Capítulo #1 "El Comienzo".

715 134 66
                                    

Siempre que me despierto en cada mañana me pongo a pensar en mi vida años atrás, cuando todo era perfecto, mis padres estaban juntos y éramos una familia unida. Extraño tanto lo feliz que era, jugaba con mi padre, pasaba todo el tiempo con él, dejaba de trabajar para estar conmigo y con mi hermano, incluso abandonó su trabajo durante un año por estar a nuestro lado. Si me enfermaba él estaba a mi lado, cuidando de mí junto a mi madre, me leía un cuento todas las noches, me arropaba, depositaba un beso en mi frente y me decía que todo iba a estar bien, que siguiera siendo su pequeña guerrera y nunca me diese por vencida, juraba estar en todo momento y circunstancia a mi lado, para protegerme, cuidarme y ser mi paño de lágrimas, mi consejero y defensor y le creí... Pero lamentablemente solo fueron promesas que quedaron incumplidas.

Para mí fueron hermosos recuerdos inolvidables, que guardo en lo más profundo de mi corazón, nunca quiero olvidarlos, quiero mantenerlos en mi mente toda la vida. Si algún día llego a perder la memoria espero que esos recuerdos se queden ahí, o poder recuperarlos, esos días en los que era tan feliz, prefiero llevarlos por siempre conmigo, aunque duelan un poco al recordar y saber que no volverán. No es que no sea feliz, ahora tengo a mi hermano, a mi madre y a mis mejores amigos que son mi vida, sin ellos no hubiera podido volver a sonreír.

Suelo despertarme a las 5 de la mañana, claro si logro dormir, me suele costar demasiado hacerlo, mi madre a veces me daba pastillas para dormir recetadas por una compañera especializada en psiquiatría, aún así no me las dan mucho, ya que es mejor dormir sin la necesidad de ellas. Por lo normal me acuesto a las ocho de la noche y me levanto a esta hora, pues no puedo dormir más de 8 horas. Llevaba un largo rato pensando en cómo eran las cosas antes de ese día, en el que nos dijeron a mi hermano y a mí que se iban a separar, francamente sé que fue lo mejor, vivían discutiendo y aunque no conozco los motivos era muy pequeña para entender esas cosas, hasta mi hermano era pequeño, pero aún así me duele. La separación de unos padres nunca es fácil y menos cuando eres tan pequeña, a Benjamín también le dolía, intentó ser lo más fuerte posible por mí, que pasé cosas muy malas después de todo eso, mi vida fue peor después de ese día en el que nuestro padre se marchó de casa y nunca volví a verle, solo mantengo contacto con él de vez en cuando, ya que está muy ocupado trabajando como abogado.

Suena mi celular sacándome de mis pensamientos, lo busco para saber quién es y veo el nombre de Sam iluminarse en la pantalla del móvil. Fernando y Sam son mis mejores amigos, gracias a ellos volví a sonreír, ciertamente no sé qué sería de mí sin ellos, igual que Daniel nuestro otro mejor amigo solo que él llegó un poco más tarde, pero eso no significa que sea diferente que con Fer o Sam. La verdad es que Dani no ha estado mucho últimamente, sabemos que no es porque quiera y más bien es porque desde que empezó el instituto, su padre lo ha estado presionando un poco y debe ir mucho a la empresa de su familia,  la cual son socios  la familia de Sam y la de Fer,  con el tiempo nuestros padres terminaron siendo grandes amigos gracias a nuestra amistad y también siendo socios. La familia de Fer también tiene una cadena de restaurantes, que son de Fiona, su madre, Charles, el padre de Fer se los abrió a su mujer  como regalo de bodas ya que era su mayor sueño.

—Sam, buenos días—digo al contestar—¿está todo bien, ocurre algo?—pregunto preocupada ya que está llamando muy temprano.

—Buenos días, princesa—dice a modo de saludo mi mejor amigo—sí, tranquila, todo está bien, solo te llamaba para darte los buenos días y ser el primero en hacerlo, disculpa si te asusté o te preocupé. Me acabo de despertar corazón y me encantaría hablar durante horas contigo, pero tengo varias cosas que hacer antes de pasar por ti en un par de horas. Te quiero.

Todo Cambia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora