04 | el relato de michael

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Se vieron obligados a quedarse en uno de los hoteles de Tommy. Hetty no estaba demasiado molesta, pero Michael estaba absoluamente indignado por el hecho de que estaban siendo puestos en "cuarentena", hasta que el resto de la familia los considerara dignos de confianza. Hetty tenía un asunto mucho más urgente que la familia Shelby, ya que tenía un hijo y un bebé en camino.

Antes de ir al hotel los llevaron al Garrison, donde debían reunirse con Tommy. Polly se les adelantó y Michael se quedó afuera con Hetty, quien tenía a su hijo en brazos.

—Estás planeando algo —dijo Hetty, mirando a Michael confundida—. No sé qué, y no sé si esa Gina en Estados Unidos está involucrada, pero estás planeando algo.

—¿No crees que te lo diría si fuera así? —preguntó Michael.

Hetty se encogió de hombros—. Ya no lo sé, Michael. No sé en quién confiar o si algo de lo que me dicen es verdad. Tommy mató a mi papá antes de que pudiera conocer a su nieto, y sinceramente, ya no confío en esta familia.

—¿Qué estás diciendo? —preguntó Michael—. ¿Quieres ser parte de esto?

—No —respondió Hetty—. Quiero vivir mi vida lo más normalmnete posible. No quiero estar constantemente preocupada por el negocio. Nunca perdonaré a Tommy por lo que le hizo a mi papá, y la única manera de escapar del pasado es huir de él y no detenerme.

—Entonces, ¿qué quieres que haga? —preguntó Michael.

—¿No es obvio, Michael? —respondió Hetty—. Quiero irme. Quiero que olvides lo que sea que estés planeando y quiero ir a algún lugar del mundo donde el nombre Shelby aún no haya llegado. Tenemos un hijo, Michael, y otro en camino. Por el amor de Dios, no hagas nada estupido.

Pero el daño ya estaba hecho. El golpe de Michael ya estaba planeado y estaba esperando a que lo pusieran en movimiento. No había forma de detenerlo.

—Bien, Hetty —dijo Michael —. Nos ocuparemos de este asunto y luego saldremos de aquí. Lo prometo.

Antes de que Hetty pudiera decir algo, Polly abrió la puerta y los invitó a entrar al Garrison. Hetty se aferró a su hijo, siguió a Michael al pub y vio a Tommy, Tessa, Mason y Arthur reunidos para recibirlos.

—Tommy —dijo Michael—. ¿Te acuerdas de Hetty?

Hetty sonrió nerviosamente cuando Tessa se apartó del lado de Tommy y se acercó a ella. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, hizo un gesto hacia el niño—. ¿Quién es éste?

—Alfie —susurró Hetty, mientras Michael se alejaba de Hetty y Tessa.

Michael se aclaró la garganta—. Quisiera decir algo.

—Siéntate, Michael —le ordenó Tommy.

Michael no se movió—. Te traicioné.

—Michael —dijo Polly.

—Pero solo en mi corazón —continuó Michael—. Una vez, en Estados Unidos, había mucho dinero en ese banco. Me pregunté si podía... si podía mudarme a California. Alguien dijo que invirtiera en el cine. En Hollywood. Pero Hetty me detuvo. Ella dijo...

—Te dije que te sentaras, Michael —espetó Tommy, esperando a que Michael se sentara. Una vez que lo hizo, Tommy lo miró nuevamente—. Ahora, cuéntame qué pasó en ese barco en el puerto de Belfast.

—Pasamos mucho tiempo en ese barco —dijo Michael—. Me hice amigo de mucha gente. En especial de un hombre, era de Belfast.

—¿Qué pasó cuando amarró el barco? —preguntó Tommy.

—Este hombre tenía amigos que manejaban una destilería de whisky en el condado de Tyrone —explicó Michael—. Querían ver cómo ingresar su mercadería a Estados Unidos. Así que le dije "está bien, invítalos a bordo". Cuando llegaron, me di cuenta de que no producían whisky. Eran escoseses, de Glasgow. No podía entender una maldita palabra de lo que decían. Empezaron a maldecir, así que le pedí a Hetty que se fuera. Ahí empezaron a hablar de ti, Tom. Dijeron que Tommy Shelby ya no tenía tanto poder. Que la política lo dominaba. Que su liderazgo estaba agotado. Que era un buen momento para ingresar y si quería ser parte de eso. Sabían del dinero que perdí en Estados Unidos. Dijeron que ibas a culparme, que tenías una bala con mi nombre.

—¿Qué les dijiste, Michael? —preguntó Tommy.

—No tuve tiempo de decir nada —respondió Michael—. La policía subió a bordo. O al menos creí que eran policías. Ellos...

—Eran del IRA —terminó Tommy por él.

—Exacto —dijo Michael, y por unos momentos tensos los dos estuvieron atrapados en una mirada acalorada, antes de que Tommy inclinara la cabeza.

—¿Y los primeros hombres eran de Glasgow? —preguntó Tommy.

—El comandante del IRA dijo que los hombres de Glasglow se llamaban Billy Boys —respondió Michael.

—Malditos Billy Boys —murmuró Mason mientras Arthur murmuraba lo mismo.

—No sé quién diablos son los Billy Boys —dijo Michael.

—Manejan a todos los hombres de todas las minas de carbón de cada astillero al este de Glasgow —explicó Arthur—. Tienen vínculos con Belfast y con la FVU. Son pandillas protestantes. También incursionan en política. Son la fuerza de choque de las manifestaciones fascistas.

—Pero no hiciste ningún trato, Michael —dijo Polly, mirando a Tommy mientras hablaba—. ¿Ni siquiera sabías quiénes eran?

—Estaba ocupado esperando darles las buenas noticias —dijo Michael, mirando a Polly mientras Hetty se acercaba a él y le tomaba la mano—. Es cierto, Hetty y yo nos casamos cuando ella vino a Nueva York y tuvimos un bebé juntos. Lamentamos no haberle dicho a nadie, pero fue una decisión que tomamos entre los dos. Pero hay más buenas noticias. Hetty está embarazada de nuevo.

—Está bien, Michael —dijo Tommy—. Te creo. Bienvenido a la familia. Felicitaciones. Solo recuerda que tu hijo, y tu hijo por nacer, presenciaron lo que dijiste...

—Thomas —dijo Polly a modo de advertencia.

—Y nacerá de acuerdo con...

Tommy no tuvo la oportunidad de terminar antes de que Michael estuviera de pie, con ira en los ojos—. ¡Hijo de puta!

—¿A dónde diablos vas? —preguntó Arthur, moviéndose entre Tommy y Michael mientras Mason se acercaba a su hermana y a Hetty—. ¿Estás loco? Puedes irte, Michael.

—Maldito bastardo —le dijo Michael a Tommy.

—No eres libre, Michael —dijo Tommy, y Hetty notó que ni siquiera si inmutó por la acción de Michael—. Le hiciste perder mucho dinero a esta compañía. Te dije que vendieras, pero te quedaste. Y ahora quiero que me pagues lo que me debes. Puedes hacer algunos trabajos, asumir algunos riesgos. Antes éramos unidos. Ahora te quiero aún más cerca.

Michael no dijo nada, pero Hetty se acercó a él—. Michael, está bien —miró a Tommy—. Estás en problemas, Tommy. No sé qué es, pero hay algo en tu mirada que no me sienta bien. Aunque no lo admitas, nos necesitas a todos más que nunca. Vamos, Michael.

Michael tomó a su hijo y colocó su otra mano en la espalda de Hetty, alejándola de la familia. Quería mostrarle a Tommy que su familia era más importante para él que cualquier otra cosa, y agarrar a su hijo lo calmó instantáneamente.

Polly siguió a Michael y Hetty cuando se marcharon, y una vez que estuvieron fuera, Hetty se volvió hacia Polly—. Sé que estás enojada, pero ¿hay alguna posibilidad de que sepas dónde acampan Bonnie y Aberama? No lo he visto en mucho tiempo, y también necesito encontrar a Isaiah.

—Los Gold están acampados en el bosque a las afuera de Small Heath —dijo Polly, antes de mirar a Michael—. Tienes que hacer algunas cosas antes de que Tommy te considere parte de esta familia de nuevo, lo sabes, ¿no?

—Sí —respondió Michael mientras miraba a su hijo. Todo lo que estaba haciendo era por su familia—. Pero ahora tengo mi propia familia. No necesito a Tommy Shelby.

THE LAST OF THE REAL ONES | Michael Gray ²Donde viven las historias. Descúbrelo ahora