¿Presente, pasado, futuro? Simples conceptos creados por los mortales para controlar su tiempo, él conocía muy bien esos términos.
¿Poder? Fue creado a partir del poder y la energía, siendo bendecido con ellos.
¿Justicia? Cada civilización y nación...
Los personajes no me pertenecen, todos los derechos a los respectivos creadores. _______________
-Ohh~ si~- gimió a la par que enterraba sus uñas en la espalda del otro.
Movió su pelvis más rápido yendo aún más profundo, gemidos y palabras a medias era lo único que escuchaba.
-Más~- logra decir y también mueve sus propias caderas debido a la necesidad.
Esas palabras dichas de esa forma tan sensual en su oído sólo hizo que grupera en éxtasis, en obediencia tomó las caderas ajenas y las jaló con él para hacer llegar a la otra persona hasta al cielo.
Mandó su cabeza hacia atrás y dió un grito agudo mientras sus manos ahora apretaban las sábanas.
Unos momentos más pasaron, más feromonas de calentura se soltaron, más gemidos se votaron y finalmente parecían estar llegando al orgasmo.
-¡A~a~hhh!- enredó sus piernas al rededor de la cintura de su amante, aprovechando que este traía protección- ¡M~me ven~go!-curveo su espalda y por un instante rozó el cielo.
Así se mantuvieron, abrazados y sólo escuchando la respiración, finalmente él salió, se hizo a un lado para retirar el condón con cuidado y encestarlo perfectamente en la basura.
-¿Qué estás haciendo?- pregunta al verla ya de pie y dando vueltas por la habitación.
-Buscando mi ropa- explica, el hombre asiente, tiene sentido pues ya llevaban un buen rato ahí y quizás quiera ducharse antes de irse- ¿Dónde dejaste mi ropa interior, Dick?- lo mira interrogante.
El antigüo Robin ríe de nervios- Allá- señala la parte superior de la cortina.
Lo mirá, suelta un suspiro y va por eso, luego se pone eso y una bata morada y delgada por encima.
-¿Todo en orden?- pregunta mientras se apoya en la ventana.
Es un poco difícil no hacerlo. Frente a él estaba una mujer de piel bronceada, su desnudez (la bata y las bragas no ayudan) da a relucir su envidiable y ejercitado cuerpo. Su rostro es igual de hermoso, con labios carnosos y nariz periflada, tiene cabello rojo, aunque por momentos parece de un rosado tipo magenta, sus ojos son de largas pestañas y tanto su irís cómo globo ocular son verdes.
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Se sienta y pone su espalda contra la cabezera de la cama- No es nada, Kori- asegura.
Ese sólo era un apodo cariñoso, Koriand'r era su nombre y también era la princesa del planeta Tamaran, pero ese cuento no va al caso ser contado en estos momentos, sólo basta decir que en la tierra se le conoce como Starfire.
-De acuerdo...- dice pero su voz no suena muy convencida.
Dick sólo observa, ya la había visto así muchas veces antes y en la gran mayoría seguía anodado por esa mujer, pero esta vez se sentía diferente. Su corazón, mente y alma estaban en conflicto, porque no querían decidirse entre ella o él.
