Naruto DxD El Dios de la locura el caos y la destrucción

Capitulo 6

Antes del universo existió la nada, y antes de la nada existieron monstruos, seres de gran poder capaces de doblar la misma realidad a su antojo como si de un juego se tratara, pero de entre todos estos seres resaltaban algunos con capacidades inigualables, uno de ellos era Naruto Cipher, un ser de poder casi ilimitado que podía romper las leyes naturales a su antojo, alguien capaz de destruir universos enteros a su antojo solo por única y mera diversión.

Los dioses más viejos del mundo crearon una falsa historia de que Naruto Cipher era un humano que había roto sus limites y alcanzado la divinidad a un grado que solo era comparable con los primordiales, un humano que se había vuelto loco de poder al ascender a la divinidad, pero todo esto no era más que una vil mentira ya que ni los mismo primordiales del universo sabían cual era su origen, solo sabían que este era tan viejo como la existencia misma y más fuerte que cualquier otra existencia en el universo, la verdadera razón de que primordiales como caos nunca hubieran hecho nada para detenerlo era por miedo, miedo a su poder, miedo a lo que les podría hacer si lo enfrentaran, un ejemplo era Vishnu, muchos creían que el había sido rival para el Cipher y por eso había dejado vivir a Shiva y Indra, la cruel realidad era que Naruto había dejado vivir a los dos dioses solo por mero capricho ya que en cuanto Vishnu estuvo frente a el Cipher cayo de rodillas temblando del miedo al reconocer la gran diferencia de poder entre ambos.

Realmente el único que había logrado "vencer" al Cipher era Elohim y esto fue únicamente porque Naruto le permitió usar sus sellos, Naruto pudo haber matado a Elohim antes de que lo sellara pero prefirió dejarlo usar su ataque por mera curiosidad y eso fue algo que el mismo Elohim entendió, Naruto era una fuerza indomable, impredecible y imparable.

-Actualidad-

Caos, eso era todo lo que se podía apreciar en Kioto o lo que quedaba de la ciudad, la cual hace no más de un par de minutos había sido destruida casi en su totalidad por Naruto Cipher el cual sin ningún remordimiento había usado una pequeña parte de su poder condensado en una pequeña esfera de energía pura para devastar la ciudad.

Entre los escombros se estaban levantando algunos Yokais que habían logrado sobrevivir, aunque muchos otros no habían corrido con la misma suerte, esto se notaba a simple vista por la gran cantidad de cadáveres que había esparcidos por el suelo o bueno las partes de estos, ya que la gran mayoría habían dejado solo una extremidad en el suelo ya que el resto de su cuerpo había sido desintegrado por la gran explosión.

Yasaka veía con horror lo que quedaba de su ciudad que había sido reducida a escombros casi que en su totalidad por un ataque desconocido se preguntaba quién sería tan cruel, sádico y poderoso como para haber hecho esto, ya que ese ataque había matado a hombres, mujeres y niños yokais.

Ella no sabía porque esto estaba pasando, ya que no recordaba que estuvieran en malos términos con alguna otra facción, salvo por los demonios pero ellos estaban demasiado débiles tras el ataque de Naruto al inframundo como para hacer esto, además de que incluso para Sirzech que era el demonio más fuerte en la actualidad causar una destrucción a tal escala y en tan poco tiempo era imposible, debido a que le habría tomado mucho tiempo cargar un ataque de tal magnitud, tiempo suficiente como para que ella y cualquier yokai experimentado en el combate se diera cuenta de esto.

La respuesta a sus dudas llego en forma de Naruto Cipher cuando la líder yokai miro al cielo solo para encontrarse con la figura del Cipher viendo la ciudad de forma divertida al darse cuenta de todo el caos que había provocado con solo usar una pequeña cantidad de su poder, para el Cipher era realmente divertido ver como los seres inferiores caían en la desesperación abandonando todo tipo de fe o creencia que tuvieran al estar en una situación mínimamente mala, Yasaka por otro lado estaba viendo a Naruto con miedo, tan pronto como poso su vista en el aquel monstruo empezó a retroceder con miedo sabiendo muy bien que este no era un ser con el que pudiera lidiar ni siquiera los dioses sintoístas podían.