Becca
En todas estos días me sentí como si fuera una Margarita. No paraba de atender a Calum con lo que necesitara. Lo llevaba de acá para allá. Hasta hubo varias noches que me quede a dormir con él. No me molestaba, menos lo de dormir juntos, solo que ahora sabia como se sentían los demás respecto a mi, y un poco dolía ya que me sentía como si fuera un molesto grano en el culo. No me malinterpreten, amaba estar tan cerca de Calum, pero no estoy segura que las personas se sientan así hacia mí, solo digo.
Si se están preguntando, sí, conocí a la familia de Calum. No fue gran cosa, solo unas palabras y unas risas, pero claramente eran muy amables. La madre siempre me preguntaba si necesitaba algo, tal vez Cal le habia dicho de mi enfermedad, pero se notaba que era una mujer muy dedicada. El padre y yo hablábamos siempre de viejos artistas y cuando empezábamos no podíamos parar, lo que era gracioso ya que Calum no entendía nada y nos burlábamos de él, pero siempre con amor. La hermana de Calum me compartía los auriculares y me contaba sus aventuras con su novio, lo que me divertía, hasta que empezaba a preguntar sobre mi relación con Calum y el ambiente se ponía un poco incomodo. Pero, en resumen, eran una familia increíble.
En fin, Calum cada vez estaba mejor. Necesitaba un poco de ayuda para caminar con su pierna rota, pero le dieron muletas y, luego de tres días en el hospital, volvió a su casa.
Esa misma tarde practicamente me obligo a llevarlo al parque. Yo no quería ya que el tenia que hacer reposo, segun el doctor. Pero al final el gano y lo tuve que llevar al parque. Aunque hay que admitir que fue lindo estar solos los dos.
-¿Sabes? Por una parte es bueno irme del hospital.-Comento
-¿Por que?-Le pregunte ayudandolo a sentarse en un banco cerca de los juegos.
-Por que el helado alli era asqueroso.
-¿Y que esperas? Es un hospital, no un restaurante-Dije entre risas.
-Oye, solo trato de ser positivo, no lo arruines.
-Bien, bien. Te dejare con tu positividad.-Me sente a su lado finalmente.
-Oye, realmente tengo que agradecerte por todo lo has hecho por mi.
-No es nada. Tu lo haces siempre por mi. Ademas, era una distraccion.
-¿Eso es bueno?
-Es genial. Antes mi mente no podia manejar todo lo que estaba pasando.
-Lo siento, creo que no ayude mucho...-Se apeno el.
-Calum, tu eres la razon para seguir aqui. -Dije sosteniendo sus mejillas entre mis manos. Su mirada se clavo en la mia. Tenia una mirada de calma y admiracion. Dios, amaba esos ojos. Lentamente escondio su cara en mi cuello y me dio pequeños besos en el. -Te quiero.-Dije dandole besos en su cabello-Muchisimo.
Calum
"Te quiero...muchismo". Cada vez que las recordaba esas palabras tomaban mi corazon y lo hacian bombear mas rapido. Hacian un agujero en mi estomago y me lo llenaban de cosquillas. No sabia como sentirme hacia esas senciaciones. Era como mi hermana me describia cuando "ella se enamoro de Jack", su novio. ¿Y si me estoy volviendo femenino?, ¿o gay?, o aun peor, ¡nunca supe que era una mujer en realidad!. No Calum, el Calumconda siempre estuvo ahi y siempre va a estar.
De repente mi celular empezo a sonar con "Im Barbie Girl". Seguramente Becca o mi hermana me la pusieron. O tal vez los chicos...
-¿Hola?-Atendi sin ver quien llamaba
-Hola tu-Se escucho la voz de Becca
-Hola tu-Respondi.-¿Paso algo?
-No, nada importante. Solo que...¿recuerdas la promesa que hicimos cuando nos conocimos?
-La de que te mostraria mi pelicula favorita y tu...
-Mi libro favorito-Termino la frace.
-Dime que no me haras leer ahora.
-No, tranquilo anti lectura. Escuha, estoy en el hospital sola y con "El Club de los Cinco"
-¿La pelicula?-Sone emocionado
-Eso creo.
-Voy para alla-Se escucho su risa antes de que cortara y me dedicara a arrastrarme por las muletas y el auto.
Becca
Estaba tirada en la cama cuando se escucharon unos golpes impacientes de la puerta. Me someti a levantarme y abrirle a Calum.
-¿Tienes los pochoclos?-Dije antes que entre. Saco de su bolso un paquete de pochoclos ya cosinados- Eres bienvenido-Lo deje pasar. El dejo sus muletas apoyadas en mi armario y se sento estirando la rodilla en la cama. Me miro impaciente.
-Tienes la pelicula, ¿cierto?.
-Cierto-Se alivio- pero, ¿por que ves peliculas tan viejas?
-Me la mostro mi padre. Los dos compartimos muchas cosas, una de ellas es esta pasion por "El Club de los Cinco".
-¿Comparten cosas?-Pregunte casi sin entender.
-Claro. ¿Tu nunca lo hiciste?
-Mi padre me abandono cuando tenia tres.
-Lo siento-Dijo un poco apenado.
-Esta bien, Cal-Me sente a su lado- Es mejor asi.-Me miro y me sonrio.
-Todo es mejor asi.
(...)
-¿Y? ¿Que piensas?-Dijo Calum cuando termino de cantar la ultima cancion de la pelicula. Hacia que me mate de risa.
-Buena, para ser vieja.
-Todo lo viejo es bueno.
-No todo. Hay tramas que ya no pasan en el siglo veinte y uno, por ende nadie las entiende.
-¿Eso pasa con los artistas viejos?
-Claramente. Siempre hay que saber la historia del momento hecho. Si no nunca entenderas el mensaje.
-¿Entendiste el mensaje?
-Tampoco es de la era medieval, Cal.
-Entonces...-Calum estaba hablando cuando la puerta se abrio inmediatamente con una Marga un poco asustada.
-Marga, ¿que pasa?-Pregunte apenada incorporandome de la cama y yendo hacia ella.
-Señorita Becca, hay un hombre en la puerta, una visita.
-Pero, yo no tengo visitas. No conozco a ningun hombre.-Dije un poco asustada
-Pero creo que deberia.
-¿Por que?
-Es su padre.
Nota: HOLAA, pido perdon como todos los capitulos por no subir antes, sigo con muchisimas pruebas, por que bueno, tercer año es una mierda. Por suerte las estoy aprobando todass. Les comento que mas a fin de mes termina el trimestre asi que sigo estudiando. Tenganme paciencia que es un año dificil, pero ni pienso en dejar de escribir. Perdon por dejar colgada la novela. Los amoo. Besoss-Ali
Pd: Termine muy tarde el capitulo y me estoy muriendo de sueño, pero no les quise dejar sin nada. Perdon por lo corto y simple. Los adoroo
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Hospital [Calum Hood]
Fanfiction"-Tranquila. Estoy aqui -Esa voz tranquilizadora. Lo mire, estaba cerca. Su mirada profunda y preocupada me hizo volver a respirar. -Mirame. Nunca te abondonare. Estoy aqui y siempre estare aqui. -Eran esas palabras las que ya no me hacían temblar m...