracias Channie, por darme el mejor cumpleaños que podría existir - dijo Jin Young antes de cerrar sus zorrunos ojitos y quedarse dormido.

Gong Chan abrazó el dormido cuerpo de su hyung y sonrió al repasar en su mente aquellas palabras, cerró sus ojos para acompañar a Jin en un bonito sueño. Quizás el mayor nunca olvidaría ese día, quizás el menor nunca olvidaría esas palabras.

•••

- ¡Hyung! ¡Usted puede! - Gritaba y saltaba Gong Chan Shik con pequeñas banderitas con el nombre de Jin Young en ellas.

Los terceros años de secundaria habían organizado unas competencias entre ambos cursos, por ahora el curso A donde se encontraba Jung Jin Young iba a la par con el curso B. Así que la última competencia lo definiría todo, y es ahí donde entra nuestro Jin Young, ya iba por la tercera y última vuelta, sus largas piernas ágilmente se movían rebasando a su compañero, ya podía ver el letrero que tenía la leyenda "Meta". Con más fuerza avanzó, chocó contra el cartel rompiéndolo por la mitad y hecho un grito de triunfo.

Historias JINCHANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora