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Charlotte se encontraba mirando la pizarra, detallaba cada palabra que se encontraba escrita en este, mirando letra por letra y luego apuntándola en su libreta para después volver a mirar la pizarra y asegurarse que la había escrito bien. La mayoría de los de su clase se encontraban haciendo cualquier cosa menos escribiendo lo que la maestra había puesto en la pizarra.

La maestra, La Sra. Brown de un grito dije que solo les daría dos minutos y borraría absolutamente todo lo que hay en la pizarra, y cuando esa señora hablaba, lo decía muy enserio. Todos se apresuraron a tomar apuntes de lo que había escrito en la pizarra, a Charlotte le gustaba ver como ellos tomaban apuntes tan rápidamente.

Para Charlotte le era un poco más complicado lo de escribir con tanta agilidad, observo la pizarra y sentía como si las letras no encajaran, cada vez que pasaba su miraba de su libreta a la pizarra sentía que veía algo totalmente distinto. Verificaba cada letra que escribía, no quería cometer errores. Miro de reojo al compañero que estaba al lado suyo y se dio cuenta que este ya tenía mucho escrito en su libreta, miro la de ella y vio que tenía muy pocas. Volvió de nuevo su mirada a la pizarra e intento tomar el ritmo y tomar los apuntes sin distraerse. Habrá escrito muy pocas palabras dirigió su mirada a la ventana, detallo el borde de ella, luego recordó que debía seguir tomando apuntes cuando la maestra volvió a gritar diciendo que borraría todo, en su mente Charlotte decía "Noo...", y cuando vio el tablero totalmente limpio puso sus brazos sobre la mesa y recostó bruscamente su cabeza sobe ella.

- Johnson - Dijo la maestra.

- ¿Ah? - Se levantó inmediatamente Charlotte.

- Necesito hablar con usted al final de la clase - dijo la maestra.

Charlotte solo asintió con la cabeza y volvió a su asiento, pensó en que podría decirle la maestra.

La campana para que salieran de clase sonó, alguno celebrar con un "sí", otros se dieron las cinco con sus amigos y claro no falto el que salió despavorido como si no hubiese un mañana.

Cuando creyó que todos los compañeros de su clase se habían ido, se paró de su asiento y con la vista en sus zapatos se dirigió a la mesa de la Sra. Brown. Levanto la vista y se dio cuenta que había alguien al lado de la maestra.

- Oh, lo siento - Susurro Charlotte, y se dirigió de nuevo a su asiento.

- Claro que no cariño - Dijo la Sra. Brown -, ven, ven - movió su mano haciendo gesto para que se acercara y Charlotte volvió al puesto de la maestra -. Charlotte, él es Ashton Irwin - señalo al joven que se encontraba al lado derecho de ella -. Ashton, ella es Charlotte Johnson. - Esta vez la señora señalo a la chica que se encontraba en frente de ellos.

- Hola - Dijo el muchacho estirando su brazo, para darse un apretón de manos con Charlotte -, mucho gusto - sonrió Ashton arrugando un poquito la nariz.

Charlotte abrió los ojos y observo al chico, luego miro su mano y no hizo nada. Ashton se dio cuenta que ella no le daría su mano, así que lentamente bajo el brazo y sonrió un poco incómodo y nervioso para luego rascarse la nuca.

Hubo un silencio incomodo que la maestra decidió romper.

- Charlotte, tú te preguntaras "¿Por qué esta el aquí?" - Dijo la Sra. Brown amablemente -, estamos casi en inicios de este nuevo ciclo escolar, y pensé mucho en la vacaciones en ti - le sonrió a Charlotte y esta también lo hizo -, entonces tuve la gran idea, escoger a alguien de la clase para que fuera tu tutor, y un este fue nada más y nada menos que el señor Ashton Irwin - Dijo alegremente y estiro los brazos esperando un abrazo y unas gracias de Charlotte, pero no fue exactamente así.

- ¿Qué? - Grito Charlotte -, yo no quiero un tutor, y mucho menos que sea de la clase.

- Tranquila Charlotte - Dijo la señora -, esto te favorecerá mucho.

Se podía notar la incomodidad de Ashton, él no sabía qué hacer, si decirle a la maestra que mejor no dieran la tutoría y parar con todo esto, o insistirle a la chica. Prefirió mejor quedarse callado y que eso lo arreglara la maestra. Por suerte para Ashton, la maestra se dio cuenta de esto.

- Oh, cariño - dijo la maestra -. ¿Nos dejarías a solas un rato, por favor?

- Claro - Dijo Ashton rápidamente y salió del salón de clases, cerró la puerta intentando no hacer ruido y una vez afuera puso su espalda contra la pared y se deslizo lentamente hasta llegar al piso, saco su celular del bolsillo y se puso a tomarse selfies.

En el salón de clases se encontraba una Charlotte en desacuerdo con la maestra, y una maestra totalmente dispuesta a convencer a su alumna.

- Charlotte - Dijo la maestra.

- Sra. Brown.

- Deberías aceptar - suspiro la maestra - Ashton es un buen chico, te será de gran ayuda, deberías aceptar, no lo hagas por nadie, hazlo por ti.

- Sé que será de gran ayuda - Bufo -...pero

- ¿Pero qué?

- ...Y si luego piensa que soy rara y decide dejar de ayudarme - Charlotte agacho la cabeza -.

- Pequeña - Dijo la maestra sobando la cabeza de Charlotte -, pensarías que hubiera escogido a alguien al azar, tal vez él no sea el mejor de la escuela, ¿Pero sabes en que si es el mejor?

- ¿En qué? - Dijo levantando la cabeza.

- En ayudar a las personas. Él tiene un gran corazón.

- ¿Cómo sabes eso?

- Se cómo son las personas, yo he vivido mucho para saberlo.

- Muchísimo diría yo - Susurro Charlotte.

- Te escuche.

- Lo siento.

- Vamos, ¿Qué dices?

- Dame otra razón - Dijo Charlotte juguetona.

- Charlie...

Charlotte dirigió su mirada al techo pensando si sería una buena idea, realmente si era una buena idea, pero esperaba que de la nada alguna respuesta bajara del cielo diciéndole "Si" o "No", ella tenía mucha fe de que algo así pudiera sucederle.

- Tendremos un trabajo muy importante - Dijo la maestra -, él podría ayudarte, además si yo te doy las tutorías sería más aburrido y...

- Lancemos una moneda - Dijo Charlotte bajando rápidamente la mirada del techo y dirigiéndola a su maestra.

- ¿Qué? - La maestra miro extraña a Charlotte.

- Cara tomo las tutorías con Ashton, sello contigo.

- Me gusta esa idea, además se sabrá que es lo que realmente quieres, si estas satisfecha o insatisfecha con el resultado al azar que nos dio la moneda.

- Bueno - Charlotte metió su mano en su bolsillo -, en tres la lanzo.

"Uno" Dijo la maestra, "Dos" Dijeron ambas, "Tres" pronuncio Charlotte en un leve susurro y lanzo la moneda a los aires, la moneda empezó a caer y la maestra la tomo escondiéndola en su palma.

- ¿Estas lista? - Dijo la Sra. Brown.

- Lo dices como si mi vida dependiera de esto - Rio Charlotte -, ¡Muéstrala ya!

La maestra abrió la palma de su mano.

[...]

dislexia  |  a.iDonde viven las historias. Descúbrelo ahora